El seleccionado dejará el fútbol activo tras 24 años de carrera, después de la copa
Faryd Mondragón romperá tres récords en el Mundial
Luego de pasar por 11 equipos en 8 países, el arquero de la Selección Colombia, Faryd Mondragón, romperá el récord como el jugador de más edad en un Mundial que mantiene Roger Milla, de Camerún, que disputó su último encuentro en estos certámenes en Estados Unidos (1994), el 28 de junio con 42 años, un mes y 8 días.
“Me llena de orgullo llegar a un Mundial con la edad que tengo. Hoy me siento más feliz que cuando me llamaron por primera vez al de Estados Unidos”, dijo Mondragón.
El portero colombiano de 42 años y 11 meses, borrará 2 marcas más de los libros de las Copas Mundiales. Quebrará el récord de 12 años como mayor período entre 2 Copas Mundiales disputadas, un apartado que le pertenece al suizo Alfred Bickel, quien jugó las citas de Francia 1938 y Brasil 1950.
La última presencia de Colombia en Copas Mundiales fue en Francia-1998, y Mondragón custodió el arco frente a Rumanía (0-1), Túnez (1-0) e Inglaterra (0-2), convirtiéndose en el mejor golero de la primera fase, según la FIFA.
Dieciséis años después, Mondragón vuelve a un Mundial, esta vez como segundo golero del seleccionado ‘cafetero’, un lugar que se ganó por experiencia, y premia su casi cuarto de siglo de carrera deportiva, tras debutar el 22 de julio de 1990 con el Deportivo Cali, su último club profesional.
El tercer récord será acumular 20 años entre la primera (Estados Unidos 1994) y la última presencia (Brasil 2014) en una Copa Mundial.
Mondragón ya había alcanzado una hazaña mundial con un récord no menor: es el único futbolista en la historia de este deporte que ha disputado 6 Eliminatorias mundialistas consecutivas (1994, 1998, 2002, 2006, 2010 y 2014).
Luego del Mundial de Brasil, el arquero de 42 años (cumplirá 43 durante el campeonato) dejará el fútbol activo luego de 24 años de carrera. Aunque el pasado 20 de abril, luego de un deslucido partido entre el Deportivo Cali y La Equidad -por la liga local-, Mondragón se despidió casi en silencio.