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El Telégrafo
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Óscar D’ León: “Me gusta ser positivo y prefiero olvidar los problemas”

Óscar D’ León: “Me gusta ser positivo y prefiero olvidar los problemas”
04 de agosto de 2013 - 00:00

Cuando en abril pasado el músico y cantautor Óscar D’ León perdió la visión del ojo izquierdo, tras sufrir un accidente en su casa de Miami, muchas personas se preocuparon por su salud, especialmente quienes anhelaban asistir a sus conciertos programados en varios países.

El mánager del salsero venezolano, Oswaldo Ponte, fue quien mantuvo a sus seguidores muy bien informados, a través de su cuenta de Twitter, en donde dio detalles de cómo un baúl cayó en el rostro de Óscar desde lo alto de un estante, así como sobre la recuperación del artista mientras estuvo en el hospital Beascom Palmer Eye Institute, de la Florida, en Estados Unidos. Ponte aclaró que en ese lugar “lo atendieron como un rey”.

‘El faraón de la salsa’ o ‘El sonero del mundo”, como también se conoce a Óscar, tiene más de 40 años de vida artística, pues cuando tenía alrededor de 28 años de edad comenzó a proyectarse en la música, pero antes de eso se graduó de topógrafo, trabajó de mecánico, taxista y chofer de un autobús escolar mientras aprendía el bajo y tocaba en clubes nocturnos.

“En esa época de pobreza tenía que batirme para llevar la comida al hogar, más aún siendo hijo único. Pese a todo eso mi vida ha sido divina”, recuerda el artista.

Durante su amplia trayectoria ha visitado en distintas ocasiones Ecuador. La última vez ocurrió hace una semana cuando ofreció conciertos en Quito y Guayaquil, tras retomar su gira latinoamericana, la que suspendió por el accidente que tuvo en su ojo izquierdo.

Durante esta visita aprovechó para conversar con nuestro medio y se mostró como en ocasiones anteriores sonriente, hablando fuerte, seguro y con ganas de poner a bailar a los ecuatorianos. Como él ha dicho en varias entrevistas, “la humildad ni se compra ni se vende”, y así es él, sin poses ni máscaras al momento de expresarse. Conversa de manera amena con quienes están a su alrededor, si le piden que se ponga un sombrero para las fotos lo hace, se lo quita, hace chistes, ríe fuerte y muestra sin vergüenza cómo le quedó el ojo luego de la operación.

“Cuando tuve el accidente se tuvo que borrar todos los conciertos programados en la agenda, pero cuando se supo la noticia que ya estaba recuperado y volvía al ruedo, se volvieron a confirmar varias fechas. Eso me dio mucha seguridad de saber que la gente quiere escucharme todavía, y al mismo tiempo una responsabilidad muy fuerte”, comenta.

Parte de su forma tan sincera de expresarse lo manifiesta cuando se le pregunta por su edad, quien sin titubear expresa: “Hace poco cumplí 70 años (11 de julio), y aunque a mi mánager por estrategia no le gusta hacer celebración de cumpleaños, ni artísticamente, yo no le hago caso, y no me da pena decir cuantos años tengo”.

Su edad no es impedimento para seguir ofreciendo un excelente espectáculo en vivo, eso lo ha demostrado en el escenario, y agrega que le gustaría retirarse “cuando cumpla cien años en la tarima, por eso me cuido, hago ejercicios, duermo bien, no me preocupo por los problema de la vida y siempre soy positivo”.

El ejercicio es algo que es parte de su rutina diaria. Por eso confiesa que cuando los médicos le pidieron un mes de reposo, de vez en cuando salía a caminar y trotaba un poco.

“Cuando me pasó el accidente no me decaí, no lloré, sino que tuve una actitud positiva, lo asumí como una situación que le pasa a cualquiera. Tendré otras intervenciones quirúrgicas y estoy resignado a ver o no ver. Siempre me gusta cuidar mi salud y hacer ejercicios, es algo que nunca he dejado de hacer, incluso tengo un gimnasio en mi casa, y no lo hago por fisicoculturismo, sino para estar bien de peso. Por el momento corro poco porque saltar me puede provocar dolores en el ojo, pero hago pesas y abdominales porque subí de peso en el tiempo de reposo, me la pasaba comiendo y durmiendo”, cuenta.

Aunque por el momento no puede hacer movimientos bruscos, dejar de bailar no pasa por la mente de Óscar, pues se considera un buen bailarín. “Nadie aprende a bailar, eso es mentira, ya se nace con eso”, asevera cuando se le pregunta del tema.

Pero no solamente es conocido por el canto y el baile, sino por sus ganas de ayudar a los demás, es por eso que hace muchos años es uno de los voceros de la fundación Operación Sonrisa, que tiene como objetivo operar a niños y niñas con hendidura de labio y paladar.

“Con este proyecto se cumple una labor importante porque ya se operaron más de 20 mil niños, que sin duda ahora son felices, pero quienes disfrutan más de ese cambio facial son los padres de estos pequeños, porque ellos también sufren al ver el maltrato que reciben sus hijos, a veces sin querer, pero los compañeros de la escuela se burlan de ellos por su problema del labio leporino. Me enorgullece ser parte de esta iniciativa que está en más de 150 países, y no me gusta hacer publicidad de esto porque cuando uno hace algo así es para no recibir nada a cambio, pero hay que darlo a conocer porque sino la gente no se entera de los beneficios que tiene esto”, manifiesta el artista, quien le dio un toque de salsa a la película infantil ‘Mi villano favorito 2’, luego que su tema ‘Cielito lindo’ fue seleccionado para ser parte de ese proyecto audiovisual.

“La canción que escogieron compitió con otras 6 mil más, por lo que fue un ardua escogencia. Me puso feliz la noticia porque es una película para toda la familia, para los niños, para los padres. Hasta ahora no la he visto completa, ni siquiera el momento que sale mi voz, pero si es mejor que la primera que vi, de seguro la disfrutaremos”, finalizó Óscar, y acota que en sus momentos libres aún toca el bajo, con su positivismo de siempre.

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