Para empezar, ¿qué es el grunge? Según el diccionario ilustrado de la lengua española tiene que ver con “una moda estética, con apariencia descuidada, que apareció a partir del movimiento musical del mismo nombre que se originó en Seattle”.

No obstante, cuatro músicos nacionales de este género explican sobre este fenómeno, que pese a nacer en la década del 80, recién reventó el 10 de septiembre de 1991 con la aparición de la canción Smells like teen spirit, del desaparecido grupo Nirvana. Este tema, junto con el video que entonces difundió la cadena MTV, se convirtió en la fecha oficial del grunge, o más bien su salida de Seattle hacia el mundo.

Juan Carlos Coronel, Pablo Almeida, Gabriel Fandiño y Christian Merchán tienen su punto de vista acerca del grunge, que llegó a Ecuador, a través de este video y los de otras bandas noventeras, como Pearl Jam, Stone Temple Pilots, Soundgarden o Alice in Chains.

“MTV tenía señal abierta cuando llegó al Ecuador en 1993, dos años después del ‘boom’ de Nirvana. Eso contagió a los rockeros locales, que empezaron a formar bandas con canciones inéditas. Hasta entonces solo había grupos de heavy metal, que tocaban covers. El grunge no solo es un estilo de música, pues se convirtió en una forma de vida que se reflejaba en la actitud de quienes lo escuchaban y hasta en la forma de vestir.

Musicalmente es la contraposición del virtuosismo característico del heavy, es decir de guitarristas técnicos y rápidos. El grunge atrapó a sus seguidores por su sonido crudo y hasta cierto punto honesto, más líricas depresivas que se asociaban con la imagen descuidada tanto de sus intérpretes como de sus fans”, explica Almeida, quien es arquitecto y ex guitarrista de 21 Gramos y D.U.F.F.

Él considera que con el grunge y el paso de los años surgieron bandas como Emhayel, El Encierro, Raíces Napalm, Víbora Julieta o Alexa.

Juan Carlos Coronel, ex vocalista y guitarrista de esta última banda local, coincide con Almeida en que el grunge sepultó el virtuosismo por un estilo más vivencial con el que los adolescentes de la época se diferenciaron. “A los músicos de grunge les bastaba unos tres acordes para expresarse. Los que sobreviven como Eddie Vedder, de Pearl Jam; o Chris Cornell, de Soundgarden; sienten lo que tocan, mientras que en la década del 80 parecía que los rockeros se preocupaban más por la imagen de cabellos con laca que la música en sí, una muy recargada de solo. Líricamente siempre ha sido una queja contra el sistema, protestas sobre lo social, derivadas del folk o del punk. Hay un sentido de frustración y depresión”, dice.

Lo de la moda tampoco fue planeado. “Las camisas leñadoras tienen que ver con los obreros de Seattle, que es donde se originó el género al que yo veo como una mezcla del rock clásico setentero, del oscuro, con el punk y hasta del pop rock.

Aunque no parezca, Kurt Cobain era un fanático de bandas con ese estilo como Devo, que tenía una tendencia de synthpop con claras influencias del punk”, explica Gabriel Fandiño, líder del proyecto Ginger Calavera.

El grunge surgió como un género “underground” en 1983 con bandas como The Melvins, pero con Nirvana, sin proponérselo, emergió a la superficie. De hecho, Cobain, su extinto vocalista y guitarrista, odiaba la fama. Y salió del subterráneo semanas después de que Pearl Jam publicó su famoso disco Ten, del que se desprenden Jeremy, Alive o Even flow. La imagen desenfadada de Cobain, el bajista Kris Novoselic y el baterista Dave Grohl impactó en los jóvenes a través de las escenas oscuras en la cancha de un colegio cualquiera que salen en el video Smell like teen spirit (que se puede traducir como “olores del espíritu adolescente”).

Fandiño, quien fue vocalista de Víbora Julieta y Masternova, considera que la esencia del grunge se refleja en el video. “Se percibe a la juventud perdida, la considerada generación X, sin futuro”, señala.

Aunque en la escena rockera surgieron algunas bandas de grunge, el bajista Christian Merchán sostiene que este estilo no influenció mucho a los rockeros locales, al menos en Guayaquil. “En la década del 90 sí surgieron bandas de grunge, pero a mi criterio fueron muy fugaces y más se apegaban a estilos postgrunge, es decir a lo que vino después. Sus intérpretes llevaron eso a otros estilos y desaparecieron como tales. Con el grunge no se registraron movimientos como la Comunión Metal o la Unión Punk, que caracterizó a los seguidores de esas corrientes”, explica.

Durante dos décadas, la popularidad del grunge decayó con el nacimiento de otros derivados del rock y del metal, más el resurgimiento del hip hop y el pop.

No obstante, existen bandas que aún se mantienen, con menos fuerza que en la década del 90, pero con la misma esencia de sus inicios. Son los casos de Pearl Jam, que ha cam biado de integrantes, aunque conserva a Eddie Vedder como su líder casi vitalicio. Lo mismo ocurre con Soundgarden, que tras 12 años de silencio se reunió nuevamente el año pasado. La banda que nació en 1984, se disolvió en 1997 y volvió en 2010,  tiene prevista una gira por Sudamérica con Chris Cornell a la cabeza, quien desechó a Audioslave, la banda que llenó el vacío temporal de Soundgarden. Otro par de bandas que intentan sobrevivir son Alice in Chains y Stone Temple Pilots.

La primera de estas bandas bajó con la muerte de su vocalista Layne Staley en 2002. Tuvo un receso de tres años y volvió con el cantante William Duvall.
Stone Temple Pilots, que surgió en 1990, volvió a la actividad hace tres años con Scott Weiland, luego de un letargo que duró un lustro.

Foo Fighters es una de las bandas noventeras que no se ha detenido. Dave Grohl, el ex baterista de Nirvana, aprovechó la disolución de esa banda por la muerte de Cobain para crear en 1995 a Foo Fighters, en la que él canta y toca la guitarra. Su disco más reciente es Wasting light, que apareció el pasado 12 de abril.