Los chilenos están poco acostumbrados a los triunfos deportivos, con escasas excepciones como la recordada generación dorada del tenis: Marcelo ‘Chino’ Ríos fue número uno del mundo en 1998 y Nicolás Massú campeón olímpico en los juegos de Atenas 2004.

Pero la historia futbolística chilena suma más fracasos que victorias. Hasta ahora, el gran logro es el tercer lugar obtenido en el Mundial de 1962 que organizó Chile. Por eso es que el 2-0 ante España el miércoles en el Estadio Maracaná de Río de Janeiro tiene un sabor especial.

El seleccionado que dirige Jorge Sampaoli no solo humilló al actual campeón del mundo, sino que lo eliminó del Mundial de Brasil. Chile ya está clasificado para la segunda fase, tal como ocurrió en 2010 en Sudáfrica. Su rival podría ser Brasil, Croacia o México.

El equipo chileno aún depende de sí mismo para evitar a los brasileños, favoritos para ganar el Grupo A. Si vence a Holanda este lunes en Sao Paulo, se clasificaría primero del Grupo B. Es tanto el optimismo que muchos creen que Chile puede avanzar aún más en el Mundial e incluso ser campeón del mundo. Los jugadores también lo piensan.

Horas antes del partido contra España, unos 4 mil hinchas se reunieron en el Paseo Ahumada, la principal arteria peatonal del centro de Santiago, para seguir el encuentro a través de una pantalla gigante. Apenas terminó el partido, otros tantos se dirigieron a Plaza Italia, el sector donde se celebran los triunfos políticos o futbolísticos en el corazón de la capital.

Este lugar es especial porque divide a Santiago entre el sector más pudiente y los barrios de menores recursos. Como es tradición, los hinchas festejaron hasta la madrugada y no solo en Santiago, sino que desde Arica a Punta Arenas, a lo largo de todo el país, incluida la Antártida. Toda la noche se escucharon bocinazos y miles de transeúntes pasaban eufóricos con banderas y camisetas de la selección chilena.

En las redes sociales la imagen que más circuló fue una fotografía de Arturo Vidal vestido como rey, haciendo alusión a su apodo (rey Arturo), pero también con un guiño a la abdicación de Juan Carlos en España. ‘Abdicaron’, fue otra de las frases que utilizaron los chilenos para festejar el triunfo, al referirse a la derrota española. En las principales ciudades chilenas se armó una suerte de carnaval, con la ‘Marea Roja’ -como se le dice a la hinchada de la selección- gritando de manera desaforada. Hubo gran fervor popular, pero también varios detenidos e incidentes. “El festejo estremeció al país”, señaló el diario El Mercurio.

Para el chileno esta victoria también sepulta los fantasmas de otro mítico partido que en Chile se conoce como ‘Maracanazo’ y que data de 1989, cuando el arquero Roberto ‘Cóndor’ Rojas protagonizó el mayor escándalo de la historia del fútbol al simular una herida y cortarse con un bisturí en pleno juego contra Brasil.

Ese hecho le valió un castigo de por vida, mientras que Chile no pudo jugar ni el Mundial de Italia en 1990 ni el de Estados Unidos 4 años después. La selección chilena volvió recién a un campeonato mundial en Francia 98. Pero esta generación es muy distinta a la de antaño, con jugadores que brillan en el extranjero, como el propio Vidal en la Juventus o Alexis Sánchez en el Barcelona.

Sampaoli, que ha continuado de manera exitosa el proceso iniciado por su compatriota Marcelo Bielsa, conoce bien a este equipo. Jugadores como Vargas, Aránguiz, Mena y Díaz fueron dirigidos por él en Universidad de Chile, campeón de la Copa Sudamericana en 2011. Sampaoli ya había saboreado una victoria histórica en el Maracaná, cuando la ‘U’ se impuso 4-0 a Flamengo en ese torneo.

El miércoles en el Maracaná hubo cerca de 40 mil chilenos en las tribunas y otros 10 mil se quedaron sin tiques. Es tanta la euforia que sienten algunos chilenos que un grupo de fanáticos sobrepasó las medidas de seguridad e ingresó por el sector de la prensa. Más de 80 chilenos fueron detenidos y serán deportados de Brasil, algo que avergüenza a la mayoría de la fanaticada en Chile. Este fue el episodio negro de la jornada.

El triunfo ante España también coincidió con los primeros 100 días de gobierno de Michelle Bachelet. Tras el partido, la Presidenta se asomó por un balcón del palacio presidencial de La Moneda para saludar a la prensa. Apareció vestida con una chaqueta roja, como la de la selección, y una bufanda con el emblema nacional. “Esta era la medida 57”, dijo en tono de broma y aludiendo al triunfo, ya que poco antes se habían anunciado los 56 logros que ha tenido su gobierno en apenas 3 meses de gestión. “Estamos muy felices. Es un día histórico”, complementó poco después el vocero presidencial. Chile festeja, por ahora.