Advertidos por la goleada que Alemania le había propinado a Brasil el día anterior, Holanda y Argentina salieron a ser cautos y, naturalmente, en el partido se destacaron –sobre todo en el segundo tiempo– las atajadas y las salvadas de defensas en el último momento.

Tanto así que ningún tiro al arco peligroso logró llegar limpio a las manos del arquero holandés Jasper Cillessen y del argentino Sergio Romero.

Una de ellas se produjo a 3 minutos del final del partido, cuando un acelerado Javier Mascherano alcanzó a desviar con la punta del botín el remate que sacó Arjen Robben cuando por fin pudo hilar una entrada en solitario al área argentina.

Con un Enzo Pérez que logró suplir la falta del lesionado Ángel Di María y crear ataques por derecha, Argentina tuvo volumen de ataque, pero padeció los mismos problemas de su rival: ingresar al área no era una opción.

Siempre un pie oportuno

Quizás atados a la necesidad de cuidarse del calor, los delanteros holandeses no vieron oportunidades en el primer tiempo. Mientras, del medio campo ‘oranje’ para atrás, los hombres de Van Gaal esperaban con un 6-3-1 dedicado a contener a Lionel Messi y compañía. El recuperado Nigel de Jong le dio otra cara a Holanda, cuyo ritmo iba imponiendo también el ritmo del partido: con intenciones defensivas en el primer tiempo, al contragolpe en el segundo, y en la prórroga, por fin, lanzados al ataque.

En los últimos 30 minutos, el partido se volvió de ida y vuelta. La cantidad de oportunidades lo atestigua: una escapada de Messi por derecha dejó solo al ingresado Maxi Rodríguez, detrás de una defensa que se había retrasado demasiado.

Cillessen, cuya calidad fue puesta en duda cuando fue reemplazado por Tim Krul para la tanda de penaltis contra Costa Rica en cuartos, por primera vez en el torneo fue puesto a prueba. Y ahogó el grito de Rodrigo Palacio cuando le atrapó un cabezazo en todo el centro del arco.

Así, entre ataques recíprocos, finalizó el partido con un 0-0 inamovible y Holanda llegaba así a encarar su segunda tanda de penaltis. Pero luego de hacer sus tres cambios, Van Gaal ya no volvió a tener la carta de Krul.

Desde la cancha Arena de Sao Paulo, el periodista argentino Walter Safarián escribió en su cuenta de Twitter que, mientras se preparaban, Mascherano le dijo a Sergio Romero: “Hoy te convertís en héroe”. Y lo fue. El arquero del Mónaco atajó los tiros de Ron Vlaar y Wesley Sneijder.

Jasper Cillessen no pudo sostener en los penales su buena actuación en el juego. No tapó ninguno. Y en el último (Maxi Rodríguez), cuando parecía que por fin bloqueaba algo, la fuerza del tiro le venció las manos, el balón golpeó en el travesaño y entró, al igual que Argentina a la final más repetida (3) en la Copa del Mundo, contra la Alemania que dirige Joachim Low. Por fin, una final mundialista tendrá a ‘Lio’ Messi.

“Queríamos ganar sin llegar a los penaltis”

“Nos vamos completamente satisfechos con todo lo que hizo el equipo, lógicamente nos hubiera gustado llegar a la final y ganarla. Esa es una tarea pendiente aún para esta selección”, dijo el estratega Louis van Gaal después de que la Naranja Mecánica quedara eliminada del Mundial Brasil 2014.

Según el adiestrador, la intención de la Oranje no fue llevar el partido a los penaltis, eso quedó demostrado cuando a los 96 minutos decidió el ingreso de Klaas Jan Huntelaar en lugar de Robin van Persie. “Todos esperaban que entrara Tim Krul para tapar los penaltis, pero nosotros queríamos ganar el partido sin la necesidad de llegar a esa instancia”, dijo.

“Este equipo está preparado para levantar la Copa”

Alejandro Sabella liberó toda la tensión que le produjo el partido de ayer ante Holanda gritando y abrazando a sus jugadores. “Este grupo merece esta felicidad. Pudimos ganar el partido en el tiempo reglamentario, pero Holanda es un gran rival, así son los partidos en los mundiales”, analizó el estratega con una evidente alegría que por momentos lo hizo llorar.

Antes de retirarse del campo de juego, el adiestrador ‘albiceleste’ destacó la entrega física y la fuerza mental que mostraron sus dirigidos durante los 120 minutos que duró el partido y en la tanda de penaltis. “Todos los argentinos deben estar convencidos de que en la final ante Alemania lo vamos a dejar todo en el campo de juego. Este equipo está preparado para levantar la Copa”, aseveró Sabella en medio del festejo.

Sobre la estrategia que utilizará para enfrentar a la ‘máquina alemana’ el DT aseguró que revisará junto con los jugadores todos los videos de los partidos germanos en este Mundial para identificar sus principales falencias.