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Correa: “Nuestro principal logro es el cambio de actitud del ecuatoriano”

Correa: “Nuestro principal logro es el cambio de actitud del ecuatoriano”
02 de marzo de 2017 - 00:08 - Redacción Guayaquil, Andes y El Ciudadano

Los años 2015 y 2016 han sido los más duros para el Gobierno, porque en lo económico se dio una conjunción de factores: el derrumbe del precio del petróleo, la devaluación de las monedas en Colombia y Perú, el fallo a favor de la petrolera Chevron que obligó a pagarle una millonaria suma... y en abril de 2016 ocurrió el terremoto, que tuvo un alto costo en pérdida de vidas y daños materiales.

Así lo indicó el presidente Rafael Correa durante una entrevista con medios de comunicación de Manabí realizada la noche del miércoles. Aquí el Primer Mandatario hizo un balance de sus 10 años al frente del país.

“Teníamos previsto que estos dos años (2015-2016) serían de presión fiscal, por la culminación de proyectos estratégicos. Pero no esperábamos ese conjunto de factores. Pero sin paquetazos, sin triturar a los más pobres como se acostumbraba en el país, hemos superado la recesión”, señaló. Y recordó que esos momentos difíciles se afrontaron haciendo un ajuste. “Lo hicimos tan bien que la oposición dice que no hubo ajuste. Bajamos 6 puntos del PIB en reducción de inversión pública”.

Correa destacó la obra pública  que se ha hecho, aunque reconoció que todavía hay tareas pendientes, como más hospitales, más carreteras, escuelas, infraestructura educativa. “Es todo un proceso”.  Dijo que Ecuador es de los países de América Latina que más invierte en educación superior (cerca de 2 puntos del PIB).

Sin embargo, para el Mandatario su principal logro es intangible: el cambio de actitud del ecuatoriano. “Yo encontré un país desmoralizado, inmovilizado, desconcertado, con la autoestima por los suelos. Recuerden lo que eran el Registro Civil, la Policía, las aduanas”.

Sobre los resultados electorales, reconoció que muchas cosas están detenidas mientras se conocen los resultados de la segunda vuelta. “Muchos inversionistas me han dicho que esperemos al 2 de abril”. Y aunque le hubiera gustado ganar en primera vuelta, considera que el triunfo de Alianza PAIS es contundente “a nivel de binomio presidencial, a nivel de consulta popular, a nivel de Parlamento Andino y de Asamblea. Es un triunfo por donde lo vea”.

Afirmó que el candidato más fácil de vencer en segunda vuelta es Guillermo Lasso. “Nosotros esperamos ganar con dos millones de votos, lo ha dicho Lenín, pero no subestimamos a nadie. En todos los escenarios el candidato más fácil de vencer en segunda vuelta era Lasso y el más difícil Paco Moncayo”, puntualizó el Primer Mandatario. Para él sería contradictorio que los migrantes ecuatorianos que residen en el extranjero opten por la candidatura de Lasso, así como también sus familias que han vivido de cerca la partida de sus familiares a causa de la crisis económica.

Una de las ventajas con las que cuenta el Gobierno, dijo, es la “incapacidad y mediocridad de la oposición política ecuatoriana… ¿cuáles son las diferencias entre Lasso y el Partido Social Cristiano?, solo ambiciones e intereses personales”.

Dijo además que el legado que deja su gobierno es una transformación en obra física, presencia a nivel mundial y políticas de Estado que buscan la justicia social. “Lenín Moreno fue seis años vicepresidente y su carta de presentación es el Programa  Manuela Espejo (a favor de las personas con discapacidad), la de Jorge Glas es la transformación productiva y de la matriz energética; la carta de presentación de Guillermo Lasso es el feriado bancario”, enfatizó.

Reconoció que una derrota “sería un duro golpe para el humanismo y la justicia social en Latinoamérica, pero hay que seguir luchando… Así como hay problemas en ciertos gobiernos progresistas, sobre todo por el boicot de la reacción de los grupos de derecha, hay otros gobiernos progresistas extremadamente exitosos como el propio caso ecuatoriano, el caso boliviano o el caso uruguayo”.

Para la segunda vuelta, la estrategia será la verdad. “Nosotros no hacemos campaña sucia. Otra cosa es una campaña agresiva, diciendo la verdad”. También reconoció que se requiere un cambio de estilo. “Yo soy muy vehemente, muy confrontador. Se necesita a alguien más afable, como Lenín Moreno para evitar tanta división del país, tanta polarización, pero por el mismo sendero de la Revolución, de la justicia social, de la soberanía”.

El jefe de Estado, afirmó que seguirá trabajando hasta el último día de su mandato. “Seguiremos gobernando hasta el último día para dejar un país en marcha (…) dejaremos la mesa tena para el próximo gobierno y vamos a tomar las decisiones que deban tomarse con responsabilidad”, puntualizó. (I)

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