Selah, lo nuevo del artista Patricio Barberán
Patricio Barberán nuevamente sacudió el arte contemporáneo en Guayaquil. Su propuesta de esculturas recrean los pecados y la salvación del hombre en un mismo bloque de piedra.
Se refugia en la palabra Selah, término utilizado en los cánticos de los salmos que significa ‘deténgase y escuche’, en donde Barberán invita al ser humano a la reflexión, mientras ahonda en su conducta y pone sobre el tapete, o más bien sobre el mármol, las bajas pasiones como el odio, la envidia y la soberbia.
Una de las obras más importantes de esta exposición, que esta abierta al público hasta le próximo 23 de diciembre en el Museo de la Ciudad, es el tallado de dos piedras que emulan las tablas de los diez mandamientos, en las cuales -según la creencia católica- Dios escribió las leyes de la humanidad delante del profeta Moisés.
La particularidad de esta escultura son las huellas de pisadas humanas sobre la escritura tallada en arameo. Para el artista, esta obra representa la vejación del hombre de la ley divina a la que en reiteradas ocasiones ha incurrido. “Por el mismo hecho de ser humanos, cometemos errores a tal punto de olvidarnos de los principios naturales del hombre”.
Otra de las esculturas que llaman la atención es ‘Volver a nacer’, en donde una gran esfera de cuarzo reposa sobre un cúmulo de cenizas que invita al ser humano a despojarse de sus tormentos y volver a su esencia. “Todos tenemos la oportunidad de cambiar y remediar, aunque hacerlo conlleva mucho esfuerzo y sacrificio. No es fácil”, señala Barberán, quien utilizó varios elementos como el mármol, cuarzo, cenizas, alambres, marmetón, agua, cabuya, entre otros.
Para complementar su mensaje, Barberán invitó al artista Marcos Rivadeneira quien, a través del neopop art, recreó otros momentos bíblicos como La Última Cena de Jesucristo sobre un lienzo multicolor en donde muestra con gran detalle, la admiración y asombro de los discípulos de Jesús. “Utilicé varios colores como un mensaje de esperanza y vida”, sostiene. (I)