Guillermo Arosemena: "Quien inició las guerras de Independencia en Ecuador fue Olmedo, no Bolívar"
Un hombre apacible y delicado de salud que quería una vida tranquila, rodeado de su esposa, hijos y musas, terminó siendo el centro de atención de una ciudad y luego de un país que buscaban cambios en lo político, económico y social. Él no nació para llamar la atención ni tener una vida de sobresaltos, como lo dijo repetidas veces en sus cartas a familiares y amigos.
Tuvo reacciones inexplicables frente a ciertos sucesos. Lo único que podría explicar esas reacciones es que no le gustaba tener adversarios ni enemigos, prefería callar. Pero al final de los días de Bolívar está muy claro que Olmedo se había decepcionado de su héroe y educadamente decidió distanciarse.
Contra sus deseos debió aceptar cargos de gran responsabilidad, poniendo todo su empeño al cumplirlos... Así va perfilando Guillermo Arosemena a Olmedo en una obra de su autoría (de Paradiso Ediciones) que plasma con prolija minuciosidad.
Escritor e investigador, Arosemena conversó con diario El Telégrafo sobre el legado de un personaje histórico e icónico de la ciudad de Guayaquil, el primer huésped del cabildo porteño, el señor José Joaquín Eufrasio de Olmedo y Maruri (1780-1847).
¿Cómo es Olmedo de carne y hueso?
Es el Olmedo real, no es el Olmedo que está descrito en los diferentes libros que se han publicado sobre él. Es una persona que en su vida tuvo grandes logros y al mismo tiempo grandes fracasos. Tenía una personalidad muy especial, evitaba el conflicto, trabajaba con base en el consenso; era una persona apacible que no andaba atrás del poder ni de la política, más bien el poder y la política andaban atrás de él.
Olmedo estudió de niño en la ciudad Quito, ¿cómo fueron esos años?
Parte de la niñez, Olmedo estudió en Quito, y el resto en Lima. Lo envían en la niñez, regresa a Guayaquil, se queda pocos años y vive alrededor de 12 años en Lima, donde estudia la universidad, es profesor y regresa a Guayaquil. Poco tiempo después (él tenía un tío en Lima de apellido Silva, director del colegio). Por 1809, cuando ya estaba de regreso, graduado, en Lima hay un movimiento para tratar de establecer algún tipo de Congreso en España. Napoleón había invadido España, depuesto al rey Fernando VII, estaban sometidos y los españoles no aceptaban esta situación. Entonces hubo un movimiento para crear una especie de Congreso, y se nombró a diferentes representantes de la América española. Silva nombró a su sobrino como secretario de él, pero lo cierto es que viajan para España, vía México, y no queda en nada ese viaje, entonces Silva regresa con Olmedo de México a Guayaquil. Un año más tarde se instala el Congreso de 1810 y ahí nombran a Olmedo representante de Guayaquil.
¿Se refiere a las cortes de Cádiz?
En efecto, las Cortes de Cádiz equivalían a una Asamblea Constituyente porque la convocatoria tenía como objetivo redactar una Constitución. Esa Constitución se aprueba en 1812, pero en Cádiz surge una epidemia de fiebre amarilla (allí muere Mejía Lequerica, representante de la Audiencia de Quito, hombre considerado el más brillante entre los legisladores de la América Española). Apenas llegó empezó a tener una participación activa en las cortes. Posteriormente mueven la Asamblea Constituyente (de Cádiz) a Madrid por la fiebre amarilla.
Olmedo era un hombre liberal pero al mismo tiempo monárquico, ¿cómo se entiende esa dicotomía?
Fue liberal, pero le tomó tiempo. Uno de los grandes errores de la biografía de Olmedo es que está llena de mitos y creo que eso se debe al fanatismo porque estamos muy a gusto creando semidioses, como Bolívar, Sucre, Rocafuerte, Alfaro... Algunos historiadores sostienen que desde 1816, cuando regresó a Guayaquil, se dedicó a promover la Independencia, pero eso no es cierto, y hay clara evidencia porque Olmedo regresa en noviembre de 1816, entonces no puede hablarse de que empezó a promover la Independencia ese año, y, segundo, él tiene que presentar un informe al Cabildo, que fue lo que hizo.
Hay una carta de enero de 1817 en la que dice que se siente feliz de que Fernando VII haya regresado al poder. Cuando cae Napoléon, los franceses salen de España y Fernando VII regresa en mayo de 1814. Toma dos medidas: clausurar las cortes y no aceptar la Constitución de 1812. Los biógrafos de Olmedo dicen que él huyó por temor a que lo metieran preso, pero él no huye porque en su carta de enero de 1817 dice que está feliz de que Fernando VII regresara al poder.
