La polémica  y los escándalos parecen ser el sello del productor Harvey Weinstein.  Luego de estar en la mira mundial por las múltiples acusaciones de acoso sexual por parte de actrices y aspirantes de la industria, ahora su nombre está envuelto en los ‘paradise papers’. 

La investigación continúa en la revelación de celebridades que desarrollaron actividades en paraísos fiscales. El nombre del productor se une al de la actriz Nicole Kidman y el cantante Justin Timberlake, quienes también se encuentran en la lista, de acuerdo a medios internacionales.

El mundo de la música y el cine ya estuvo salpicado con nombres como Bono, cantante de U2, Madonna y la colombiana Shakira.

Ahora se conoce que tanto Timberlake como Kidman tienen sociedades offshore en las islas Bahamas.

 Hace 2 años, el rapero registró una empresa “destinada a la compra de bienes” en la isla.

Primero la adquirió en EE.UU. y tiempo después cambió su sede para reflejar que era extranjera, un procedimiento similar al seguido por la actriz.

En el caso de Weinstein las operaciones se desarrollaron en las Bermudas. Al igual que Madonna, el productor, en 2001, adquirió participaciones -en torno a unas 2.000- de la compañía médica Scientia Health Group.  

Red de espionaje

Weinstein se encuentra en una situación de suspenso, como si fuera una de sus películas, mientras las investigaciones continúan con acusaciones graves, entre ellas, el testimonio de la actriz Paz de la Huerta que testificó fue violada por el productor en 2010 por lo que podría ser detenido.

A esto se incorpora la revelación de que Weinstein contaba con un ejército de espías para intimidar a sus posibles denunciantes.

De ese modo el productor pretendió protegerse de las denuncias de sus víctimas por acoso sexual.

El diario estadounidense The New Yorker fue el que destapó esta trama formada por detectives, abogados y reporteros, preparados por si alguno de los afectados decidía ‘cantar’ algún día.

El aparato de intimidación obtenía la información necesaria para presionar y si era necesario poner en situaciones comprometedoras a los acusadores.

Así los trabajadores de Weinstein   chantajearon a las víctimas para evitar que hablaran. Sin embargo, la trama de Weinstein no ha parado la oleada de denuncias y acusaciones que salieron a la luz.

La red de Weinstein estaba integrada por 2 compañías especializadas en servicios de inteligencia, Kroll y Black Cube, que a su vez era conformada por varios veteranos de las “unidades de élite de los servicios israelíes”. 

 A la par del equipo de espionaje,  Weinstein disponía de un grupo de abogados que mediante “pactos de confidencialidad y acuerdos económicos” conseguía acallar a los demandantes y evitar que las víctimas “dieran un paso adelante”, según  The Hollywood Reporter.

En este plan invirtió fuertes sumas de dinero.

“Tras un año de esfuerzos, la campaña de Weinstein para controlar y silenciar se ha derrumbado”, concluye Ronan Farrow, periodista que destapó los primeros casos de abuso del productor. (I)