Santa Rosa, retratada por la artista Aurora Zanabria
La importancia de satisfacer necesidades primarias obliga a los pescadores y a la gente que vive cerca del mar a ir por la vida de una manera mecánica, sin percibir la verdadera belleza que los rodea, sin darse cuenta de que el hecho de estar en la Costa constituye una gran oportunidad de reconexión con la naturaleza. En un afán de despertar la conciencia de estas personas, la fotógrafa Aurora Zanabria inaugura esta noche la propuesta gráfica ‘Mar de doble filo’, en la que exhibe parte de la vida en el mar, con capturas tomadas en el puerto pesquero de Santa Rosa, provincia de Santa Elena.
Aurora muestra 19 fotografías curadas por Rodolfo Kronfle, 9 de las cuales son intervenidas por las personas que las protagonizan. Es decir, la artista buscó a cada uno de los sujetos involucrados después de dos años de haberlos inmortalizado con su cámara y estos comentaron las gráficas según sus perspectivas.
Ella ya había hecho una interpretación independiente, pero necesitaba esa retroalimentación que se produjo al llevarlas nuevamente al puerto. Con esto logró no solo hacer esa analogía entre lo que ella creyó capturar y lo que los involucrados vivían en ese momento, sino que también pudo reflexionar sobre las reacciones que recibió.
“Lo interesante de este proyecto es que ha logrado el cometido que tuvo. El arte debe tener algo más profundo que una simple imagen. Esto lo profesa (el artista alemán) Joseph Beuys y yo lo aplico en esta muestra”, describe Aurora.
Esa mirada del arte con una perspectiva más humana y menos materialista la insta a buscar a través de estas gráficas la manera de sembrar en sus fotografiados la conciencia de su entorno. “De alguna forma, quería que ellos entendieran su realidad”, afirma.
Es máster en Producción Artística, con especialización en Arte y Tecnología en la Universidad Politécnica de Valencia, y licenciada en Artes, con especialización en Artes Plásticas en la Universidad de Especialidades Espíritu Santo.
Estudió Artes Visuales en el ITAE y es diseñadora gráfica de profesión, título que obtuvo en la Universidad de Guayaquil. Entre sus colaboraciones más emblemáticas está la participación en la jornada cultural La Laiterie Paris, de Francia.
Ganó el primer premio en el concurso de fotografía a color Fallas de Valencia en 2009 y ha tenido sendas participaciones en los encuentros Salón de Julio y de Octubre, que organizan el Museo Municipal de Guayaquil y de la Casa de la Cultura, en su orden.
Sus años de estudio en Valencia le enseñaron, entre otras cosas, a reconocer aquel primer mundo que poniendo a progreso como escudo acaba con tradiciones ancestrales como el cultivo de huertas, terminando así con la identidad de los seres que habitan en esos sectores.
Confesa amante de su país, capturó estas imágenes que hoy muestra durante dos semanas debidamente bien planificadas. “Necesitaba que comprendan la importancia de ese lugar, que sepan que aquel sitio que ellos habitan constituye un patrimonio inmaterial, un tesoro vivo”, narra la fotógrafa.
La inauguración de ‘Mar de doble filo’ se realiza esta noche, a las 19:30, en el Centro de Difusión Cultural de la Universidad Católica.
De por qué tituló ‘Mar de doble filo’ a su muestra fotográfica
La artista gráfica Aurora Zanabria le puso ese nombre a su exposición, porque para ella el progreso que puede tener un pueblo como Santa Rosa resultaría positivo por un lado y negativo por otro.
Ella teme que la búsqueda de lo que se considera avances en infraestructura acabe con esa esencia con la que nacen los territorios de este tipo.