Israel denuncia un programa secreto nuclear de Irán
La acusación sobre un supuesto programa nuclear secreto de Irán por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, recibió el apoyo de EE.UU., que dio validez a las revelaciones. En cambio, la Unión Europea (UE) recordó cauta que la OIEA (Agencia Internacional de Energía Atómica, por sus siglas en inglés) no ha cuestionado el cumplimiento de Irán de sus compromisos.
“Puedo confirmar que los documentos son reales; son auténticos”, dijo el secretario de Estado de EE.UU. y exdirector de la CIA, Mike Pompeo, para quien “Teherán ha mentido repetidamente”.
En 2015, Irán firmó un acuerdo con el Grupo 5+1 (EE.UU., Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania) en el que renunciaba a su programa militar atómico.
Ahora, cuando se acerca la fecha en la que el presidente de EE.UU., Donald Trump, anunciará si se mantiene en el pacto o no, el 12 de mayo, Pompeo puso en duda “la buena fe y la transparencia iraní”.
Muy crítico con el acuerdo, tras conocer las revelaciones, Trump afirmó: “Lo que hemos aprendido sobre Irán demuestra realmente que yo tenía la razón al 100%”.
Pompeo también anunció que en los próximos días estará en contacto con sus socios europeos que suscribieron el acuerdo para establecer el mejor camino a seguir a la luz de los documentos de Israel, que en la UE se han recibido con escepticismo.
Postura europea
“La OIEA ha publicado diez informes que certifican que Irán ha cumplido plenamente con sus compromisos”, aseguró la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.
Ella destacó la importancia de conocer la opinión de la OIEA, “la única organización internacional imparcial que se encarga de supervisar los compromisos de Irán”.
“El acuerdo no se basa en asunciones de buena fe o confianza, sino en compromisos concretos, mecanismos de verificación y un control de los hechos muy estricto, realizado por el OIEA”, enfatizó la italiana en respuesta a las palabras de Pompeo.
En todo caso, expresó con rotundidad en que si cualquier parte o país tiene información sobre incumplimiento de cualquier tipo, “debe dirigir esa información a los mecanismos adecuados, legítimos y reconocidos, la OIEA y el acuerdo nuclear”.
Francia pidió a Irán “cooperación total” tras las revelaciones, que, insistió, refuerzan la pertinencia del acuerdo y consideró esencial que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) verifique el programa nuclear iraní, en la misma línea de Reino Unido, que calificó el acuerdo como de “vital importancia”.
“Los inspectores hacen un trabajo importante para verificar de manera independiente que Irán cumple con el acuerdo”, dijo un portavoz oficial, que añadió: “Nunca hemos sido ingenuos sobre Irán y sus intenciones nucleares”.
Negación de Irán
Teherán, por su parte, denunció hoy que Israel pretende mostrarle como una amenaza con la “propaganda ridícula” de Netanyahu, que presentó lo que dijo que eran las copias de un archivo secreto iraní obtenido por los servicios de inteligencia de un programa oculto para desarrollar armas nucleares.
“Los líderes del régimen sionista de Israel ven su supervivencia en el uso de charlatanería para mostrar a otros países como una amenaza”, subrayó el portavoz del Ministerio de Exteriores, Bahram Qasemí, quien calificó las acusaciones de Netanyahu como la última de “una serie repetitiva de juicios no profesionales y vergonzosos y de esfuerzos infructuosos de un mentiroso escandaloso”.
Previamente, el ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, había criticado en un tuit que las supuestas revelaciones de inteligencia favorecen al presidente estadounidense.
“Qué conveniente. Trump está saltando sobre una repetición de viejas acusaciones ya tratadas por la OIEA para acabar con el pacto”, escribió Zarif.
La OIEA ha ratificado en una decena de ocasiones que Teherán cumple con sus compromisos, pero Trump presiona a sus socios europeos para negociar un pacto suplementario que imponga más restricciones a Irán.
El acuerdo nuclear de 2015 limita el programa atómico de Teherán a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales, pero no incluye ninguna referencia a las armas convencionales o a la política exterior de la República Islámica, que se niega, por su parte, a negociar sobre estos puntos.
Marruecos rompe con Teherán
Ayer también el Gobierno marroquí anunció la ruptura diplomática con Irán, un país con el que ha tenido relaciones muy complicadas desde la fundación de la República Islámica en 1979.
Según el ministro de Exteriores marroquí, Naser Burita, su Gobierno tiene pruebas de la implicación del Ejecutivo de Irán, a través de su aliado, el movimiento chií Hizbulá, en el entrenamiento, financiación y armamento del Frente Polisario, que lucha por la independencia del Sahara Occidental.
Al menos un diplomático adscrito a la embajada de Irán en Argel fue el principal mediador y facilitador en la alianza establecida hace ahora dos años entre el movimiento chií libanés Hizbolá y el Polisario.
Burita viajó a Teherán a comunicar en persona a su homólogo iraní, Mohamad Yavad Zarif, la ruptura de relaciones tras relatarle las supuestas pruebas de que dispone y “no recibir ninguna respuesta convincente”.
Ante ello, Burita cerró la embajada marroquí en Teherán -reabierta en 2014 tras años sin relaciones-, regresó a Rabat con el titular de la legación y se comunicó con el Encargado de Negocios iraní en Rabat para conminarle a abandonar el país magrebí a la mayor brevedad.
Entre lo que Burita considera “hechos probados” está el viaje de “artificieros e instructores militares” de Hizbulá a Tinduf (sede del Frente Polisario, en territorio argelino) para formar a comandos en “tácticas de guerrilla urbana y ataques contra el Reino de Marruecos”.
El ministro rechazó en varias ocasiones que la ruptura tenga algo que ver con el contexto sirio ni la situación en Oriente Medio en general, y recalcó que obedece “a intereses estrictamente bilaterales”.
De hecho, Burita resaltó que el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Irán en 2014, más el envío de un embajador dos años más tarde, fue mal recibido por aliados clave de Marruecos -probablemente Arabia Saudí y Emiratos-, que no mencionó. (I)