El “maracanazo” aún persigue a la afición brasileña
Los fantasmas del recordado “maracanazo” (1950) vuelven hoy a Brasil. Esta vez el escenario no será el mítico Maracaná, sino el moderno estadio Mineirão (Belo Horizonte).
Brasil y Uruguay reeditan hoy (14:00) un partido cargado de historia no solo a escala continental sino también global.
Pese a los cinco títulos mundiales que tienen en sus vitrinas, los brasileños nunca han conseguido borrar el indeleble recuerdo de la derrota 2-1 ante Uruguay en la final del Mundial de 1950, en un recién inaugurado Maracaná, con 200.000 espectadores en las gradas.
El seleccionador uruguayo Óscar Washington Tabarez se encargó durante la semana de recordar que la “celeste” es una reconocida “aguafiestas” y hoy tratará de revivir la peor pesadilla que atormenta al autodenominado “país del fútbol”.
El portero brasileño Julio César, que sabe que Uruguay siempre suele ser un rival durísimo, puntualizó que en los últimos cruces entre ambos equipos en las fases finales de una competición oficial, en las ediciones de 2004 y 2007 de la Copa América, Brasil y Uruguay llegaron a la tanda de penaltis.
La última vez que se jugó el clásico, en 2009, fue un paseo para Brasil, que ganó por un contundente 0-4 en Montevideo por las Eliminatorias mundialistas.
Brasil llega al partido de hoy luego de ganar sus 3 encuentros y clasificar primero en el grupo “A”, donde convirtió 9 goles y solo recibió 2.
Por su parte Uruguay fue segundo en el grupo “B”, ganó 2 encuentros y perdió contra España. La selección “celeste” marcó 11 goles (8 a Tahití) y al igual que el equipo “carioca”, recibió 3 tantos.
En lo futbolístico, la selección brasileña alineará un equipo renovado (como lo ha hecho en todo el torneo), con varios jugadores que están dando aún sus primeros pasos en ligas internacionales, como es el caso de Neymar y Oscar.
Los grandes nombres de los visitantes (Uruguay), por su parte, ven ya cerca el ocaso de sus trayectorias. Tal es el caso del defensor y capitán del equipo, Diego Lugano, quien en declaraciones ha recordado las dificultades experimentadas en Eliminatorias para el Mundial 2014.
“El partido más importante que hemos jugado este mes es sin duda el de Venezuela. Lo teníamos todo para perder, y si perdíamos nos quedábamos fuera del Mundial. Seguramente habría sido el fin de esta generación. Esa es la verdad”, reconoció Lugano durante una rueda de prensa.
Con todos esos ingredientes históricos, Brasil tiene en mente el futuro, la final del próximo domingo, y para alcanzarla intentará poner en práctica el buen fútbol que ha dejado entrever en algunos momentos de la Copa Confederaciones.
La receta del técnico “auriverde” Luiz Felipe Scolari pasa por arrinconar a sus rivales con un inicio de partido muy intenso y dinámico, después atosigarlos con presión en el centro del campo y aprovechar la habilidad y movilidad de sus jóvenes talentos, en especial, de Neymar, elegido el mejor jugador de los tres partidos de Brasil.