La juventud belga va tras su consolidación
Bélgica contra Estados Unidos, los renovados ‘diablos rojos’ frente al entusiasmo norteamericano, oponen hoy en el Arena Fonte Nova su objetivo de lograr una plaza en los cuartos de final del Mundial.
Los europeos llegan a octavos con el total de puntos (9) de la primera ronda y un déficit de juego. Estos ‘baby diablos’, el equipo más joven en octavos -tienen un promedio de edad de 25 años- han sido más pragmáticos que brillantes, han ganado todos sus partidos (ante Argelia, Corea del Sur y Rusia) por el mínimo margen pero sin desplegar el juego que les supone por la calidad de sus futbolistas.
Pero eso es algo que, por el momento, no le incomoda al técnico, Marc Wilmots. “Si me dan a elegir entre jugar bien y no pasar la fase de grupos o ganar todos los partidos y conquistar el Mundial la respuesta es clara. Tengo claro que yo no he venido aquí a contentar a la gente que va al estadio”, dijo el técnico, luego de que escuchara algunos silbidos por el juego de su equipo.
Estados Unidos, por su lado, opone entusiasmo y el carisma de su director técnico, el alemán Jürgen Klinsmann, que parece convencido de cuál es el mensaje que quieren oír sus seguidores. A Klinsmann, campeón del mundo en Italia 1990 como jugador y tercero como entrenador en Alemania 2006, se le recriminó que admitiese, en una entrevista con el New York Times, que “no era realista” pensar que Estados Unidos podía ganar el Mundial.
Los de Klinsmann llegan al juego de hoy como el segundo equipo con menos posesión del balón en el torneo y el segundo que menos ataca. Además, enfrente tendrán a Thibaut Courtois (arquero belga), que no ha recibido más que un gol -y de penalti- durante el torneo. El técnico alemán ubicaría a Clint Dempsey como único delantero.
Los problemas de Wilmots en Bélgica están en la defensa. El técnico perdió al lateral Van den Borre, con una fractura de tibia, Vincent Kompany arrastra molestias musculares y Thomas Vermaelen se recupera de una contractura que sufrió en el último partido.