Ayer, y a menos de una semana de la intervención integral en la Universidad de Guayaquil, fue presentado el modelo de gestión sistémica para procesos de mejoras continuas, el cual busca optimizar la calidad académica de la institución.

El plan fue expuesto con la presencia de miembros de la comisión interventora y de varios decanos y subdecanos de las facultades del centro de estudios, que plantearon sus propuestas para las mejoras.

Elizabeth Larrea de Granados, miembro del Consejo de Educación Superior (CES) y parte de la Comisión de Seguimiento Académico, explicó que el modelo ha sido implementado en las mejores universidades del mundo y que tiene como finalidad superar aquellas situaciones que comprometen la calidad de los distintos procesos académicos. “Este es un modelo que trabaja varios elementos, uno de ellos es la reconceptualización de la pertinencia del conocimiento... Una universidad en proceso de planificación tiene que tomar en cuenta esos núcleos de problemas para la constitución del Buen Vivir”, dijo.

Jorge Kalil, quien preside la comisión interventora, dijo que la presentación de este modelo representa “un hacia dónde vamos y, paralelamente, con el levantamiento de la información, nos va a permitir ver la realidad por facultades y carreras. Este encuentro permite socializar el camino por el que queremos llevar a la universidad y pedir información. Con base en eso tendremos un mejor diagnóstico”, dijo.

El decano de la Facultad de Comunicación Social, Kléber Loor, considera necesario trabajar en la selección de los encargados del curso de nivelación y en la carencia de la información de lo que son cada una de las carreras por facultades.

“Ahí hay un elemento que hace empantanar al estudiante que elegirá su carrera, por no contar con información concreta”, dijo.

Para el decano de la Facultad de Ciencias Económicas, Washington Aguirre, concentrarse en tres aspectos como el académico, administrativo e infraestructura académica científica permitirá el éxito de la implementación del modelo presentado.

“No se trata de no tener recursos sino de redistribución de los mismos. Dejar el gasto inútil y dirigirlo hacia lo que sí es útil”.

Según Kalil, la información que detallen los representantes de las facultades permitirá hacer un diagnóstico óptimo y elaborar un buen plan de mejoramiento y fortalecimiento de la universidad, cuya presentación sería el próximo 11 de noviembre.