Lo mejor de Vico C sonó en un homenaje
Sonó Saboréalo. Fue como volver en el tiempo. Allí, en medio de la algarabía, de lo rústico que resulta el bar La Taberna, desde el escalón 35 del cerro Santa Ana, con micrófono en mano, nuestro Rubén el Rey bailó y cantó en la pista dándole vida al disco Xplosión, que Vico C lanzó en 1993.Esto a propósito de un homenaje que el Club de Fans Oficial del artista estadounidense le organizó por su cumpleaños.
"Cuando yo empezaba -en los noventa- habría todos mis shows con covers de Vico C, y ya al último cantaba Maná maná. Si no hubiera sido así, nadie me hubiera escuchado". Risas amenizaron este comentario del intérprete de Harem de mujeres, que ha estado triunfando fuera estos años, y que ahora promociona con gran aceptación su canción Tu juegas Candy Crush.
El ambiente fue el de una verdadera fiesta. Rubén llegó a la escena ya a las 22 y pico. Junto a él, Mr Waffer, otro gran representante del rap local, hizo de las suyas con un remix de los mejores éxitos del Filósofo: como gotero intenso dejó sonar 5 de septiembre, Desahogo, Quieren...
A Mr Waffer lo acompañó, a manera de dúo, el vicepresidente del club de fans, Carlos Reyes, que dejó sonar en su voz las versiones más tropicales de la discografía del filósofo. En ese momento, el bar, que estuvo repleto, se convirtió en un manicomio.
No era para menos. Todos los que asistieron admiran a Vico C y solo con el personal del club de fans ya había como 30 vicoceros en primera fila, de los cerca de 70 que acudieron. Lo destacable es que en la reunión no solo sonaron covers. Exponentes del rap ecuatoriano también se hicieron ver.
Primero cayó el dúo Krujía-Jahveman, que desde sus proyectos grupales (Runa Mestiza y Conciencia Verde) emprenden una propuesta prometedora dentro del género, con un estilo muy enmarcado en lo que es el rap con mensaje, ese que Vico promueve desde hace ya 25 años.
Les siguieron La Tinta 6.8, desde Mapasingue. Jóvenes algunos de sus integrantes, pero con una puesta en escena agresiva y dominante. Dejaron sus temas bien puestos en todo lo que esto conlleva: expresión corporal, dominio escénico e incluso un toque de histronismo que mantuvo atento al auditorio.
Cayeron también K-Mada y El Cholo, o A2H, como bautizaron a su propuesta. Este dúo, que ya tiene un extenso recorrido en el mundo del hip hop, exhibe una lírica que puede a veces sonar a tiradera, pero que no deja nada suelto. Sus canciones, impregnadas de verdades amargas, resultan familiares. Es inevitable que alguno se sienta identificado.
El cuadro se completó con las exposiciones. La fotógrafa TapiArt llevó su muestra Barrio Cuba y, como la cita fue de hip hop, no pudieron faltar los grafitis. Mientras adentro del bar sonaban las rimas imponentes de todos los raperos, afuera, el colectivo Patrimonio Callejero hizo una demostración de su potencial artístico, previo a eso, el público tuvo la oportunidad de conocer un poco más sobre esta propuesta, al inicio del Hip Hop Party Fest, como se bautizó a la fiesta.
Vico C, por supuesto, estuvo al tanto de todo. De hecho, hasta envío un saludo para que se proyecte ese día.