“Dos grados es una diferencia apenas perceptible para la piel humana, pero es todo lo que se necesita para transformar un campo próspero en un desierto y eliminar un tercio de todo el agua para 2100”, afirmó el actor y director estadounidense Robert Redford, invitado por su destacado compromiso con el medio ambiente a la reciente Cumbre del Clima, realizada en París. Ahora, este activista y productor reúne sus dos pasiones de nuevo –naturaleza y cine- en Un paseo por el bosque.

Producida y protagonizada por Redford, la película es una adaptación al cine del libro en el que el escritor estadounidense Bill Bryson, al que el diario británico The Telegraph se refirió como “la importación transatlántica más querida de Gran Bretaña”, narraba su experiencia en el sendero de los Apalaches, una ruta de 3.500 kilómetros de naturaleza.

Acompañado de un amigo, el único que se animó a vivir esta aventura, Bryson consiguió transformar aquella peripecia en una comedia cargada de humanidad. Una historia con montañas, bosques, osos y amantes del planeta: el relato de dos hombres “que descubren que tienen una vida por delante”, que se convirtió en un best-seller.
El éxito del libro se ha repetido en el cine donde la película se ha colocado en el número uno de las listas de Estados Unidos.

En cuanto leyó el libro, Redford decidió que la historia era perfecta para llevarla al cine, colocándose él y su viejo amigo Paul Newman como protagonistas. Comenzó entonces a tratar de convencer a Newman con quien ya había rodado antes Dos hombres y un destino y El golpe.

Pero fue el mismo Newman, ya muy enfermo y cercano a cumplir 80 años, quien cortó sus deseos diciéndole: “mira Bob, a mi edad no creo que pueda hacer esto”. Redford desistió. Guardó el libro en un cajón y pareció olvidarse de él.

En 2012, Robert Redford y Nick Nolte coincidieron por primera vez en una película, Pacto de silencio (protagonizada y dirigida por el primero). La relación entre ambos durante el rodaje fue tan fluida que Redford pensó que Nolte debía reemplazar a su amigo Paul en su antiguo proyecto.

Así se formó la pareja principal de una película que, en palabras de su director, Ken Kwapis, tiene tres personajes protagonistas, “ellos dos y el sendero de los Apalaches, es decir, la naturaleza”.

“La película es además de un viaje por las cimas de los Apalaches, un viaje interior, una historia de amistad, de envejecer y del tiempo perdido”, explica el director, que añade: “Es una historia de dos personas que todavía se dan cuenta de que tienen vida que vivir, dos personas que han descubierto que aún tienen una vida por delante”.
Un paseo por el bosque es, según la gráfica descripción que hace Nick Nolte del filme, una historia de “diviértete antes de morir”.

Tras pasar dos décadas en Gran Bretaña, a su vuelta a Estados Unidos Bill Bryson (interpretado por Robert Redford), decidió recorrer el sendero de los Apalaches. Envió mensajes a amigos y conocidos buscando acompañante. La aventura solo fue aceptada por Stephen Katz, un loco lleno de deudas, un antiguo amigo con quien había viajado por Europa de joven y al que no había vuelto a ver desde entonces. “Bryson y Katz son dos tipos que se han embarcado en esta absurda aventura porque ellos simplemente se ríen de los escépticos y se ríen de la propia muerte. Hasta que se acaba, el partido sigue en marcha”, dice Nolte.

Demócrata declarado, Redford es uno de los miembros destacados del Natural Resources Defense Council (Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales), uno de los grupos medioambientales más importantes en Estados Unidos.

La contaminación del Río Colorado y la desidia del gobierno de Obama en política medioambiental han sido 2 de sus peleas en defensa del medio ambiente, más recientes.

Redford junto a otros artistas como Patti Smith y Leonardo DiCaprio fueron parte de los miles de ciudadanos presentes en París, durante la 21 Cumbre sobre el Clima, que presionaron para que se firmen los acuerdos.

Un logro que se alcanzó cuando los 196 países reunidos en la capital francesa aprobaron el documento final que, sin embargo, deberá ser ratificado por los parlamentos de, al menos 50 estados, para que realmente tenga un carácter vinculante. (I)