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Ecuador, 25 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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Nuevas composiciones de pasillo no tienen apertura

No importa de dónde haya llegado. Lo importante es que con el paso de las décadas se convirtió en un símbolo de identidad nacional y ha dado muchas satisfacciones a la música nacional. El pasillo es el reflejo del sentimiento del ecuatoriano común cuando está triste o alegre y, en ocasiones, se convierte en el testigo fiel de los laureles y sinsabores de la vida.

Sin embargo, con las nuevas generaciones estas melodías se han quedado en las páginas de los escritores de mitad del siglo pasado y son muy pocos los autores que mantienen vivo ese sentimiento a través de su inspiración.

Según Troi Alvarado, presidente de la Sociedad de Autores del Ecuador (Sayce), de los aproximadamente 150 autores que se afiliaron, entre enero y septiembre de este año, el 20% lo hizo con composiciones tradicionales. De ese grupo, el pasillo tuvo más presencia con otros ritmos como el pasacalle, albazos y tonadas.

Para el historiador Hugo Delgado Cepeda (julio de 1921) este género comenzó a decaer con la llegada del “pasillo rockolero” en el que se mezcló ritmos y letras que “difieren de la belleza de las composiciones tradicionales que, en muchas ocasiones, venían de poemas de reconocidos escritores”.

“Las personas solo piden lo mismo en los conciertos y no nos dejan presentar los nuevos pasillos”
Fernando Vargas
Cantante de pasillos

Cepeda, quien comenzó su carrera periodística en Radio Cenit a inicios de la década del 40, considera que con la llegada de la televisión y la picardía de las canciones tropicales, que se introdujeron en el país, en la década del 70, en géneros como la guaracha, el mambo, el chachachá, la cumbia, entre otros, fueron poco a poco cambiando los gustos de las personas o “al menos les dio más opciones para su deleite musical”.

Criterio que es compartido por el historiador y promotor artístico Marcos Medina Ron, hijo de la destacada cantautora Blanquita Ron, quien afirmó que en la década del 90 se dio “la peor crisis del pasillo ecuatoriano porque comenzaron a comercializarlo hacia un sector mucho más popular y le dañaron su estética y la poesía de su letra, transformándolo en canciones de cantina”.

Medina, quien por años ha organizado el Festival del Pasillo con la presencia de varios artistas nacionales y extranjeros, aseguró que en aquel entonces a las casas disqueras no les interesaba la belleza de las letras sino sus ventas. “Por eso comenzaron a grabar los discos de los cantantes que incursionaban en este ‘género’, dejando a un lado la belleza de los pasillos verdaderos”, acotó este abogado de profesión.

“Es importante que en las escuelas se enseñe las letras y la estructura de la música nacional”
Troy Alvarado
Presidente de Sayce
Sin embargo, la cantante Juanita Córdova consideró que “la gente no es ciento por ciento rockolera ni pasillera, más bien ha sido el ‘bolero rockolero’ el que ha dejado a un lado al pasillo y también otros géneros como la tecnocumbia y el tecnopaseíto por ser netamente comercial”.

Aseguró que la actual Ley de Comunicación da la importancia necesaria al artista nacional para que tenga la libertad de escribir e incursionar en el ritmo que más crea conveniente, “más aún cuando gozará de todo el respaldo de los medios de comunicación que tendrán que darles el mismo espacio que le dan a los artistas internacionales”.

Dentro de ese mismo concepto, Sayce -según Alvarado- está preparando un concurso, previsto para el próximo año, denominado “La nueva música ecuatoriana”, para que los jóvenes comiencen a componer “no solo pasillos, sino más de nuestra música tradicional como la tonada, fox incaico, pasacalle o el yaraví, a fin de que haya conciencia de que este país posee una diversidad cultural amplia y que debe ser apreciada”.

El ex integrante de la agrupación Tranzas, que en la década de los 80-90 tuvo notable participación en el espectáculo nacional, aplaude el hecho de que varios cantantes actuales han reversionado algunos pasillos para conquistar a los más jóvenes.