Olmedo en esa época, como la mayoría de los legisladores de las cortes, estaba pensando en una Constitución para una monarquía constitucional. Ellos no estaban trabajando para una Constitución republicana, sino para una monarquía constitucional. Olmedo comenzó con este tipo de pensamiento liberal, y, por supuesto, se convierte en liberal, republicano y federalista. Una de las comisiones en las que participó Olmedo en las cortes era la de la "libertad de imprenta", que vendría a ser "libertad de expresión", porque Olmedo creía en los principios liberales básicos, pero seguía teniendo lealtad al rey, por eso es que se hablaba de una Constitución para una monarquía Constitucional.
Olmedo y Andrés Bello forjaron una gran amistad, ¿qué registros hay al respecto?
Olmedo se queda cuatro años en Londres. En mi libro yo escribo lo que no se conoce de Olmedo o se conoce poco. Las biografías le dedican muy pocas páginas a Olmedo en Perú; Olmedo en Gran Bretaña; Olmedo en España. Hablan de su intervención en contra de las mitas, pero no hay detalles.
¿Sabe cómo llegan a conocerse?
Olmedo está desde 1825 hasta 1828 en Londres y ahí conoce a Andrés Bello. Esa amistad es evidente por la cantidad de cartas que existe entre ellos. A Olmedo lo envían como representante de Perú a Gran Bretaña y en algún momento él se va unos cinco o seis meses a Francia. Creo que una de las últimas cartas que Olmedo escribe (antes de morir) es para Bello. Olmedo fallece en febrero de 1847 y hay una carta que Olmedo envía a Bello en enero de 1847, a menos de 30 días de su fallecimiento. Eso le da una idea de lo cercano que fueron. En esa carta, que también es ignorada por los biógrafos, Olmedo le dice a Andrés Bello que Bolívar fue un vulgar dictador.
Bolívar expulsa a Olmedo de la entonces Provincia de Guayaquil (un país en ciernes) y se congracia de no haberlo matado, ¿cuáles eran las aspiraciones de Bolívar?
Bolívar quería apoderarse de Guayaquil porque no estaba de acuerdo con la existencia de una República, en este caso de la provincia de Guayaquil, por eso él tiene una famosa frase: "Un río no hace un país". Bolívar fue un excelente militar y un pésimo estadista que me recuerda a un personaje de la antigüedad que se llamó Alejandro Magno, quien se pasó su vida entera en batallas y cuando murió todo ese gigantesco imperio se cayó en pedazos; así fue más o menos lo que pasó con Bolívar porque todos los lugartenientes vieron para su lado.
Han pasado casi 200 años de la independencia y todavía América Latina no encuentra su norte. Vivimos de tragedia en tragedia. Bolívar sabía que no solo debía entrar por el norte, donde había españoles, sino también por el sur y para entrar por el sur llegó por Guayaquil. A Olmedo no solamente le interesaba la independencia de la provincia de Guayaquil, a Olmedo le interesaba la independencia de la Audiencia de Quito, por eso es que ni bien se posesiona se establece el Ejército Protector, con el que batalla en favor de la independencia del resto de la audiencia de Quito. Así surgieron las primeras batallas de este Ejército creado por Olmedo en las que tuvo victorias y derrotas. Ahí Olmedo se dio cuenta de que la fuerza militar que tenía era muy pequeña para poder llegar hasta Quito, pero quien inició las primeras guerras de la independencia en Ecuador fue él, Olmedo, no Bolívar.
Independizada la Provincia de Guayaquil, todavía quedaban otras ciudades que seguían bajo la Audiencia de Quito. ¿con qué contratiempos se encontró Olmedo?
Hubo una época en que usted tenía paralelamente la Audiencia de Quito y la Provincia de Guayaquil. A Olmedo le interesaba independizar el resto, ¿cuál es todo el resto? Todas las provincias andinas: Cuenca, Quito, Ambato, todo lo que no formaba la provincia de Guayaquil, ¿y cómo estaba formada la provincia de Guayaquil? Por El Oro, Manabí, Los Ríos, Guayas y Santa Elena (Esmeraldas no). Eso es lo que se independiza en 1820; el resto se libera con el triunfo del Pichincha, que es dos años después.
¿Qué hizo Olmedo para que sea considerado uno de los guayaquileños más ilustres?
