A Rosalba Chacha, como a otras mujeres del Ecuador, le decían que debía dedicarse al cuidado del hogar, estar en la casa y trabajar por su esposo e hijos. Sin embargo, nunca se alejó de sus sueños y luchó bastante para cumplir su objetivo de ser deportista profesional. Con 37 años, Chacha ha participado en dos Juegos Olímpicos y busca clasificar a un tercero en Tokio 2020.

“Tenemos los mismos derechos y nosotras las mujeres también podemos darle alegrías al país”, dice la atleta. Ella promueve charlas en las que incentiva a crear conciencia en las familias de que los hombres y las mujeres son iguales, y así erradicar la discriminación.

El mejor ejemplo de igualdad lo demuestra con su propia experiencia. No solo se ha desenvuelto por casi una década en la élite del deporte sudamericano, sino que tampoco ha sido una madre ausente y, pese a su edad, sigue cosechando récords personales. En los recientes Juegos Panamericanos de Lima 2019 alcanzó su mejor marca en la maratón y además está ubicada entre las 100 mejores atletas de Sudamérica.

“La edad no importa. Uno debe estar en un sitio, trazarse un objetivo y trabajar por el mismo”, recomienda Chacha, quien en 2019 también logró su mejor registro en la competencia 15 kilómetros.

Una madre pendiente de su hija

Chacha tiene una hija de 13 años llamada Génesis Catota. La atleta ambateña la ayuda en las tardes con sus deberes y está pendiente para colaborarle a realizar los típicos carteles estudiantiles que se necesitan para exposiciones frente a toda la clase. Chacha intenta en lo personal no descuidar su rol de madre con Génesis.

“En juntas de padres de familia, la mayor parte de veces no he podido estar. He ido una o dos veces en todo el año”, reconoce la deportista panamericana. Sin embargo, también considera que Génesis es inteligente y entiende que su trabajo consiste en sesiones de entrenamiento, viajes por todo el país y semanas lejos de casa por las competencias.

Además, la joven la acompaña en algunas de las prácticas e incluso en competencias locales. “Yo disfruto cuando estoy con mi hija, me concentro más y puedo dar lo mejor. Es una motivación”, declara.

Chacha obtuvo el cuarto lugar en la maratón de los Panamericanos de Lima 2019 y acabó la carrera con un tiempo de 2:32:45. Su carrera está cerca del ocaso, pero aún le queda el preolímpico de Polonia (29 de marzo) y la Maratón de Viena (19 de abril) para confirmar su presencia en los Olímpicos de Tokio 2020.

Aunque su etapa como atleta se acerca al final, Chacha tiene expectativas de que su pequeña Génesis Catota siga sus pasos y también represente al Ecuador. “Me encantaría verla en un futuro no muy lejano y que rompa muchos récords”, finaliza. (D)