Wendy Sulca: cuando la ninfa canta contra los prejuicios
En enero de 2019 la cantante peruana Wendy Sulca tomó una decisión radical. Eliminó de su cuenta de YouTube los videos con los que, siendo una infante, logró que una gran cantidad de usuarios hablara de ella: “La tetita” y “Cerveza, cerveza”. Lo hizo para asumir su carrera desde lo urbano, con el tema “Eso ya fue” y, según dijo, para profesionalizar su imagen.
Ahora ha lanzado “Chao, chao, chao”, una canción con la que se deshace de los prejuicios y críticas racistas de las que fue víctima en redes sociales, al estilo de Alaska y Dinarama cuando intepretaban “A quién le importa”. Un mes después del Desfile del Orgullo Gay y de subir a sus redes sociales sus fotos con una chompa hecha de la bandera GLBTI, Sulca está lista para ser una de las protagonistas de los Juegos Panamericanos que se celebrarán desde el 26 de julio de 2019 en Lima: del bullying al estrellato.
En el video promocional de su más reciente sencillo, lanzado el 21 de julio de 2019, Sulca se ha convertido en una ninfa. En una de las escenas aparece recibiendo una corona de sol. Su cuerpo se alterna con el de otras mujeres, transexuales, negras para convertirse en poder.
En junio de 2019, la argentina Paulina L. Antacli presentó en la Universidad de las Artes, en Guayaquil, su propuesta sobre cómo se construye una ninfa moderna. La autora ha ahondado en las propuestas que hizo la bailarina Pina Bausch. “A la ninfa no hay que buscarla, aparece allí”, dice Antacli. Aparece en el movimiento de un velo, en la dualidad entre lo bello, la representación de lo femenino como la belleza, la representación de esa belleza que genera fuerzas irracionales.
Sulca se toma el poder que le dieron 17 millones de personas cuando se descargaron su canción “La Tetita” y la llamaron “india”, “chola” y ella, siendo una niña, lo descubrió en una clase de computación y estuvo a punto de dejar de cantar.
No ha dejado las polleras y ahora combina regueton con el charango. Tiene el respaldo de Rubén Albarrán, el vocalista de Café Tacvba, luego de que él, desde su espiritualidad y ella, desde su propuesta popular, cantaran juntos “Siempre podemos bailar”.
En su equipo hay realizadores que trabajan con Becky G, Maluma, Thalía, Enrique Iglesias, etcétera.
“Han pasado muchos años desde que comencé con mi carrera y ahora tengo otros gustos musicales que quiero reflejar en mis canciones como el género urbano, aunque siempre incorporando sonidos andinos como el charango, las zampoñas y hasta el arpa andina, que son parte de mi identidad y me hacen sentir muy orgullosa”, dijo Sulca.
“No sabemos cómo es la ninfa latinoamericana”, dijo Antacli, pero asegura que hay muchas y tal vez después de la tragedia de la infancia, Sulca sea una. Después de todo no es raro que se presente en forma de cantante, cuando la idea de la ninfa, desde los griegos, siempre ha estado atada a la música: “Música viene del griego musiké que era cantar en verso. Otras fuentes dicen que viene de musiké techne: el arte de las musas, que originariamente eran las ninfas y las diosas del ritmo y del canto”, dijo Dietrich Schwanitz, en La cultura. Todo lo que hay que saber. (I)