En medio de su principal objetivo de clasificar a los Juegos Paralímpicos Tokio 2020, el triatleta con discapacidad ecuatoriano Pablo Vallejo cumplió con un nuevo reto personal de recorrer en bicicleta los 157,8 kilómetros que separan a las ciudades de Ambato (centro) y Quito.

Vallejo, que en este año completó el Ironman 70.3 de Manta y también estuvo en un triatlón en Nueva York (Estados Unidos), registró un tiempo de 6 horas y 30 minutos para terminar la proeza en la que no faltaron los inconvenientes como la falta de respeto a los ciclistas.

“Queríamos hacer algo más vivencial, más palpable y demostrar que no existen límites o barreras para las personas que tenemos algún tipo de discapacidad”, mencionó a diario EL TELÉGRAFO el quiteño de 34 años, quien destacó que fue una aventura “muy simpática por todo lo que conllevó la experiencia”.

Lamentablemente en esta travesía Vallejo palpó que existe un alto grado de irrespeto y falta de cultura a las personas que practican el ciclismo en rutas y vías del país.

“No existe ni respeto, ni tolerancia. Necesitamos una cultura vial más fuerte. En este año tuvimos dos casos de deportistas que hacen triatlón que fallecieron”.

El deportista tiene como objetivo estar en los Juegos Paralímpicos de Tokio. El triatleta capitalino comentó que no va a estar presente en los Juegos Parapanamericanos de Lima porque para llegar a la cita planetaria de 2020 se debe hacer puntos en las Copas del Mundo de Triatlón para personas con discapacidad.

“Para 2019 ya tenemos un cronograma, que incluye pruebas en Estados Unidos, Canadá y Colombia, para lograr la mayor cantidad de unidades para clasificar a la Paraolimpiada”, mencionó.

Vallejo perdió una pierna cuando tenía 16 años a causa del cáncer. Ahora, con 34, nada en aguas abiertas, ciclea 40 km y trota 10 km en una competencia, que comprende el triatlón.

El calendario para representar al país de la Mitad del Mundo en Tokio se iniciará los primeros días de 2019 y culminará hasta mediados de 2020. La categoría de Vallejo no existe debido a su discapacidad, que es una amputación sobre la rodilla, pero por el pedido de entrenadores y atletas a nivel mundial les van a permitir competir en una categoría con las personas que tienen una amputación bajo la rodilla.

“Así va a ser un poco desigual la competencia pero no nos podemos quedar con la posibilidad de participar en un evento tan importante. Entonces lo que queremos es que yo sea el primer ecuatoriano que participa en un evento tan poco convencional en el país como el triatlón con discapacidad”, admitió Pablo, quien encontró en su familia -conformada por su esposa María José González, sus hijos (Joaquín, de nueve años y Alegría, de cinco) y sus padres- el impulso adecuado.

El deportista nacional, que tiene el respaldo de Nissan, analizó asimismo su desempeño en la temporada en la que participó en el Ironman de Manta, que contempla una distancia de 1,9 km de natación, 90 km de ciclismo y 21,1 km de atletismo; el tricolor cubrió el recorrido de la natación y una prueba de triatlón en Nueva York.

“Ha sido un año muy importante en el que conseguimos cosas interesantes en el ámbito deportivo. Estamos empezando como dice mi entrenador (Alexander Salazar) pero más relevante y como  logro fue conseguir la clasificación técnico funcional dentro del paratriatlón que me permite plantearme como paratriatleta y participar oficialmente en pruebas regionales e internacionales”, resaltó el competidor nacional.

En Nueva York terminó en tercer lugar de su categoría con un tiempo de 3 horas y 50 minutos; y en el Ironman, junto con el equipo Romp Actitud Sport -integrado además por Sebastián Carrasco, quien utiliza una silla de ruedas y David Krupa, también con una amputación- finalizaron en el segundo puesto.

Vallejo envió un mensaje  para los deportistas con discapacidad a que no dejen de practicar la actividad física en 2019 y que no desmayen en sus metas. (I)