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“Todo empezó cuando Ernesto Suárez me invitó a El Juglar”

“Todo empezó cuando Ernesto Suárez me invitó a El Juglar”
25 de junio de 2014 - 00:00 - Redacción Guayaquil

Se para al lado de una representación de la Copa del Mundo, la abraza y la besa; ella luce su cabello castaño largo y ondulado a la par de una camiseta que la mitad tiene los colores de Ecuador y la otra de Argentina. Esa es Che Paula compartiendo su alegría por la fiesta mundialista dentro de El Club de la Mañana’, espacio matinal de RTS.

Después de 15 minutos, la actriz Sandra Pareja, de 43 años, aparece como una dama, vestida de forma casual y con el cabello tinturado de rubio dorado que la hace lucir bronceada.

Cuando Pareja -quien aún es recordada por su papel de ‘La virola’ en ‘Mis adorables entenados’, empezó en la actuación a los 16 años, nunca pensó que eso se convertiría en su forma de vida y vocación.

Ahora, tras 27 años de trayectoria sobre las tablas ecuatorianas, mira al pasado y no puede hacer otra cosa que estar agradecida con las experiencias adquiridas en su vida. Asimismo, la actriz lleva cuatro años dentro del programa matutino en la que ha interpretado a varios personajes cómicos como Sarota, la reporterota; Sarita Piedad, Cerecia, Che Paula, entre otras.

¿Cómo ingresó al programa matinal y de dónde surgen sus personajes?

Entré a RTS con la serie cómica ‘Rosendo presidente’. Luego cuando inició Vamos con todo ayudé con el guion y algunos de los actores del sketch de ‘La escuelita’. Esa vinculación hizo que un día -hace un poco más de cuatro años- me preguntarán los productores de El Club de la Mañana si quería participar en el espacio, pero poniéndole el toque humorístico.

Así fueron surgiendo los distintos personajes, porque no soy solo yo quien los crea sino que todos los que integran el programa aportan con sus ideas para crear a tal o cual carácter.

Eso es en el tiempo actual pero, ¿cómo fue que se acercó al teatro siendo adolescente?

Es interesante porque al inicio no sabía que eso sería lo mío. En una ocasión salimos temprano del colegio y con unas amigas nos fuimos a pasear por la avenida 9 de Octubre.

Durante la caminata vi al actor Ernesto Suárez pegando afiches para ingresar a su compañía El Juglar. Me acerqué a saludarlo porque ya lo había visto hace 15 días en la obra ‘Jesucristo Superstar’. Me preguntó si quería pertenecer a la compañía que él dirigía y acepté. Lo bueno es que en esa época se apoyaba este arte, entonces, entré como becada, me pagaban por ir a practicar y hasta el pasaje para ir a los ensayos me daban. Así estuve en la agrupación desde el 2 de junio de 1984 hasta el año 1993.

¿Y cuál fue la reacción de sus padres cuando se enteraron que estaba estudiando actuación?

Bueno, mi madre crió a todos sus hijos, soy la séptima de nueve hermanos, así que en el poco tiempo que destinaba para cada uno, ella nos apoyaba en lo que hiciéramos. Por ejemplo, yo salía de ensayar a las once de la noche y aún así ella me esperaba en la parada del autobús aunque fuera tarde en la noche.

¿Qué la motivó a dejar El Juglar después de tanto tiempo?

Después de esos nueve años decidí que debía seguir capacitándome en actuación, así que me fui a estudiar Arte Dramático en Argentina hasta 1997, lo cual no solo me ha servido en mi carrera sino también para el área de la enseñanza. Igual desde antes de salir del grupo ya hacía trabajos escénicos por mi cuenta como cuando participé en 1989 con la obra ‘Por Diosito santo’, montada por Taty Interllige y Oswaldo Segura. Así fue como me vinculé más con el grupo La Mueca.

¿Alguna vez pensó que su personaje de Maribel ‘La virola’, que aparecía en ‘Mis adorables entenados’, llegaría a marcar su carrera?

De hecho no, Maribel surgió como un personaje secundario en la serie, realmente apareció a lo mucho en cuatro capítulos, pero no nunca imaginé que fuera un personaje que se quedaría grabado en la memoria de la gente.

¿Pero por qué ese impacto de su personaje?

Tal vez por cómo ella era, espontánea, como eran las personas en ese tiempo y se identificaban, tal como eran los demás personajes también. Y esa es y debe ser la esencia del teatro, que forma parte de la cultura de un pueblo.

¿Es tanta su pasión por el teatro?

Sí (ríe), con decirte que trabajo 364 días del año.

¿Descansa en fin de año entonces?

No, incluso en esa fecha he tenido que actuar. El único día que reposo es en Viernes Santo, aunque sea una vez al año debo dedicarle tiempo a Dios.

¿Cuál es su secreto para no perder la esencia, la chispa, dentro de la actuación después de 27 años?

No todos los días son buenos y soy un ser humano. Así como todos tenemos problemas, es parte del profesionalismo. Cuando tienes que comer, tienes que trabajar. El arquitecto puede tener un tropiezo en su casa, pero debe ir a terminar una construcción; o un doctor debe seguir operando. Igual pasa con el actor.

Entonces, ¿cuál es su motivación diaria?

No es una sola cosa, es una fórmula. Levantarse con la bendición de Dios, estar unido con tu familia, tener un propósito de vida, llevar el bocado de comida a tu mesa todos los días, y llegar a un público que te tiene que querer para que te siga viendo.

¿Qué dice su hija cuando la ve en televisión?

Mía todavía no sabe bien qué quiere o no, tiene 11 años, pero la televisión no le gusta aunque cuando tiene que hacer algo lo hace. Además solo dice: ‘Mamá, eres loca’.

¿Y si le sale con que quiere ser actriz?

Bienvenido sea, ella tiene que elegir su camino al andar.

Si pudiera llevar a las tablas un personaje que le guste, ¿cuál sería?

Uy, hay muchos. Pero creo que escogería a ‘la vieja Blanca’ que sale en la obra de José Paredes Litardo, ‘El Cristo de barro’ y que llevamos con La Mueca. Para esa obra hicimos mucha investigación de campo, literalmente fuimos campo adentro para ver cómo es el estilo de vida del pueblo montubio, recuperar parte de las tradiciones de nuestros pueblos.

¿Qué proyectos teatrales tiene en la actualidad?

Por ahora Oswaldo Segura y yo estamos enfocados en nuestra pieza ‘Pareja segura’ para llevarla a la televisión. Es una obra que ya la hemos presentado en varias ocasiones en el Teatro Del Ángel.

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