Se vende de forma artística como Sebastián Pita y la Banda Fantasma. ¿La razón? En realidad no tiene un grupo que acompañe con melodía su apuesta, por eso el nombre que adoptó es una forma de ironizar esa carencia que en principio parecía un punto en contra. “Toco solo. Es como hacerme compañía a mí mismo”, explica su propuesta el hermano menor del también músico Ricardo Pita, quien ofrece en redes sociales su primera producción discográfica de corta duración.

Tituló a este trabajo ‘Hermana sombra’, porque tiene un enfoque introspectivo. A Sebastián le gusta mucho la psicología y en este disco intenta hablar de aquellos aspectos que a veces se niega de sí mismo: “Es como esa parte oculta de la historia, como reconocer esa sombra que vive en mí y así llevarla de manera equilibrada con mi luz, con lo positivo”.

El EP lo grabó hace siete meses y los cuatro temas que lo estructuran se desprenden de vivencias que experimentó en ese tiempo. El proceso de producción fue sencillo. Él, su casa, una computadora, un micrófono y sus instrumentos.

El minimalismo se nota al escuchar las canciones, que se perciben ecologistas: panderetas, guitarra acústica, algo de percusión, una estructura simple pero llena de ritmo. Como ejemplo se enlista ‘¿Oyes, Dios?’, que va así: “Llegas danzando / me tocas y te vas / suena la campana y mi oído gira mirando hacia atrás / y no hay nadie / solo estoy yo…”.

Este tema, aunque sencillo musicalmente, refleja con profundidad una búsqueda espiritual: “Muchas veces uno está queriendo hacer cosas sin hacerlas, como un deseo sin acción, una avidez de encontrar luz…”, describe.

Acercarse a la música ha sido un proceso. En una reseña que le hace en su sitio web la red comercial Sweet and Coffee se afirma que “desde pequeño estuvo rodeado de música. En el kínder jugaba con instrumentos de juguete y en casa siempre estaba presente en las clases de piano que recibían sus hermanos”.

Aunque le gustaba este arte, confiesa: “Nunca pensé ser músico, me gustaba. Siempre tuve la música cerca por mis hermanos, por mi papá, que también toca la guitarra… Un día intenté hacer una canción sin letra, y de ahí me fui de largo”.

Otro tema del EP es ‘Cuándo vendrá’, en el que describe la historia ficticia de un demonio arrepentido: “A veces pienso que no siento / que solo soy un esqueleto aquí dentro / que no existen sentimientos… / pero yo oro cantando…”.

Entonar para él es un tipo de desahogo: “Siento que lo que hago es un alivio en el momento en que lo necesito, que todo fluye, que no está siendo forzado… Cada canción es el entierro sentimental de un evento de mi vida”.

Descalzo en el césped del jardín de este Diario, este músico de apenas 20 años luce con la piel bronceada. De su cabello castaño claro cae una trenza de tela, estilo hippie, y su rostro acoge una barba tipo candado que refuerza su aspecto de amante de la libertad.

Aunque habla de su música de una manera personalizada, en ‘Antártida’, otro tema del EP, dirige un mensaje directo a quien lo escucha: “Vamos / entierra los dolores / no dejes que eso florezca / allá en la oscuridad / vamos / empieza cada día / sin esa pereza que te ata a un simple pasado…”.

Ese sencillo nació de un sueño en el que Sebastián se iba de viaje a la Antártida. Tiene la costumbre de escribir mucho. Encontró las notas sobre esa experiencia onírica y creó la canción, que es más bien de corte romántico.

A Sebastián le gustan mucho los artistas locales, empezando por su hermano, Ricardo, la banda en la que su ‘bro’ estuvo: Niñosaurios, Víctor Andrade, Hugo Idrovo, a quien tuvo la oportunidad de conocer, entre otros músicos.

Sus influencias son no siempre artísticas, también menciona los viajes, las experiencias y la energía de personas que encuentra a lo largo de su vida. Aprende de todo, de todo absorbe lo mejor y esto lo refleja en su música y en su manera descomplicada de conversar.

Con 20 años y 2 de estos en su proyecto, ahora está enfocado en producir el audiovisual de uno de sus sencillos, para lo que recibe ayuda de amigos. Menciona entre estos a André Loor y Ricardo Andino, quienes lo ayudaron en lo que respecta a material fotográfico.

La última melodía de su EP, ‘Hoja al viento’, es quizás las más completa en cuanto al mensaje introspectivo del que habló al inicio de la entrevista: “Yo me encontraba perdido / perdido en un viento escondido / esperando a que la tormenta se pasara / y mi alma me buscaba y nunca me encontraba…”.

Por suerte, Sebastián ya se encontró, y aunque este disco suena muy folk, él asegura que no pretende encajarse en ese género. Tiene también -aunque aún no grabadas- melodías de reggae, de ska y de jazz que encierran temáticas mucho más sencillas que ‘Hermana sombra’.

Ese material representa una muestra de su potencial. Considera que falta mucho por dar aún y piensa que este EP es desde ya una reliquia en su vida como músico.

ENTÉRATE

El EP de Sebastián Pita puede escuchárselo en el link soundcloud.com/sebastianylabandafantasm.

Cuatro días sin parar le costaron grabar ‘Hermana sombra’. “Fue casi una semana en la que ni me bañé ni comí”, recuerda ahora entre risas.

Este músico es el menor de siete hermanos. Considera que esto es un símbolo de sensibilidad que intenta transmitir en música.

En sus canciones se escuchan coros con su voz, un efecto que logra gracias a un pedal que graba y reproduce sonidos. Este recurso también es utilizado por Fabrikante, otro artista guayaquileño.

‘Hermana sombra’ es de libre descarga por ahora, en un afán del músico de que su propuesta llegue a todos sin restricciones.