En el centro de la ‘Hidalga ciudad de León’, como se conoce a Latacunga, en la provincia de Cotopaxi, hay edificios, calles e iglesias cuyas construcciones de corte colonial guardan el encanto de épocas pasadas.

Este patrimonio arquitectónico lo convierte en uno de los centros históricos más emblemáticos del país, tanto que fue reconocido, en 1982, como Patrimonio Cultural.

El casco colonial está ubicado entre las calles Félix Valencia, Quijano y Ordóñez, General Maldonado y Quito.

Las construcciones donde habitaron los marqueses de Maenza, establecidos en el siglo XVII, se hallan intactas. Parte de las edificaciones funcionan como oficinas municipales que promueven la cultura y el turismo, mientras que la otra mitad es el convento de las Hermanas Betlemitas.

Varios edificios como este rodean el parque Vicente León, por ejemplo, la construcción donde funciona la administración municipal. Este fue tallado y ornamentado con piedra pómez al puro estilo neoclásico. Según consta en los registros históricos, su edificación tomó 26 años, de 1910 a 1936.

En el otro extremo, en la calle Quito, se encuentra el inmueble donde funcionaba la Gobernación de Cotopaxi. Esta construcción tiene más de 100 años y, al momento, está en fase de remodelación, porque allí funcionarán algunas entidades gubernamentales.

En dirección al sur, en la calle Quijano y Ordóñez, se levanta la antigua fábrica de Pólvora y la antaño Casa de Artes y Oficios, que, hace unos años, se convirtió en sede de la Universidad de las Fuerzas Armadas (Espe).

El inmueble fue edificado entre arcos y piedras. Se encuentra ubicado cerca del negocio conocido como la ‘Hueca de las chugchucaras’. Este último es un conjunto de 7 restaurantes especializados en la preparación de este plato típico.

Esta zona es muy concurrida. El agradable olor de las chugchucaras cautiva los sentidos. Fritada, maduro frito (plátano), empanadas de mejido, mote, chicharrón, cuero, tostado, canguil y ají complementan el plato de chugchucara cuyo valor asciende a $ 7.

Después de saborear este plato, el visitante puede recorrer la ruta de las 7 Iglesias entre las que destacan San Francisco, localizada en el barrio del mismo del nombre y que fue construida en 1556. El terremoto de 1698 afectó su estructura, pero aún conserva su encanto colonial.

El templo de la Merced, terminado en 1640, se erige sobre un plano de cruz latina y tiene una nave con 2 cruceros. Se destacan su cúpula y campanarios. Fue reconstruida después del terremoto de 1797.

Esta iglesia debe su nombre a la ‘patrona del volcán’, como se conoce a la imagen de la Virgen de las Mercedes que, según cuenta la leyenda, protegió a los latacungueños de las erupciones del volcán Cotopaxi.

Por este motivo, los festejos de gratitud empezaron en 1742 y con el tiempo derivaron en el popular desfile de la Mama Negra.

Años después, cuando el centro de Latacunga se definió en los alrededores del parque Vicente León, el barrio La Merced se convirtió en una suerte de periferia que agrupó al comercio formal e informal.

En el centro de esta ciudad también se destaca la iglesia de San Agustín que data de 1579 y tiene una clara influencia neoclásica.

Sus columnas circulares con capitel jónico y un terminado en cornisa llaman la atención de los turistas. La piedra pómez aporta belleza a las pilastras que soportan los arcos en los 2 pisos.

Loreta Abascal, turista española, llegó por primera vez a Ecuador en un tour que contemplaba un recorrido por las Islas Galápagos y por 3 ciudades a elección. La europea, de 45 años, decidió visitar Latacunga por recomendación de un familiar que viajó por Latinoamérica.

“Me gustó como en una ciudad tan pequeña hay tantos atractivos turísticos. Se nota claramente la influencia de nuestros antepasados en las construcciones”, comentó.

Las iglesias de El Salto (1798), San Sebastián (1561), Santo Domingo (1608) integran también este recorrido religioso y artístico. En la plaza donde está situado este último templo, los visitantes se encuentran con un mercado artesanal, pues hace más de 10 años varios migrantes de Otavalo (Imbabura) se alojaron allí y desde entonces comercializan tejidos de lana de alpaca y las más variadas artesanías.

Uno de los comerciantes es Luis Humberto Morales, quien vive en Latacunga desde hace 7 años. Dice sentirse acogido y define al latacungueño como educado y cordial, y, aunque extraña su tierra, declara que ya no quiere abandonar la ciudad y que se siente un auténtico ‘mashca’.

A 2.850 m s.n.m. se levanta esta ciudad, cuyo centro histórico fue declarado Patrimonio Cultural del Ecuador. Sus edificaciones y monumentos hoy lucen renovados en las 25 manzanas que integran el área colonial. Estas edificaciones, que se iluminan durante la noche, invitan a un recorrido por la historia de esta urbe.

Para impulsar más esta zona y atraer a los turistas, la Municipalidad y el Ministerio de Turismo ejecutaron un plan de señalización. En los recorridos, la primera parada es el parque Vicente León, el corazón de la ciudad. Allí se levanta La Catedral, edificada a mediados del siglo XVII, y el Palacio Municipal, en cuya construcción se utilizó piedra pómez.

Llegar a esta ciudad emplazada en la Sierra centro, es fácil, basta con tomar un bus en cualquier terminal terrestre.