En 3 meses estarían en las farmacias de Chile los primeros medicamentos con cannabis, según estiman representantes del colegio de médicos y el Ministerio de Salud de ese país sudamericano.

“No creo que (la venta) sea masiva porque estos productos tienen precios bien elevados, pero al menos quienes tengan prescripción médica y quieran utilizarlo, tendrán la opción de hacerlo”, dijo el subsecretario de Salud Pública, Jaime Burrows, al diario La Tercera de Chile.

El uso de la marihuana medicinal es uno de los temas que ha marcado la agenda de noticias en Chile. La semana pasada la joven de 27 años, Sindy Ortiz, dio a luz pero de inmediato se le prohibió amamantar a la pequeña Luciana debido a que reconoció haber consumido cannabis durante su embarazo.

Esta inédita prohibición generó alto revuelo, hasta que un Tribunal de Familia en la sureña ciudad de Talcahuano, resolvió que la madre podrá hacerse cargo de su bebé, mientras que el hospital que permitió esta acción fue demandando ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Justo en medio del caso de Sindy Ortiz, la Presidenta Michelle Bachelet, a través de un decreto, autorizó la elaboración de medicamentos derivados de la marihuana a farmacéuticas que podrán venderlos en laboratorios, pero también en las droguerías del país.

Hasta ahora, muchos chilenos cultivan marihuana para su consumo medicinal o recreativo y comparten una creciente demanda para que se permita el autocultivo. Hace algunas semanas el gobierno propuso rebajar de 6 a una las plantas de marihuana en cada hogar. El debate sobre el autocultivo para su uso medicinal y recreativo se encuentra en el Congreso.

A partir de ahora, el Instituto de Salud Pública “podrá autorizar y controlar el uso de cannabis, resina de cannabis y tinturas de cannabis para la elaboración de productos farmacéuticos de uso humano”, sostiene el decreto firmado por Bachelet. En estricto rigor, como la marihuana en Chile se encuentra en la llamada Lista 1 de estupefacientes y drogas duras, con penas de entre cinco y 10 años de cárcel por cultivo o porte de cannabis, ahora saldrá de esa lista. Sólo queda la ratificación del ministerio del Interior.

¿Qué ocurrirá en el futuro? El propio ministerio de Salud desestimó que tras la autorización para elaborar medicamentos derivados de la marihuana, se genere un comercio masivo de dichos productos.

Para los partidarios de la despenalización de la marihuana se trata de un importante “avance”, mientras que los detractores rechazan este tipo de medidas.

La iniciativa comenzó hace 3 años, cuando un alcalde conservador de la comuna santiaguina de La Florida, concretó una plantación de marihuana con fines medicinales.

El debate en Chile aún está lejos de terminar y quedan por resolver una serie de medidas, como un nuevo sistema de “narcotest”, para detectar el consumo excesivo de marihuana entre los automovilistas, tal como ocurre con el “alcotets”.

Según el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda) el consumo de marihuana entre jóvenes chilenos de 12 a 18 años aumentó casi al doble, de 6,7% en 2012 a 13,5% en 2014. Al mismo tiempo, hubo un aumento en el consumo de esta sustancia de personas entre 19 y 25 años, que pasó de 7,1% a 11,3%.

En sus declaraciones a la prensa chilena, el presidente del Colegio Médico, Enrique París, dijo que no está en contra del uso medicinal de los derivados de la cannabis, “siempre que cumplan con las condiciones” que poseen todos los fármacos.

“Sería muy importante que sean los especialistas en este tema los que receten este tipo de productos, es decir los neurólogos, los neuropsiquiatras o los oncólogos”, agregó.

Chile se une a países como Uruguay que permiten el consumo y cultivo, aunque controlado, de las plantas de marihuana.

En territorio uruguayo, desde septiembre de 2014 los clubes de cannabis son legales. “Alguien tiene que ser el primero”, dijo el entonces presidente José Mujica cuando le preguntaron por qué regularizaba el consumo. (I)