El arquitecto de los “guacamayos”
El alcalde de Azogues, Eugenio Morocho, asumió la presidencia del equipo de la ciudad a inicios de año, tras la renuncia del ex principal Freddy Dután. Ahora divide su tiempo entre el Municipio y la escuadra “guacamaya”.
Es claro, espontáneo y preciso en cada idea que expone. Han pasado un poco más de tres meses desde que se hizo cargo del grupo al que denomina “su equipo favorito”, el Deportivo Azogues, que participa este año en la “B”. El plantel se ha convertido en su segunda prioridad, pues desde enero está a cargo de la titularidad del club, pero también otro objetivo es enrumbar a su ciudad hacia el desarrollo.
Morocho, es arquitecto, con 25 años en el ejercicio de esta profesión, inició su período como alcalde de Azogues en 2009. Desde esa época trabaja en el Municipio de la localidad, ejecutando obras en busca de mejorar el lugar que lo vio nacer el 24 de agosto de 1961. Proviene de una familia de ocho hermanos -tres mujeres y cinco varones-, en la que es el quinto. Más de tres sobrinos son sus colegas de profesión.
Realizó sus estudios superiores en la Universidad Estatal de Cuenca. Siempre priorizó su aprendizaje estudiantil, pues desde pequeño anheló ser arquitecto. Sin embargo, nunca descuidó la práctica del deporte, sobre todo del fisicoculturismo, la gimnasia y el atletismo. “El fútbol era mi quinto o sexto deporte predilecto”.
Ejerció su profesión apenas obtuvo su título superior. Luego acopló a su vida el oficio de académico y llegó a ser catedrático de las materias de urbanismo, física, dibujo técnico y artístico, geometría plana y descriptiva. Además de fomentar varios talleres y ejecutar proyectos junto con los alumnos de la Universidad Católica de Azogues.
También llegó a presidir el colegio de homólogos en su ciudad por 15 años y otros tres se desempeñó como vicepresidente del mismo organismo.
Recién en enero del año en curso dejó la enseñanza universitaria. ¿El motivo? La falta de tiempo, debido a la cantidad de trabajo que tiene en el Municipio de Azogues y en el equipo de fútbol más importante de la ciudad. “Pedí una licencia en la universidad para enero, febrero y marzo, porque tengo que velar por los intereses de la ciudad y del club. Espero retomar mis funciones como educador apenas ponga todo en orden en el Deportivo Azogues”, explica sonriente.
Su llegada al banquillo presidencial del conjunto “verde”, que militó dos años y medio en la serie “A” (desde mediados de 2006 hasta finales de 2008), se dio luego de que el ex presidente Freddy Dután renunciara por inconvenientes con el financiamiento de la institución.
Dos años antes, en 2010, ya había recibido la propuesta de manejar las riendas de los “guacamayos”, pero no aceptó, pues consideró que podía descuidar los hilos de la administración local. “Siempre dije abiertamente que no quería hacerme cargo del equipo, pero ahora que tengo dos años de experiencia en la Municipalidad sé cómo debo manejarme para cumplir con dos desafíos”, indica.
Considera que las dos instituciones pueden ser llevadas de la mano hacia el éxito. Por una parte, la entidad pública puede apoyar desde el aspecto administrativo y económico al equipo y éste, en cambio, aportar con el crecimiento turístico de la ciudad, con sus presentaciones a nivel nacional. Desde que tomó la batuta de las dos organizaciones trabaja 15 horas diarias. Inicia sus labores a las 08:00 y las finaliza a las 23:00.
Las últimas cuatro horas las dedica a la organización de aspectos relacionados con el equipo de fútbol y el resto lo direcciona a las obras y objetivos de la ciudad.
“Muchos me dicen que por qué no trabajo solamente hasta las cinco de la tarde, sobre todo por el estrés que puede causarme la labor en ambas instituciones, y yo les digo que para mí es placentero, porque las dos actividades me gustan”. En ambas responsabilidades está acompañado por personas de su confianza, ya que han trabajo varios años junto con él.
Por ejemplo, en la institución futbolística cuenta con el apoyo del ex presidente Dután, miembro de la comisión de fútbol, y del gerente del equipo, Javier Abad. “Recibimos asesoramiento, pero nosotros tomamos las grandes decisiones”.
Para este año, el conjunto que preside invirtió cerca de $ 500.000. A más del cuerpo técnico, contrató 18 jugadores, entre ellos los cuencanos Pablo Arévalo, José Granda, Raúl Alvarado e Israel Álvarez, los cuatro del Deportivo Cuenca.
Pero no solamente prevalece la materia deportiva en la institución “verde”, sino también el aspecto relacionado con la infraestructura, que está en marcha a través de la implementación de luminarias y una pantalla led de 5,5 de ancho por 6,5 de alto en el estadio municipal Jorge Andrade.
Las aspiraciones de la cabeza principal del Deportivo Azogues y alcalde de la ciudad recalan en el optimismo, pues con lo que cuenta anhela llegar a la serie “A” en el próximo año.
Hoy (11:30) el elenco “guacamayo” visita al Rocafuerte, en el estadio Alejandro Ponce de Fertisa, y el estratega brasileño Janio Pinto debuta esta temporada.
El Azogues tiene 3 puntos en las 6 fechas que se han disputado en el campeonato de la serie “B” y es último en la tabla de posiciones. Por su parte, los “cementeros” han acumulado 7 unidades y son octavos.
Hoy también juegan la Universidad Técnica de Cotopaxi vs. River Plate (16:00), Valle del Chota vs. Espoli (16:00) y la Universidad Católica vs. Imbabura (12:00).