En la comunidad Yanayacu de la parroquia Selva Alegre, ubicada entre los cantones San Lorenzo y Eloy Alfaro, de Esmeraldas, 22 comuneros trabajan en  uno de los once frentes de explotación minera aurífera  identificados por la Empresa Nacional Minera (Enami).

Mientras que 125 personas de la zona trabajan de forma indirecta en el lugar, según Santiago Robalino, gerente de prospección y explotación de la Enami. Situación que muestra el interés del Gobierno por que esta actividad se realice apegada a la ley.

De acuerdo al funcionario, para que los comuneros trabajen en la explotación del oro deben asociarse y sacar los respectivos permisos ambientales y tienen que firmar contratos de servicios con la Enami.

Podin Betancourt, presidente de la Asociación de Pequeños Mineros de Yanayacu, manifestó la necesidad de que sus vecinos comprendan la importancia  de trabajar apegados a la ley y siendo cuidadosos del medio ambiente.

Aquello les permitiría formar parte del equipo de trabajo que se dedique a la extracción del mineral, en unos 25 frentes que están programados hasta el momento.

La explotación del mineral se hará bajo normas internacionales, que eliminan el uso del mercurio, que es altamente contaminante, acotó Betancourt.

Actividad que siempre estará controlada por la Enami, la cual se encargará de dotarles de la tecnología y técnica necesarias para recuperar el mineral en un 90%, haciendo uso solo de agua y no de productos contaminantes.

Por su parte Luz Wila, gerente de la mina artesanal Selva Alegre, indicó que respalda el compromiso del Gobierno de poner fin a la minería ilegal, altamente contaminante. Los efectos son “la destrucción de varias hectáreas de tierra perdiendo maderas como el chanul, laurel y sande. Y el agua de algunos ríos no es apta para el consumo humano”, aseguró.

Además, Wila mencionó que las mujeres bateadoras del mineral, en el último año han visto su trabajo disminuido al no tener la misma rentabilidad, “entre 50 y 100 dólares diarios”, que supuestamente obtenían cuando sacaban el mineral después de unas tres horas diarias de faena realizada al interior de las minas ilegales. Una actividad que,  según Robalino, debe ir desapareciendo en las zonas de Esmeraldas y Zamora.

Byron Vizcaíno, jefe de mina, manifestó que los comuneros deben reconocer que la extracción del oro debe ser una actividad sustentable económicamente y amigable con el ambiente.

Por lo que, antes de ingresar a la explotación de una mina, ahora se capacita a los mineros artesanales en las áreas de seguridad industrial, seguridad ocupacional, técnicas de usos de procedimientos de extracción del oro en lugares propicios y en integración comunitaria.

De esta actividad, que se desarrolla en Esmeraldas desde hace varios años para erradicar a la minería ilícita, el Ministerio Coordinador de Seguridad Interna, en el marco del Seminario Internacional de Intercambio para el Control de la Minería Ilegal, recorrió el pasado jueves la localidad y constató los cambios en el procedimiento.

Los representantes de Perú, Colombia y Bolivia, que visitaron el lugar, felicitaron al Gobierno por su compromiso de poner fin a una actividad ilícita, que ha dado cabida a otras actividades como el lavado de dinero y la prostitución.