Otros sectores proponen que el congreso sea el ente encargado de armar la nueva ley
Bachelet apoyaría un plesbicito para reformar la Constitución
Tras el cambio de gabinete, interpretado como un giro hacia el centro del gobierno de Michelle Bachelet, y después de la cuenta anual presidencial del jueves pasado, en Chile se ha reabierto el debate sobre el método que deberá utilizarse para cambiar la Constitución heredada de Augusto Pinochet a partir de septiembre. Y dentro de estos mecanismos, una eventual Asamblea Constituyente es lo que más se discute ahora en el país.
Aunque Bachelet no ha especificado el método que se utilizará para reformar la Constitución, ya está claro que lo que se pretende es que Chile tenga una nueva Carta Magna, mucho más acorde a los cambios que ha experimentado el país en los últimos años, más democrática y representativa en términos electorales, pero también en los quórums que se requieran en el Legislativo.
En su cuenta anual por el 21 de mayo, día en que se conmemora el Combate Naval de Iquique, Bachelet dijo: “Llevaremos un proceso constituyente que garantice un equilibrio entre participación ciudadana, incidente y un momento institucional confiable. Ello debe ocurrir en el contexto de un acuerdo político amplio”. Parlamentarios de todos los sectores esperaban que Bachelet se refiriera en su discurso a una eventual Asamblea Constituyente.
Para algunos dirigentes de la alianza oficialista Nueva Mayoría, las palabras de Bachelet fueron interpretadas como una desestimación de una Asamblea Constituyente. Así, la Presidencia socialista se inclinaría por un proceso que incluya cabildos ciudadanos y la implementación de un plebiscito ciudadano en la parte final. Otros sectores proponen que sea el Congreso el ente donde se acuerde una nueva Constitución. De todos modos, ninguna alternativa se descarta por ahora.
Parte importante de la ciudadanía reclama que el Parlamento atraviesa un momento especialmente delicado, debido a que varios parlamentarios estarían involucrados en hechos de corrupción. En Chile hay una sensación de temor generalizado por lo que significaría tener una Asamblea Constituyente y en ese sentido suelen citarse los casos de Venezuela, Ecuador o Bolivia. Además se marca una diferencia con lo que, por ejemplo, se hizo en Colombia en su momento. En ese sentido, es la izquierda chilena la que está insistiendo en la idea de una Asamblea Constituyente como el mecanismo más válido para que Chile tenga una nueva Constitución.
Para Patricio Navia, analista político chileno, “la presidenta Bachelet ha buscado un equilibrio entre los que promueven reformar la Constitución actual y los que quieren una nueva Constitución, que en su definición ideal, supone devolver el poder constituyente a la gente a través de la elección de una Asamblea Constituyente. Por eso en su discurso Bachelet habla de participación ciudadana, incidente y momento institucional legítimo y confiable”. (I)