Él presidió este periodo de 18 meses que va de octubre 1820 a julio de 1822, hay un gobierno, una república, la república de Guayaquil y su máximo representante Olmedo. La jefatura de Gobierno, el poder Ejecutivo de esta provincia de Guayaquil, estaba conformada por tres próceres: Olmedo, quien lo presidía; Francisco Roca y Rafael Ximena. Olmedo tiene el mérito de haber escrito la primera Constitución del Ecuador, llamada el Reglamento Provisorio. ¿Y por qué Provisorio si se trata de una Constitución? Porque aún no estaba independizada toda la Audiencia de Quito, pero si usted lee ese reglamento verá que tiene solamente dos páginas, al estilo de la Constitución de los Estados Unidos, no al estilo de la Constitución latinoamericana y menos ecuatoriana, como la de Montecristi, que son centenares de página.
La Constitución que se escribe en Quito, un par de años después del 10 de Agosto, no es una Constitución como muchos sostienen porque ahí se habla de sueldos y en una Constitución usted no habla de eso. Lo de Quito fue un respaldo a Fernando VII, mantener la autonomía para cuando vuelva. Crear una monarquía constitucional también fue en un principio el propósito de Olmedo. No hay respaldo, pero hay historiadores que sostienen que Antepara ayudó a redactar a Olmedo el Reglamento Provisorio. Antepara es un prócer olvidado porque hay muy poca información de él.
¿Cuál podría considerarse el mayor mérito de Olmedo?
Haber escrito la primera Constitución del Ecuador (no hay ecuatoriano que haya sido legislador en tres países Ecuador/Perú/España), ni hay ecuatoriano que haya participado en la elaboración de constituciones de tres países. Olmedo estuvo en la Asamblea Constituyente de Perú, con la experiencia que él tenía en el Congreso de 1812 en España, y con la experiencia que acumuló de haber redactado la Constitución de Guayaquil a él lo nombran miembro para realizar la Constituyente de Lima.
No hay ecuatoriano que haya sido legislador en tres países en Asamblea Constituyente. Olmedo tiene un rol muy destacado en la Revolución de Marzo del 45. No es cierto que él haya sido el mentalizadar y es fácil de comprobarlo. Hay una carta de enero del 45, tres meses antes de la Revolución, donde le escribe a Flores y le dice que tiene meses enfermo. Y que se va a ir a la Costa a curarse. Roca le pidió a Olmedo que presidiera ese gobierno transitorio, y Olmedo estando enfermo aceptó esa responsabilidad.
¿Cómo era la personalidad de un hombre de la talla de Olmedo?
Él evitaba circunstancias conflictivas, pero cuando le pedían y aceptaba asumía 100% su responsabilidad. Su Gobierno duró pocos meses hasta la elección de Ramón Roca, pero en los pocos meses tuvo una actuación destacada.
¿Qué cargos desempeñó?
Ocupó numerosos cargos públicos pero al mismo tiempo rechazó muchos. Olmedo fue prefecto, gobernador, legislador en tres países, vicepresidente, diplomático. Cuando había eventos importantes lo llamaban a Olmedo. En la exhumación de las cenizas de Bolívar lo nombraron a Olmedo, pero él no aceptó porque estaba enfermo, y cuando iban a llegar las cenizas de La Mar a Perú lo llamaron a Olmedo para que fuera a pedir esas cenizas, pero Perú no cedió.
Olmedo fue un extraordinario personaje. Su pensamiento liberal se encuentra en cartas, en sus intervenciones, en los poderes legislativos, en los manifiestos. Él escribe el manifiesto de por qué hubo la Revolución de Marzo de 1845, un documento fabuloso. Hay suficiente información escrita para conocer el pensamiento liberal de Olmedo.
Su figura es más bien esmirriada, y en su libro usted dice que perdió mucho dinero...
Fue muy mal administrador, su padre le dejó dinero, un par de haciendas y se quedó con La Virginia. Era soñador, se casó con la hija de uno de los hombres más ricos de Guayaquil, Martín Icaza. Era un hombre de familia, apacible, pero enfermo. Su enfermedad influyó bastante.
Muere en febrero de 1847. Se quejaba de problemas estomacales. Los últimos cargos que tiene son de poca importancia. No es que muere en absoluta pobreza, muere siendo dueño de La Virginina (afueras de Babahoyo), en manos actualmente de la Casa de la Cultura de Los Ríos, pero Olmedo merece un verdadero museo. (I)