En julio del año pasado, el presidente Rafael Correa, ofreció un almuerzo al cuerpo diplomático acreditado en Ecuador, como una forma de agradecimiento por la ayuda prestada tras el devastador terremoto del 16 de abril en la costa ecuatoriana. Un grupo musical amenizó el encuentro con diversas canciones del continente sudamericano, pero en un momento Correa se dio cuenta de que no se había interpretado ninguna melodía chilena. Así, el mandatario invitó al embajador Gabriel Ascencio y juntos interpretaron la famosa ‘Si vas para Chile’, hecho que fue destacado por los invitados a ese almuerzo, pero que también tuvo resonancia en la prensa chilena.

Los chilenos han seguido de cerca los procesos de cambios en la región en la década del 2000 y la elección de Correa en 2006 no fue la excepción. Precisamente, el mandatario ecuatoriano inició su gestión en enero de 2007, justo cuando Michelle Bachelet estaba cerca de cumplir su primer año en La Moneda. En coincidencia con la ola de profundas transformaciones sociales y políticas en el continente, que giró hacia la izquierda. A pesar de varias similitudes entre los procesos chileno y ecuatoriano,  Bachelet y Correa coincidirían nuevamente a partir de 2014 en el segundo mandato. Chile siempre se ha sentido algo ajeno e incluso aislado del resto de Sudamérica: se lo atribuyen a su condición geográfica.

Lo cierto es que a los chilenos no les gustan las comparaciones con otros gobiernos (sean de la tendencia que sean) y en ese sentido incluso los Presidentes de la Concertación, de centroizquierda, han evitado mostrarse demasiado cerca o con alianzas muy profundas con otras naciones de la región a pesar de la sintonía ideológica.

En ese contexto se entiende que a pesar de la gran sintonía que han mantenido Bachelet y Correa, la mayoría de chilenos sigue viendo a Ecuador como un país un tanto alejado. Sin embargo, lo que sí ha cambiado es que ahora hay coincidencia en que, más allá de las preferencias políticas, Correa le ha dado estabilidad y continuidad a un país que solía generar noticia por sus constantes cambios de Presidentes y quiebres democráticos. Al respecto, el analista político chileno Patricio Navia dice que más allá de los logros y fracasos, “Correa se mantendrá por siempre en la memoria de los ecuatorianos, porque marcó un antes y un después en la historia de los ciudadanos de ese país”.

El experto sostiene que “no hay que refundar Ecuador cada 10 años” y que en ese sentido no es positivo ni para el país ni para el resto de Sudamérica que los nuevos mandatarios lleguen a intentar refundar todo, sino que sería mejor concentrarse en optimizar lo que ya está y cambiar lo negativo, como ha ocurrido con la elección de Lenín Moreno. El concepto de Revolución Ciudadana se ha hecho conocido en Chile, como también es sabido que Correa  es un fan del conjunto musical Quilapayún. Aunque parece una mera anécdota, son este tipo de detalles los que calan hondo en la opinión de los ciudadanos respecto a otro país, como el caso de Chile y Ecuador.

A modo de balance de los 10 años de Gobierno, el analista Guillermo Holzman dice que después de un período convulsionado en Ecuador, aparece Correa y genera la nueva Constitución que tiene como eje el Buen Vivir con énfasis en los pueblos originarios y la idea asociada con la pachamama. El gasto fiscal fue muy positivo hasta que el precio del petróleo cae. Hay cosas positivas, como la disminución de la pobreza. Correa además decide no ir a la re-reelección”.

Cristóbal Lagos, analista político de la Universidad de Chile, considera que los ecuatorianos están contentos con las cosas que ha hecho Correa en estos 10 años. “Si uno revisa los datos de la deuda de los últimos 20 años, ahora no están en un período de mayor deuda. También hay que pensar que el 50% del PIB proviene del petróleo y que Ecuador va a pasar de un país que importaba energía eléctrica a exportarla. La economía funciona bastante bien. Correa tomó medidas para sortear la crisis, basta comparar la situación en Ecuador con el resto de naciones latinas. Es de los países que tienen menos desempleo de toda la región”. (I)