Las pacientes oncológicas tienen intacta la belleza
Los familiares de pacientes, médicos y enfermeras caminan de un lugar a otro por los pasillos del Hospital de la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer (Solca). En las instalaciones de Guayaquil siempre hay ciudadanos que buscan asistencia para tratar una de las enfermedades que más aquejan a la población mundial.
Entre los afectados está un grupo de 12 jóvenes, entre adolescentes y adultas, que hizo una pausa a las consultas y tratamientos médicos para continuar con las actividades propias de las damas: embellecerse más.
El espacio de juegos infantiles de Solca se convirtió, esta semana, en una especie de salón de belleza. Las féminas se sentaron alrededor de una mesa rectangular, y con una mano sujetaban un espejo y con la otra un pincel.
Las pequeñas brochas llenaron de fucsia, celestes y verdes los rostros de las pacientes oncológicas. Ellas participaron en un taller especial que ayuda a mantener una buena imagen y que, además, eleva la autoestima de quienes están en el proceso.
Sara Palau, de 15 años, es un ejemplo de fortaleza y de ganas de dar batalla a las adversidades. Ella, quien padece de una afección en la tiroides, no faltó a la cita con una maquillista profesional.
La adolescente de ojos claros, cabellos rubios y sonrisa amplia, conoció recién algunos tips. Aprendió a difuminar los colores, diseñar sus cejas de color café y alargar sus ya pobladas pestañas.
Sara, quien está en tratamiento hace un año, por primera vez accede a este tipo de encuentros. Con suave y amable tono de voz cuenta que es nueva paciente, por ello aún tiene un tubo que sale de su cuello. “No puedo comer”, explica. No obstante, ella mantiene sus cuidados estéticos y opta por resaltar sus atractivos.
Sara Palau, quien sigue un tratamiento, hizo un alto a su rutina. Ella resalta sus ojos claros con sombras. Foto: César Muñoz / El Telégrafo
Dolores Granda, de 20 años, también acudió al llamado del automaquillaje. La joven de piel clara y ojos oscuros ahora ya sabe resaltar su mirada. “Me enseñaron a iluminar la cuenca de mis ojos”.
Las chicas se miran para ver cómo quedan con las nuevas combinaciones.
La Cámara de Cosméticos del Ecuador y la Asociación de Venta Directa organizaron la tercera edición de la capacitación denominada “Luzca bien, siéntase mejor”.
Según Andrea Mora, coordinadora del proyecto, este tipo de actividad ya se realizó en 25 naciones. Y en Ecuador se beneficiaron 4.500 personas, tanto mujeres como hombres.
Mora destaca que uno de los aspectos importantes es que se las orienta para que empleen productos de buena calidad y que sean hipoalergénicos, que no dañen sus pieles.
Las chicas al final de la jornada salen maquilladas y ahora ya conocen los colores que las embellecen más. (I)