Pareja Segura celebra su función número mil en el sur de Guayaquil
Están sentados frente a frente. Los separa un escritorio. El teléfono suena. Mientras él ofrece la entrevista, ella contesta la llamada: “No, los niños no pagan, no si son pequeños y puede tenerlos en sus piernas durante la función”, se la escucha decir en medio de la voz de él, que entusiasmado describe la obra que ambos llevarán a escena el viernes.
“La gente siempre ha pensado que Sandra Pareja y yo somos algo. Lo que al principio me molestaba. No me gustaba que me confundan con esa cosa horrible”, continúa la entrevista Oswaldo Segura con una mueca cruel, mirando de reojo a su colega, que ya hace rato cerró el teléfono. De inmediato, suena una carcajada. Sandra, asimilando el golpe con la mirada gacha, sonríe también, en silencio.
Es una tarde más en el Teatro del Ángel y estos dos actores de La Mueca ofrecen un diálogo con la prensa en un ambiente en el que la camaradería es protagonista. Y sí... resulta inevitable volver a finales de los ochenta y verlos como Felipito y la Virola, los papeles con los que sus rostros se convirtieron en íconos del humor guayaquileño cuando fueron parte de la serie de culto Mis adorables entenados; para algunos, la mejor propuesta televisiva que se ha visto en el país.
La broma que le hace su compañero de toda la vida se deriva del puñado de años que tienen de amistad teatral. Se conocen desde que estaban en El Juglar, allá por los ochenta. “Nos relacionan porque toda la vida hemos trabajado juntos, suelta Oswaldo. “Tengo que soportarlo por amor al teatro”, dispara su venganza Sandra con otra carcajada que amortigua el golpe.
Tres décadas han pasado desde que se conocieron por desgracia, y pese a las bromas crueles y los comentarios cortopunzantes, Sandra y Oswaldo siguen teniendo química en las tablas, al punto de que este viernes ponen en escena una vez más La Pareja Segura, una de sus obras más exitosas, que por primera vez llega al sur de Guayaquil, en una función que tendrá lugar en el Teatro Centro Cívico.
Esta será una entrega especial de la obra que lleva sus apellidos, pues con un año entero en cartelera en el Teatro del Ángel, más giras y demás presentaciones, la propuesta cumple su aparición número mil, cifra que a cualquiera le parece exagerada, pero que es comprensible si se tiene en cuenta que pese a que fue estrenada hace cuatro años, ha estado vigente casi sin interrupciones con una acogida masiva.
Sandra atribuye el éxito al lenguaje de pueblo que se utiliza en el guion. “El tema es muy nuestro, muy popular, muy común. Todos los que ven la obra se sienten identificados, ahí está el secreto de su permanencia”, asegura Oswaldo.
Pareja Segura ha llegado a todos los rincones del país y frecuentemente se presenta de forma privada en empresas, con ligeras modificaciones en su guion por cuestiones marketeras, pero manteniendo intachable la moraleja que le aseguró el éxito: al amor hay que calentarlo todos los días.
Ha sido vista por turistas peruanos, colombianos, argentinos, chilenos y demás ciudadanos de la comunidad latina, siempre con ese efecto espejo que tanto caracteriza las propuestas de La Mueca, gracias a su inspiración en el ciudadano de a pie para casi todas sus obras.
El espectador de La Pareja Segura se aproxima a una historia de amor eterno que después de un periodo de matrimonio se ve opacado por la rutina, el desgano, el desamor... si se quiere percibir como tal la falta de interés que a veces no es más que una llama apagada.
Sandra y Oswaldo son en cada función usted, su cónyuge, sus padres, sus hijos y las parejas de sus hijos, pues las escenas fluctúan entre pasados y presentes que lo harán sentirse identificado con cualquier etapa del amor: el encendido por la pasión, el que se lleva por amistad y gratitud e incluso el que se aguanta porque no queda de otra.
Preparan ya una segunda parte, aún en producción. Hasta que la tengan lista, celebre con ellos la entrega mil de este éxito criollo. Las entradas cuestan $ 5, $ 10 y $ 15. La función está prevista para las 20:30.