El ritual del spa seduce al más varonil (Infografía)
El pecho esta descubierto. Solo una toalla cubre sus partes de la cintura hasta las rodillas. Está algo inquieto, pero el sonido artificial de una cascada en la habitación, lo ayuda a relajarse. La sensación de relax aumenta cuando una de las cosmetólogas aplica en su rostro cremas exfoliantes, para luego, con mucho cuidado, dar masajes faciales. Así transcurren varios minutos. Mientras tanto, otra profesional de la belleza empieza a realizar masajes que ayudan a reducir la grasa localizada en su abdomen. Es la técnica del ultracavitación.
Estos 2 tratamientos para la piel y el cuerpo son los más frecuentes en un spa. Con el transcurso del tiempo, estos centros no solo acogen a mujeres, sino también a hombres. En los últimos 2 años, creció el número de jóvenes y adultos que solicitan los tratamientos faciales por un valor aproximado de $ 30 y de $ 1.000 cuando se trata de bajar algunos kilos.
Aldo Rivera, de 21 años, cuenta que la primera vez que acudió a un spa quedó sorprendido con los resultados. “Me gustó mucho sentir mi rostro tan suave como la piel de un recién nacido y libre de puntos negros”. Cuando no puedo venir me hago la limpieza con mascarillas de yogurt, miel y avena”. Hoover Mora, docente de semiología en la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), considera como un hábito saludable el que un hombre procure cuidar su apariencia. Además, asegura que estas terapias influyen de forma positiva en la autoestima de la población masculina.
El hecho de que los hombres frecuenten un salón de belleza muestra, según Mora, una nueva forma de asumir la masculinidad. Hoy se manejan neologismos para calificar estos comportamientos: metroemocional, tecnosexual, ubersexual, retrosexual, vituasexual, hombres alfa y beta, heteropolitan, y finalmente el spornosexual.
“Son nuevas perspectivas o roles que incluso pueden surgir como respuestas a corrientes sexistas. Hasta hace un siglo los roles estaban plenamente definidos. Con la Revolución Industrial y las guerras mundiales, las mujeres empezaron a romper estereotipos. Los extremos conductuales de machismo y el feminismo, en realidad, se sustentan en estereotipos derivados de un sistema social obsoleto. Se rompió la barrera entre lo exclusivamente masculino y femenino”.
Clientes interesados
Hay varias razones por las cuales los hombres deciden visitar estos centros de relajación. Para Aldo, los tratamientos antiestrés, y corporales son un motivo para pedir una cita.
Martha Ortiz Celi, nutricionista y esteticista de Aqua Vita, un spa unisex en Guayaquil, dice que hace 10 años, el número de hombres que acudían al mes no sobrepasaba los 10. Ahora alcanza los 40. La edad de los clientes también varía entre los 30 y 65 años.
Según Celi, los clientes adultos solicitan masajes de relajación (70%), limpieza facial (30%) y otros tratamientos corporales 10%. “Piden atención en una sola cabina para que nadie los vea. Cuidan mucho su privacidad”.
En Io Spa, al norte de Guayaquil, la cosmetóloga Carmen Sánchez cuenta que los masajes con piedras volcánicas es uno de los servicios más solicitados por los hombres que sufren de estrés. Los hidromasajes y el tratamiento de aromaterapia son otras opciones demandadas.
Ellos también se cuidan
Para la psicóloga clínica, Gloria Bermúdez, la representación de la masculinidad no es la misma que en los años noventa.
Este interés de cuidar la imagen tiene sus antecedentes. Antonio Santos, psicólogo y docente de la Universidad Católica de Guayaquil, dice que en la época de los griegos y romanos había una preocupación por el físico y la belleza corporal. Lo que cambia es que hoy emerge un mercado de productos y espacios como el spa.Hombres como Aldo o Víctor han decidido disfrutar de las terapias relajantes y los tratamientos faciales. Si ellas lo hacen, ¿por qué ellos no?
Para el cirujano plástico Felipe Leyton, presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Cirugía Estética, los hombres siempre han estado interesados por las cirugías, pero por uno u otro motivo no lo manifiestan. En Ecuador, un 45% de hombres se someten a cirugías estéticas, como lo revela esta entidad. Las cirugías más frecuentes son las rinoplastias, una intervención quirúrgica para resolver los problemas estéticos de la nariz.
Esta intervención es una de las más económicas: su precio varía entre $ 800 y $ 1.200. La liposucción es otro procedimiento demandado: 4 de cada 10 pacientes lo solicitan.
Este fenómeno también se repite en Chile y Colombia, donde la rinoplastia es uno de los procedimientos quirúrgicos más solicitados en los jóvenes, y en los adultos. En Argentina, entre las operaciones estéticas más demandadas están los implantes capilares, la liposucción de abdomen y cintura y la reducción del volumen de las mamas masculinas. Leyton indica que la mayoría de los hombres que deciden someterse a estas intervenciones tienen entre 30 y 50 años.
Antes de ingresar al quirófano, el galeno recomienda cerciorarse que el médico se encuentre registrado en el Colegios de Médicos y constatar su experiencia del profesional.
EL SOÑADO BIENESTAR
Spa a la carta
Un número cada vez mayor de hombres inconformes con los típicos servicios que es capaz de ofrecer el spa, piden ahora alternativas de manicura, pedicura, faciales y tratamientos específicos para conservar su apariencia juvenil.
Algunos acuden con sus parejas o solos y aunque cada vez son menos aprensivos acerca de “consentirse” en estos lugares, aún no se sienten totalmente identificados con el concepto ni lo asumen como una parte importante de su régimen de mantenimiento varonil.
Una de las razones es que estos centros no siempre ofrecen una gama de productos y servicios específicos y diferenciales respecto a la mujer. En la medida en que cumplan con este deseo, los potenciales clientes seguramente se fidelizarán con los servicios, además de verlos como una forma más de alcanzar bienestar.
Para atraer a más usuarios, estos centros deberán crear un verdadero menú para hombres interesados en cuidar su imagen con tratamientos completos y precios asequibles.
TIPS
Cortarse regularmente las uñas de las manos y pies.
Eliminar el vello sobresaliente de la nariz y orejas para una apariencia más pulcra.
Hidratar la piel con cremas corporales.
Usar protector solar para evitar manchas en la piel y una apariencia envejecida.
Escoger un shampoo cuya fórmula se adapte al tipo de cabello (seco, graso, normal o anticaspa) y aplicarlo realizando masajes en el cuero cabelludo.