Salazar guiará a a Ecuador en Lima
Pocos conocen el lado suave de la levantadora de pesas ecuatoriana Tamara Salazar, quien será la abanderada de la delegación nacional en los Juegos Panamericanos Lima 2019, porque desde que se inmiscuyó en esta disciplina ha luchado para brillar como lo hace ahora.
La historia deportiva de la carchense de 22 años se inició en el atletismo, como casi todos los niños de la comunidad de Pusir Grande, donde nació el 9 de agosto de 1997.
Sin embargo, a los 12 años, por recomendación de su entrenador Julio Jaque, quien vio que tenía mucha fuerza en las piernas, la invitó a que vaya al gimnasio de la localidad. Llegó por curiosidad y se quedó para siempre.
Esa forma aguerrida de ser la reconoce su compatriota y también destacada atleta de halterofilia Neisi Dajomes, ganadora de múltiples medallas mundiales y nacionales.
“Tamara es una chica bastante centrada en lo que quiere y ese puesto de ser la abanderada se lo ganó con mucho sudor, dolor y esfuerzo”, manifestó la deportista de 21 años y oriunda de la parroquia de Shell de la provincia de Pastaza.
Al compartir casi la misma edad y que Neisi tenía más relevancia en el deporte de las pesas, Salazar decidió subir de categoría, de los 76 kg a los 81 kg, en la que alcanzó su máximo logro hasta ahora, el subcampeonato mundial absoluto en Turkmenistán el año pasado.
Aquella medalla de plata, no le quitó las cualidades más importantes que tiene. “Es una chica muy humilde, una excelente amiga y compañera, alegre y divertida”, resaltó la pastacense.
El expesista tricolor Julio Idrovo sigue desde hace tiempo las carreras de los atletas de su disciplina y por eso se animó a describir a la carchense como “una deportista aplicada en sus entrenamientos y tiene mucho talento que lo saca a relucir sobre la base de esfuerzo y sacrificio”, dijo el también actual administrador de la Ecuatoriana de Atletismo.
Idrovo agregó que “es una de las deportistas más representativas que tiene el país” y remarcó que “estuvo mucho tiempo a la sombra de Neisi y quizás por ello no era muy conocida, pero con una buena dirección seguirá creciendo en su rendimiento”.
A los 14 años se convirtió en campeona nacional y es el orgullo de su familia, conformada por cinco hermanos más y sus padres, Oracio Salazar y Eloína Arce. Con ellos pasa todo el tiempo posible cuando no está compitiendo en el exterior.
Cuando está en su natal Pusir Grande, localizado en el límite fronterizo de las provincias del Carchi e Imbabura (norte), su madre la consiente con cariño y sus comidas favoritas, entre ellas un plato de arroz, con una presa de pollo y gandul (un grano).
Las prácticas las desarrolla entre tres o cuatro horas diarias con el ecuatoriano Julio Jaque, quien la descubrió y desde el año pasado con el venezolano Jorge Rivero.
El “llanero” comentó que es una halterofilista con grandes condiciones y que aún no alcanza su techo. “Está avanzando de acuerdo con su edad, es decir de forma normal, aunque algo apresurado por el nivel competitivo que tiene”, afirmó el director técnico, quien por más de 20 años trabajó con el seleccionado de su país.
El estratega relató que en el Mundial de Turkmenistán levantó 105 kg en la modalidad arranque y 137 kg en envión (levantamiento en dos tiempos) y en la actualidad está en 110 kg en el primero y 147 kg en el segundo, de seguir con esas marcas podría ubicarse entre las cuatro mejores del mundo.
Incluso para el DT “ella tiene las bondades físicas para mejorar su registro y aún no alcanza su techo, que para mí es muy alto”, sostuvo.
En sus tiempos libres, que son pocos debido al calendario de competencias, estudia cosmetología.
Orgullosa de pertenecer a esa comunidad guerrera y trabajadora, Tamara se ha convertido en un referente de todos, pero más de chicas, tanto que en el humilde gimnasio de Pusir existen más damas (30) que muchachos (15) conociendo las bondades de este deporte, que ha dado varios triunfos a la nación de la Mitad del Mundo.
Después de los Juegos Panamericanos, que se realizarán del 26 de julio al 11 de agosto, la carchense participará en el Mundial de Tailandia, que además es clasificatorio para los JJ.OO. Tokio 2020.
Torneos que enfrentará con las mismas ganas y entereza con las que guiará a Ecuador en la capital peruana. (I)