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El Telégrafo
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El Recetario revela los gustos culinarios de 3 pontífices

David Geisser es miembro de la Guardia Civil Suiza y, además, es maestro cocinero. A él se le ocurrió dar a conocer las preferencias de los sumos pontífices.
David Geisser es miembro de la Guardia Civil Suiza y, además, es maestro cocinero. A él se le ocurrió dar a conocer las preferencias de los sumos pontífices.
16 de agosto de 2015 - 00:00

Buon Appetito recetas, historia y perfiles es el recetario publicado por David Geisser, cocinero de profesión y miembro de la Guardia Suiza Pontificia. A este joven alemán, de 24 años, se le ocurrió develar las recetas preferidas de los 3 últimos papas.

El volumen presenta, entre otras recetas, 3 menús con 3 de los platos favoritos de Francisco, Benedicto XVI, el papa emérito, y san Juan Pablo II. “Preguntamos a las secretarías de los papas y nos dijeron sus menús preferidos, compuestos de primer plato, segundo y postre”, comentó Geisser, quien es coautor del libro junto a Daniel Anrig y Erwin Niederberger.

De acuerdo con el diario ABC Color de Paraguay, en las páginas dedicadas al actual obispo de Roma, aparece la receta del dulce de leche, uno de los postres preferidos del sumo pontífice argentino.

El menú que más le gusta a Jorge Bergoglio se completa con 2 platos más: las empanadas de carne y la colita de cuadril a la parrilla, una pieza de carne sin hueso que corresponde a la parte baja, externa y transversal del cuarto trasero de la res. También, el libro publica un plato de pasta y un postre sugeridos para Francisco.

David Geisser es miembro de la Guardia Civil Suiza y, además, es maestro cocinero. A él se le ocurrió dar a conocer las preferencias de los sumos pontífices.

Geisser reconoció que “casi todos los días” podía dirigirse a Bergoglio, y destacó de él su placer por la comida. “El papa Francisco es una persona que disfruta comiendo, siente placer por la comida, sobre todo por la argentina, aunque no solo come comida de su tierra, sino que su dieta es variada e incluye también platos italianos”, relató. La obra se completa con fotos del interior del Vaticano, del día a día de la Guardia Suiza Pontificia, y de los chefs preparando los menús en la cocina.

Geisser, además de contar qué platos les gustan a los papas, creó algunas recetas inspiradas en santos, lugares y símbolos religiosos. Por ejemplo, el platillo dedicado a san Nicolás de Flue, el patrón de Suiza, solo es en base de hierbas, porque, al parecer, pasó los últimos 20 años de su vida como ermitaño.

El padre de Geisser también fue guardia suizo, desde 1980 a 1982. Él estuvo en la plaza cuando Alí Agca perpetró el atentado contra Juan Pablo II. “Mi padre siempre me contó muchas historias de aquella época, me trajo a Roma varias veces, y yo miraba extasiado a los guardias suizos”, cuenta este joven alemán.

A través de 198 páginas llenas de fotografías de los platos, David Geisser revela, por ejemplo, que el plato preferido de Juan Pablo II eran los pierogi, una de las especialidades más típicas de la cocina polaca. Se trata de una pasta rellena con carne de cerdo y legumbres parecida a los raviolis que el Papa comía principalmente en Navidad.

Según el diario español El País, Karol Wojtyla hacía que monjas polacas preparen sus platos favoritos y solía poner fin a la cena con un pastel de manzana.

Por su parte, y ya desde antes de ser elegido Papa, el cardenal Joseph Ratzinger era un asiduo cliente del restaurante La cantina tirolesa, ubicado a 2 pasos del Vaticano, donde se dejaba servir platos bávaros. La mesa número 6 todavía está reservada para él, aunque permanezca en el monasterio dentro de los muros vaticanos que eligió para “apartarse del mundo” tras su renuncia.

Pero, según logró saber el joven guardia suizo, Joseph Ratzinger aún degusta sus platos favoritos, como la wurstsalat, una ensalada de embutidos cortados en rodajas finas, con tiras de cebolla y aderezo de vinagre, aceite y sal. También, Benedicto XVI siente una debilidad por el lechón asado y los pasteles de cereza espolvoreados con azúcar.

En el libro, David Geisser revela los platos preferidos de otros dignatarios del Vaticano. El secretario de Estado, Pietro Parolin, amortigua los problemas de la curia cuando le sirven un plato de ñoquis; mientras que el arzobispo alemán George Gänsswein, famoso por su porte privilegiado y por ser el secretario personal de Joseph Ratzinger, confiesa su debilidad por la cocina italiana, en especial por el saltimbocca a la romana, un plato en base de ternera, jamón y salvia.

El libro de recetas—que hasta el momento solo ha sido editado en alemán— ya fue obsequiado al papa Francisco. David Geisser espera que se traduzca a más idiomas.

En la mesa

Cada receta que aparece en la obra ha sido cocinada al menos 5 veces. Y, luego, otra vez más para hacer la fotografía que se incluye en el libro.

Para David Geisser, es importante que todas las personas puedan hacer sus recetas, no solo los profesionales. Además, el joven ha procurado que todos los ingredientes se puedan encontrar con facilidad en cualquier supermercado.

El dulce de leche que tanto le gusta al papa Francisco se cocina en base de leche, azúcar, bicarbonato, vainilla y un poco de coñac. El secreto, según se cuenta, está en cocer a fuego lento la leche y el azúcar, removiéndolos para que se mezclen durante una hora, hasta que el líquido se oscurezca. Luego se añadirá la vainilla y el bicarbonato.

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