Rosa blanco, directora de la oei en chile
“Hay que cambiar el sistema para que acoja a todos por igual”
Rosa Blanco, directora de la oficina de OEI (Organización de Estados Iberoamericanos) en Chile, estuvo de visita en Ecuador como una de las 6 especialistas en el I Congreso de Educación Inclusiva realizado en Quito. Hizo un alto en su agenda para atender a Diario EL TELÉGRAFO y explicar a profundidad cómo la inclusión debe ser entendida desde una política educativa general, y no solo como la inserción de niños con discapacidad en las escuelas.
¿Aún en el siglo XXI se sigue confundiendo el concepto de educación inclusiva?
En general no se entiende bien a la inclusión, se piensa que es para los niños y las niñas con necesidades especiales y se confunde con el paradigma de la integración. La diferencia no está en el cambio de nombre sino de mirada, porque la integración es saber que hay diferencias, pero no cambia el sistema y son los niños los que tienen que adaptarse a la oferta educativa disponible dejando de lado su cultura, su lengua materna etc. La idea era preparar al niño para que encaje en este sistema y la mirada de la inclusión es lo contrario: hay que cambiar el sistema para que acoja a todos por igual y no solo a algunos.
¿Cómo debe ser entonces la verdadera escuela inclusiva?
Es pensar la educación desde otra perspectiva. Hasta ahora hemos creído que la educación es para un alumno estándar y para ellos se ha hecho una serie de programas y estrategias específicas. Por lo tanto, lo que teníamos era una educación para algunos y luego debíamos hacer ajustes para otros, y eso finalmente provocaba una segregación al interior del aula. Ahora hay que pensar de otra manera, que todos los niños son diferentes para aprender, tienen distintos ritmos diferentes de aprendizaje y diversos valores de referencia.
¿Están los docentes y la sociedad en general capacitados para asumir los cambios de inclusión educativa?
Nunca lo vamos a estar, porque la idea es acoger a los estudiantes e irse preparando a través de la experiencia. Esto es como ser padres, nunca se está preparado para esa tarea, y si pensamos así, entonces nadie tendría hijos. No hay que esperar a estar preparado, porque, si no, nunca cambiaría la situación, pero sí se necesita prepararse en el proceso.
¿Se requiere modificar la malla curricular que forma al maestro?
La educación inclusiva debe ser una competencia de todos los docentes y no solo una tarea de los profesores de educación especial, porque estamos hablando de niños que pueden ser de pueblos originarios, migrantes; estamos hablando de diversidad. Lo que se está haciendo en Chile, como en otros países, es que en las mallas curriculares de formación docente se incluya la atención a la diversidad como un eje transversal.
¿Cuál sería la mejor forma de enseñanza inclusiva?
En las escuelas hay que utilizar una estrategia de aprendizaje donde los niños aprenden no solo de los adultos sino también entre ellos, porque muchas veces aprenden más de su compañero. Esas son las estrategias del aprendizaje cooperativo, que permiten al profesor liberarse de cierto grupo de estudiantes para enfocarse en niños con dificultades.
¿Qué actividades forman parte de este aprendizaje cooperativo?
Se pueden utilizar métodos por proyectos o trabajos por sectores, el aprendizaje cooperativo emplea las técnicas de simulación y permite salir del aula para acercar a los estudiantes a su entorno.
Foto: Fernando Sandoval│El Telégrafo