Nueva York, Estados Unidos, esta semana es el epicentro de la diplomacia mundial, con la presencia de líderes de 193 países convocados a varias cumbres y a los debates de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), marcados por múltiples conflictos.

Particularmente hoy será la Cumbre sobre el Clima, convocada por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para incentivar compromisos vinculantes en defensa del medio ambiente y frenar el calentamiento global.

Esta nueva cita mundial, en la que participarán 125 jefes de Estado y de Gobierno será el primer intento desde la fracasada conferencia sobre el clima, realizada en Copenhague, en 2009.

De acuerdo al analista en ambiente de la BBC, Roger Harrabin, algunos países  pequeños presentarán nuevas ideas en el esfuerzo de contracción de carbono, “al hacer conciencia de la vulnerabilidad de sus propias economías en un mundo más caliente”.

En este grupo se encuentra Ecuador, por ejemplo, que nuevamente presentará su propuesta de Emisiones netas Evitadas. La tesis de Ecuador persigue que haya incentivos para los países que no contaminen y sigue la filosofía de pagar por conservar, al estilo del programa Socio Bosque, del Ministerio del Ambiente.

En la pasada Cumbre Climática realizada en Polonia (noviembre de 2013), Ecuador ya propuso esta idea. Además, solicitó que la reducción de emisiones llegue al menos al 40% por parte de los países industrializados y que los acuerdos adquieran fuerza legal.

Es decir, que los compromisos tengan carácter vinculante y sea posible demandar a un país por incumplimiento.

Mientras que los grandes actores contaminantes, es decir las potencias mundiales podrán “continuar con el juego del póquer climático, guardando sus ofertas hasta ver qué más hay sobre la mesa”.

Para Harrabin, no hay garantías de que la cumbre organizada por Ki-moon funcione, “pero al menos para los fatigados observadores de la política climática habrá un cambio”.

Los líderes mundiales se reunirán nuevamente en París en 2015 para llegar a un alianza base de cooperación, que los grupos ecologistas esperan se transforme en verdaderas acciones y estrategias contra el cambio climático.

¿Qué puede hacer por el planeta?

Al conocer sobre la nueva cumbre ambiental, miles de personas salieron a las calles el fin de semana para alertar sobre los peligros del calentamiento global.

La mayor manifestación se vivió en Nueva York, sede de la ONU, donde 300.000 personas marcharon en pro del ambiente. Otras ciudades se unieron a la iniciativa, desde Australia, Colombia o Nepal.

Más allá de las manifestaciones y las cumbres mundiales, organizaciones como la FAO urgen a los pobladores a tomar medidas propias contra el cambio climático y desde el hogar.

Por ejemplo consumir menos productos procesados y carnes rojas, que demandan gran cantidad de agua y recursos en su cadena de producción.

Otra forma de contribuir es el reciclaje de plástico y el de desechos orgánicos elaborando huertos caseros personales.