El delantero uruguayo Luis Suárez llegó a su país la madrugada de ayer, después de ser expulsado del Mundial y sancionado por la FIFA por morder a Giorgio Chiellini en el partido Uruguay-Italia. El jugador arribó en un vuelo privado pasadas las 05:00 y fue llevado a la casa de su madre, en el departamento de Canelones, al sur de Uruguay.

Desde el jueves por la tarde, cientos de personas se congregaron en el aeropuerto internacional de Carrasco para darle la bienvenida al jugador, idolatrado en su país, con banderas de aliento y carteles como ‘Luis, todo Uruguay está contigo’.

Hasta el presidente José Mujica se acercó al aeropuerto para respaldar al jugador, pero tras informarse sobre el atraso del vuelo se retiró. Mujica había indicado más temprano a periodistas en tono irónico: “El Mundial se pone peligrosísimo. Cuando más nos pegan, peor es. Pobrecitos. Imagino la bronca de los muchachos”, dijo en alusión a los futbolistas ‘celestes’.

La FIFA suspendió a Suárez por 9 partidos oficiales y 4 meses de cualquier actividad vinculada al fútbol. El jugador había vuelto a las canchas pocos días antes, ante Inglaterra, tras una operación de meniscos.

Chiellini consideró ayer excesiva la sanción impuesta al delantero uruguayo por el incidente. “Siempre he creído inequívocas las medidas disciplinarias por parte de los órganos competentes, pero al mismo tiempo considero excesiva la sanción propuesta”, escribió Chiellini en su página web oficial.

“Ahora mismo mi pensamiento está con Luis y su familia porque están afrontando un período realmente duro”, añadió el defensa de la Juventus. “No siento ningún tipo de alegría, enfado o sentimiento de venganza hacia Suárez por un incidente que ocurrió en la cancha y ya pasó”, afirmó Chiellini.

Por su parte, el seleccionador de Uruguay, Óscar Washington Tabárez, anunció ayer su renuncia a la Comisión de Estrategia de la FIFA, disconforme con la sanción. “Siento que debo alejarme de ese cargo porque dentro de la FIFA hay personas que presionaron para que Suárez fuera sancionado con severidad excesiva. Esas personas manejan valores y procedimientos muy alejados de los que yo creo tener”, dijo el entrenador uruguayo.

“Próximamente cumpliré con los trámites administrativos necesarios para la renuncia”, puntualizó.