En 2013 fue campeona mundial sub-17 en Uzbekistán, en 2014 se colgó la plata mundial juvenil en Rusia
Neisi, prospecto de podio olímpico
Dicen que después de la tormenta viene la calma, pero en el caso de Neisi Dajomes, luego del desmayo llegó la medalla de plata en la categoría 69 kilos del torneo de levantamiento de pesas de los Juegos Panamericanos Toronto 2015.
Del susto a la felicidad. Julio Arteaga, presidente de la Federación Ecuatoriana de Levantamiento de Pesas y excompetidor, admitió haberse asustado con la caída de la deportista, aunque ese tipo de reacción suelen tener los halteristas.
“A este efecto nosotros le decimos el prearranque, pues esos mareos se producen por los nervios de participar”, explicó.
Enrique Chávez, médico de Concentración Deportiva de Pichincha (CDP), detalló que la reacción de Neisi pudo deberse a una hipertensión arterial en razón del elevado peso que soportan los exponentes.
Eso puede provocar dolor de cabeza, mareo, náusea, vómito, incluso incontinencia urinaria y hasta defecación a causa del puje que imprimen los deportistas.
En fin, lo importante es que a punta de ‘ñeque’, la amazónica, nacida en Lago Agrio (Sucumbíos), pero federada por Pastaza, consiguió el mérito más grande de su existencia: ganar una medalla de plata en unas justas continentales absolutas siendo todavía una cultora juvenil.
Son pocas las historias en el país de deportistas juveniles con presencia en un podio sénior, pero Neisi, con solo 17 años, lo hizo. El hecho le hizo recordar al directivo la primera vez que la vio en 2013, cuando sumó tres medallas de oro en el Mundial Sub-17 que se celebró en Uzbekistán.
“Supe enseguida que se trataba de un prospecto con potencial envidiable. Tiene muy buena técnica y estoy contento por lo que le está dando al país”.
Pero fuera del talento para subir pesas, la adolescente es una chica sencilla, que proviene de un hogar humilde. Walter Llerena, presidente de la Federación Deportiva de Pastaza, recordó en su momento cuando, al no tener dónde quedarse, acogió en su casa a Neisi y a su hermana menor, Paola, quien también incursiona en la disciplina.
Esta circunstancia se debió a que ambas residían en la parroquia Shell (cantón Mera), a 8 kilómetros de Puyo, la capital provincial y donde están ubicadas las instalaciones de entrenamiento.
El nexo entre la ahora subcampeona panamericana y la halterofilia comenzó cuando ella y otros chiquillos se presentaron en un gimnasio de Shell y comenzaron a frecuentar las prácticas. Eso ocurrió hace 6 años.
Arteaga agregó que, como es normal, el talento sin responsabilidad no serviría para mucho. Por eso ella divide muy bien su tiempo para atender los entrenamientos y los estudios en un colegio local.
Ayuda mucho que el establecimiento le proporcione los permisos para que siga las competencias sin mayores preocupaciones. Luego de ellas, sus profesores y compañeros colaboran con ella en las nivelaciones y tareas.
Su madre, Orcelina Dajomes, colombiana que se radicó hace más de 2 décadas en el país, comentó a su turno que Neisi es una bendición, ya que la ayuda con las necesidades del hogar y con las de sus otros 4 hijos, sin contar a Paola.
Es una adolescente tranquila, de corazón generoso, que siempre está pendiente de su familia. Orcelina rememoró cuando hace pocos años tenía que vender comida para cubrir los gastos de la casa.
Amante de los selfies, que suele compartir en su página de Facebook, Neisi Patricia Dajomes Barrera se alista para su siguiente reto: el Campeonato Panamericano Prejuvenil que se efectuará en México, en septiembre.
Ese será un escalón más en su objetivo principal: adjudicarse un boleto a los Juegos Olímpicos de 2015 en Río de Janeiro. Julio Arteaga citó que las Olimpiadas del próximo año servirán para foguear más a la atleta y apuntar hacia una medalla olímpica o mundial sénior en los próximos 4 años.
Por el momento, gracias al Plan de Alto Rendimiento del Ministerio del Deporte, Neisi se beneficia con la beca B, recibiendo $ 1.416 al mes, por lo que cuenta con todo lo necesario para su preparación. (I)