El pago del traspaso de José Angulo desde al Independiente del Valle al Granada CF ha comenzado a escribir el triste epílogo de un caso con tintes de tragedia griega.

Tras confirmarse el positivo por cocaína del joven futbolista ecuatoriano, fichado en agosto por $ 5 millones, el club español se ha dedicado a borrar cualquier huella de sospecha que pudiera vincularle de algún modo con el caso.

Primero dejó en suspenso el contrato firmado, días después, antes incluso de conocer el resultado del contraanálisis, borró su ficha de la página oficial del equipo y ahora entiende que no tendrá que abonar al Independiente ni un centavo del importe acordado para su llegada al Granada.

Todo de forma tan drástica y unilateral que la entidad del Valle ya ha anunciado que presentará batalla para no quedarse sin el dinero y con un jugador de 21 años que no podrá volver a jugar, al menos, hasta 2018. El club español no ha querido responder a la protesta formal del Independiente y ha decretado un “apagón informativo” sobre el caso que deja a Angulo en un “limbo” jurídico excesivamente peligroso.

Centrado en la Liga, el cuerpo técnico granadino ha cubierto con 3 nuevos jugadores la “desaparición” de su fulgurante estrella, mientras su directiva se lava las manos al considerar que el positivo de Angulo se produjo cuando aún pertenecía a la entidad ecuatoriana y que el futbolista ni siquiera llegó a debutar con su nuevo equipo.

Su positivo lo volteó todo y la flamante contratación se trasformó para el club en una herida que había que saturar de inmediato. Así de descarnado es el fútbol. Más allá de contratos, vigencias y legalidades, el futbolista solo espera conocer quién le abre los brazos para los 2 próximos años.

No existe un periodo en el que la Conmebol deba emitir la sanción oficial a la que tendrá que acogerse el goleador ecuatoriano. Uno de los casos más recientes, en relación con un doping por cocaína, es del argentino Brian Fernández (Racing Club), que dio positivo el 10 de mayo de 2015 en la fecha 12 del torneo argentino.

El jugador fue suspendido provisionalmente el 9 de julio de 2015, pero el Tribunal de Disciplina del ente del fútbol sudamericano emitió el comunicado recién el 27 de octubre. Sin embargo, la suspensión por 2 años que le dieron arrancó desde el 9 de julio.

En cuanto a Fernández, el Tribunal acordó que cuando cumpla el primer año sin actividad, el segundo año quedaría suspenso y él ya podría jugar, con la condición de someterse a controles mensuales de dopaje. Justo al cumplir un año sin actuar, en julio pasado, el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) extendió 6 meses más su castigo porque dio positivo en otros 2 posteriores controles. Es decir, recién reaparecería en enero de 2017 y no se sabe si volverá a jugar en Racing.  

Todas las decisiones del Tribunal Disciplinario son recurribles ante la Cámara de Apelaciones de la Conmebol y el ‘Tin’ podrá hacerlo cuando se conozca su pena. (I)