Solo en quito 938 planteles fiscales participan en la nueva modalidad de actividades extracurriculares
Clubes escolares potencian nuevas destrezas
Lenny Escalante enseña a los estudiantes de décimo año de Educación General Básica (EGB) la asignatura de inglés, pero desde este año lectivo adicionó 3 clases más. Se trata de los cursos de gastronomía, pintura y belleza que forman parte de uno de los 29 clubes del colegio Amarilis Fuentes Alcívar, ubicado en el sur de Guayaquil.
Su habilidad en la cocina, en la elaboración de manualidades con material reciclado y hacer peinados, hicieron que Escalante decida impartir a sus estudiantes estas ramas 3 horas a la semana, como señala el Acuerdo Ministerial 041-14 del Ministerio de Educación (MinEduc).
El documento establece que los estudiantes de primero a décimo año de EGB deben escoger clubes con temáticas artístico cultural, científico, vida práctica y deportes.
Juan Carlos Rojas, de 14 años, escogió la cocina, aunque admite que no preparaba platos de comida en su casa. “He aprendido a preparar empanadas, sánduches y comidas sencillas con las que ayudo a mi mamá en el momento de hacer el desayuno los fines de semana”, reveló.
En cambio, Nahomi Valdiviezo manifestó que le llamó la atención la pintura pese a no tener práctica en este campo.
La subsecretaria de Educación de Guayaquil, Valentina Rivadeneira, explicó que todos los programas del MinEduc son inclusivos para docentes, profesores y estudiantes porque no es necesario que el alumno sea un experto o que tenga alguna habilidad ya que las puede desarrollar con la práctica.
“El estudiante, no precisamente debe tener el talento, sino las ganas de aprender, debe tener cierta inclinación por el área. Hay chicos que les gusta la música, el arte, la parte investigativa o de realizar reportajes”, indicó Rivadeneira.
Según la funcionaria, con esto se logra una formación integral que permite al sistema educativo ubicarse al mismo nivel de los estándares internacionales que buscan diferentes tipos de aprendizaje, “no la forma tradicional de que si queremos ser buenos en matemáticas debemos tener más horas en esta materia”.
Los clubes son trabajados con docentes que tienen un grado de formación en ciertas actividades y estas dependen del cantón en donde funciona el establecimiento.
Por ejemplo, el plantel 31 de Octubre, ubicado en el cantón Samborondón, brinda el club de formación en turismo y agronomía por las áreas verdes con las que cuenta, mientras que en Durán, otros establecimientos trabajan en la elaboración de leche y yogurt, porque el sector es adecuado para ellos.
Actualmente, las horas de clases son más entretenidas y amenas para los estudiantes de los establecimientos fiscales. Andrea Morales tiene 11 años y gusta de las manualidades. Gracias a las revistas y YouTube creó pulseras y adornos para su cuarto.
Por eso fue una de las primeras que se inscribió en el club de emprendimiento de la escuela Domingo Sarmiento en Quito. Esta institución también imparte cursos sobre cocina y reciclaje. “El objetivo es darles alternativas para que desarrollen sus habilidades y creatividad, aspectos que son importantes para el estudio”, indicó la profesora Sara Paredes.
Bryan Díaz está en séptimo de básica de la Unidad Educativa UNE. A él le fascina el fútbol y estuvo en un curso de este deporte por el que su madre pagaba $ 40 mensuales. El costo aumentó y fue imposible seguir por lo que se retiró del curso.
Gracias a la creación de los clubes en la institución pudo volver a practicar esta disciplina, ahora de forma gratuita en su propia institución educativa. “Me parece una decisión acertada porque yo no pago nada y lo hace dentro de la escuela, sin tener que apurarse por la tarde para desplazarse hasta el lugar de entrenamiento”, dijo su madre Lucía Rey.
En la escuela San Francisco de Quito, por ejemplo, la implementación de los clubes no es nueva.
Según la directora Magdalena Almeida, los “talleres” como aquí se los conoce fueron instaurados hace más de 2 décadas. “Hemos ido innovando cada año y ahora más”.
Aquí es posible encontrar 10 alternativas para cumplir con este horario. Las más demandadas son las relacionadas con los deportes: fútbol y básquet.
En el aula de juegos lógicos los niños se sienten más entusiastas. Tienen a la disposición figuras de distintas formas, tamaños y colores que deben clasificar como parte del taller. “Esta actividad les permite desarrollar el pensamiento y eso es base para que tengan un mejor desempeño escolar”, contó la profesora Mercedes Acosta.
En el segundo quimestre, en algunas instituciones, los estudiantes tienen la opción de cambiar de club.
Actualmente en Quito son 938 los establecimientos que tienen implementada la modalidad de clubes.