Presidente: El país cambió con el 30-S
Para el presidente Rafael Correa lo ocurrido el 30-S marcó un cambio en el país, puesto que la democracia salió fortalecida. “El país cambió el 30 de septiembre, el pueblo tomó una decisión por el Buen Vivir, no habrá bala ni conspiración que pueda contra esa voluntad popular”, expresó el mandatario durante una entrevista ofrecida ayer a Radio Pública.
Durante el diálogo, el Jefe de Estado recordó varios aspectos ocurridos ese día en que, según dijo, se intentó ejecutar un golpe de Estado. Contó las dificultades que atravesó junto con su personal de seguridad hasta llegar al hospital de la Policía Nacional y los intentos de grupos de uniformados sublevados de ingresar a la casa de salud por la fuerza.
Recalcó que pese a la difícil situación sentía una profunda serenidad. “Hubo momentos en que pensábamos que íbamos a morir”, reconoció tras señalar que si pasara de nuevo volvería a actuar de la misma manera, sin claudicar, pues considera que en situaciones de riesgo guarda mucho la calma.
Otra de sus reflexiones fue que con estos hechos se aprende a apreciar más la vida, aunque aseguró no temer a la muerte. “Temo dejar a mi familia, dejar inconclusa la obra”, reconoció.
Para él la gran mayoría de los policías respalda la democracia y solamente fueron unos 1.000 uniformados quienes participaron en la revuelta de los 40.000 que tiene la institución. “Hay sectores retrógradas de la Policía, que aunque son minorías, aún existen, auspiciados por partidos, policías en servicio pasivo, además de los medios de comunicación; esos mil dieron muestra de una cobardía usando las armas que les dio el pueblo”.
Advirtió que aún existen grupos de agitadores en los servicios pasivos y activos de la institución policial, que hacen circular pasquines en los cuarteles. “La nueva forma de desestabilizar no es con bombas ni balas sino con mentiras”, reiteró el Mandatario.
De todas formas, aseguró que la Policía está mucho más consolidada después de tres años de lo ocurrido, pues incluso muchos sintieron vergüenza por lo que hicieron sus compañeros.
Según su criterio, ya no es concebible, al menos en América del Sur, los golpes de Estado tradicionales con intervención de las Fuerzas Armadas como ocurrió con Honduras, sino que ahora es posible con las mentiras de los medios de comunicaciones sublevar a la gente y luego con políticos oportunistas cambiar al Presidente.
Aprovechó también para criticar lo que consideró manipulación y censura previa de los medios de comunicación del país, ya que al conmemorarse ayer tres años de lo ocurrido en el 30-S no lo consideraron relevante en sus páginas, pese a que en esa fecha se registraron cinco muertos y decenas de heridos.