Camilo Ospina, exministro de Defensa del Gobierno de Álvaro Uribe, sostiene que Ecuador debe mejorar su sistema de información con acciones de inteligencia para “atacar” militarmente de forma efectiva.

Ospina refiere que actualmente está “descuidada” la zona fronteriza de Sucumbíos, por donde, según dijo, pasan desapercibidos.

¿Cómo entender el problema de seguridad en la frontera con Colombia?
Ecuador ha sido un paso de tránsito de insumos hace 30 años; la frontera más débil no es la del Pacífico, es la de Sucumbíos porque las FARC durante mucho tiempo han organizado puntos de control a lo largo del Río San Miguel. Ahí hay puntos de apoyo de control territorial.

Ellos, con lo que pasó, están tratando de asegurar las zonas por las que han transitado. Lo que están haciendo es un error, “Guacho” va a obligar a movilizar a las FF.AA. y policías. E hizo algo que un mafioso no haría, que es pasar desapercibido, como lo hacen allá. ¿Quién habla de Sucumbíos? Nadie.

¿Qué hay de las amenazas de bombas que se han presentado en los últimos días?    
Eso es tratar de infundir terror a la población, entonces yo les diría que no les crean, ellos no tienen la capacidad de volar 10 colegios, ni la corte, solo  tratan de presionar al Presidente para que negocie. Ellos están cañando, eso es una expresión en Colombia para decir que están sobredimensionando su fuerza. Y no la tienen.   

¿Entonces cómo se combate?
Con infiltraciones, con inteligencia. Más poderosa es una chica de 20 años que un ejército. No los vas a ubicar en un día, en dos o tres. Es un tema de tiempo.

Los neutralizas en la medida en que los ubicas y los conoces cómo funcionan. Una vez que sabes eso, ellos en algún momento tienen un punto débil y en ese momento haces un ataque masivo. Por ejemplo ellos tienen que comer, comprar mantas, cambuches; ellos necesitan implementos y tienen dinero.

¿Cómo involucrar a la población?
Intervenir de forma drástica, mostrar a la población que es el Estado el que maneja las cosas. La obra social es muy importante, pero no puedes perder de vista la realidad. (I)