Desde hace 18 años, doña Mercedes Aguilar prepara la fanesca en su domicilio ubicado en el sector de La Carolina (norte de Quito). Ella espera la visita de sus familiares, por lo que debe hacer rendir la gran olla del potaje. 

La mujer, de 72 años, acudió al mercado Iñaquito para comprar con antelación los granos y evitar adquirirlos con un precio más elevado. Además, "porque hay que dejarlos en remojo para que se hagan suavecitos".

El pescado, relató Mercedes, lo compra en la Feria Libre, en el sector de Cotocollao, porque allí es más económico, entre $ 4 y $ 5 la libra. En Iñaquito ese ingrediente está por los $ 6.

La jubilada gasta en promedio $ 40 porque prepara la comida en una olla tamalera. Así, alcanza para 14 personas y "para que se repitan otro plato". 

Para que la preparación de este tradicional plato de Semana Santa no le salga tan costosa, Mercedes recoge una cuota entre sus hijos, cada uno pone $ 10. Eso alcanza para la fanesca y los adornos del emplatado (empanadas, rosquitas y plátanos) y un postre (higos con queso).

No obstante, Mercedes opinó que los precios este 2019, en comparación con el año anterior, no subieron significativamente.

La misma impresión tiene Beatriz Caiza. La mujer estimó que este año compró todos los ingredientes por $ 35. El año anterior  gastó más de $ 38, con lo que preparó para 10 porciones "bien puestas".

Los comerciantes también creen que los precios no se incrementaron. Fanny Puruncajas, vendedora en la sección de legumbres del mercado Iñaquito, dijo que el ingenio ayuda a llamar la atención de los clientes. Por ello, se arman con combos de $ 12, que incluyen los granos y otros ingredientes como el zapallo y el zambo pelado y rebanado en trozos.

Reemplazar el bacalao 

Lorena Aguilar, propietaria del puesto “Lorenita”, del mismo punto de distribución en Quito, comentó preocupada de que el pescado no ha tenido buena venta en esta temporada.

Explicó que el año pasado compró alrededor de 1.000 libras, pero ahora solo se endeudó en 300 libras. Para que el producto no se pierda, lo comercializa al mismo precio que el año anterior. "La venta empezaba desde marzo, ahora que ya es la fecha no hay nada", aseguró.

En Guayaquil, los ciudadanos tienen una variedad de pescados más económicos que pueden usar para reemplazar al bacalao. En el mercado de Caraguay, por ejemplo, los comerciantes ofertan albacora, picudo, lisa y dorado. 

En este mercado, la libra de bacalao está a $ 6, mientras otros pescados se venden entre $ 3 y $ 5. Otra opción de los comensales es el atún.

Un lujo en restaurantes 

Hay familias que prefieren servirse la fanesca en restaurantes o puestos informales. Cecilia Ortega, ama de casa, contó que ese día de la Semana Mayor no cocina.

Prefiere que su esposo lleve a su familia (de seis integrantes) a almorzar fuera de casa. El año anterior se sirvieron en un puesto que se instala cada año en los exteriores de la Prefectura de Pichincha. Cada plato costó $ 6, más $ 2 con postre (pristiños con miel). La fanesca les salió en $ 48.

"Es más costoso comprar en restaurantes, pero es menos agotador, porque preparar este tipo de alimentos es muy largo y cansado", refirió la mujer.

En los restaurantes de los hoteles los precios van de los $ 10 a los $ 20, dependiendo de si tienen entrada: puré, bebida (vino, gaseosa, agua aromática), o postre: higos con queso, frutas en almíbar, etc. Todo depende del gusto y presupuesto del cliente. (I)