En la industria automotriz mundial, a lo largo de la historia, se han dado hechos benevolentes a favor de la invención, el transporte y movilidad, gracias a la tecnología, convirtiéndose este sector en uno de los más importantes en generación económica y de ocupación laboral, esto debido a la producción y venta de automotores, así como a los servicios ligados a la industria en su posventa. De igual manera, han sucedido hechos que han afectado el desarrollo de las actividades de este sector.

En 2011, Japón fue víctima de un desastre natural, un tsunami de 9,0 en la escala de Richter afectó seriamente una parte del país asiático. Como consecuencia de este desastre natural el sector industrial en todo el mundo se vio afectado económicamente en marcas de origen japonés, decayendo de esta manera la economía de varios países industrializados que vinculan sus planificaciones financieras en relación al comercio y servicio del sector automotriz.

En el presente 2020, a raíz de la detección del covid-19 y la declaración de pandemia por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el mundo se enfrenta a otro evento catastrófico, esta vez con mayor impacto, atentando no solo a la vida del ser humano en todo su contexto, sino también a la capacidad logística y operativa de las cadenas de suministro globales de la industria automotriz.

Se pronostica tener una debacle de, aproximadamente, el 10% de la economía mundial en este sector productivo, que hasta el año anterior generó grandes ingresos económicos gracias a la fabricación de 91,8 millones de autos en todo el mundo.

En el país, según datos de la Asociación de Empresas Automotrices de Ecuador (Aeade), las cifras de la actividad del sector automotriz son muy significativas para la economía nacional.

Durante 2019 fueron $ 4.754 millones en facturación (4% PIB de Ecuador) que generó la dinámica de la industria y el comercio automotriz solo en el segmento de venta de vehículos nuevos; de $ 10 millones a $ 13 millones diarios en facturación promedio, siendo Quito la más consumista, con cerca de $ 4 millones por día.

Para el Estado significa un ingreso de más de $ 4,3 millones diarios en recaudación fiscal producto de la actividad y comercialización automotriz. Estas cifras, definitivamente, variarán este 2020, en función de la afectación del covid-19. (O)