“Lo que hizo Luis Miguel con los boleros fue fantástico porque los revivió y llegó a las nuevas generaciones sin dañar el alma del bolero y les introdujo nuevos ritmos. En Ecuador lo está haciendo La Toquilla (Alejandra García) quien hace buenas versiones de canciones ecuatorianas, y de alguna manera no solo conserva una tradición tan nuestra, sino que las difunde a las nuevas generaciones para que las vayan aceptando poco a poco”, reveló.

“El pasillo rockolero dañó al tradicional. Las letras no guardan la belleza de poemas”
Marcos Medina Historiador
Para que los jóvenes aprecien la música nacional -agregó- en los colegios debería darse educación musical, no solo enseñándoles cómo se toca un instrumento, sino también conociendo las letras y melodías de nuestras canciones, para que después decidan, por su cuenta, qué ritmo les gusta más como el pop, rock, pasacalle, fox y otros.

En tanto, Delgado Cepeda lamentó que las nuevas generaciones de artistas nacionales “interpreten canciones vulgares y no como las que se escribían en mis tiempos, cuando en las serenatas expresaban ese amor sublime hacía la mujer. Ahora van y te dicen ‘espero que te caigas como una pera madura para cogerte’... ahí sí te van echando orina”.

Actualmente son muy pocos los nuevos artistas que se dedican a interpretar pasillos de manera casi exclusiva, como Fátima Guerrero, María Mieles, Marcelo Reyes y Fernando Vargas.

De ese grupo, Vargas es quien ha tenido mayor acogida en el ámbito musical profesional. Está vigente sobre las tablas desde los 14 años, edad en que comenzó a componer sus propios pasillos, inspirados por su admiración hacia Julio Jaramillo.

A sus 23 años ya ha compartido escenarios con los máximos exponentes de la música ecuatoriana en diferentes eventos y festivales.

Sin embargo, para este cantante hay un sinsabor en su carrera, puesto que aún sigue luchando por introducir sus nuevas composiciones en un mercado “que se resiste a escuchar algo nuevo y no pasan del ‘Aguacate’ o ‘Ángel de luz’”.

Vargas ha grabado cinco pasillos de su autoría y está consciente que ninguno de ellos ha tenido la respuesta esperada, a pesar de que conserva fielmente el estilo y romanticismo del pasillo como tal. “He tenido la suerte de que reconocidos artistas, como Carlos Rubira Infante, quien ha sido mi maestro, ha escuchado mis pasillos y les ha gustado muchísimo”, reveló.

Este cantante, quien empezó en la música luego de ganar un concurso intercolegial cuando estudiaba en el Vicente Rocafuerte, manifestó que “ya me cae chancho cantar los mismos temas de siempre porque no me dejan evolucionar como artista”.

Recordó que en varias ocasiones ha tenido que valerse de mañas para introducir canciones “viejas u olvidadas”, pero el público “siempre quiere lo mismo y lo mismo”. Esta situación ha hecho que deje de componer y grabar los más de veinte temas de su autoría.

Sin embargo, confesó que está estudiando la posibilidad de incluirle otros ritmos modernos para conquistar a los jóvenes, tal como lo “hizo Juan Fernando Velasco o la Toquilla, quienes han efectuado un trabajo increíble y han hecho que muchos adolescentes al menos sepan el nombre de los pasillos y sus coros”.

Y a eso es precisamente lo que Héctor Jaramillo ha tenido que recurrir para captar la atención de nuevos seguidores fusionando los pasillos con ritmos propios de la lambada y el rap. “Gracias a Dios me ha funcionado muy bien, porque a todos los lugares que voy encuentro a muchos jovencitos bailando mis canciones y cantando música nacional... eso no tiene precio”, expresó el ambateño, radicado en Guayaquil, quien recientemente recibió un reconocimiento de la Corte Suprema de Justicia del Condado del Bronx, por sus 70 años de trayectoria artística.

Al igual que Jaramillo, Juanita Cordova también tuvo que fusionar ritmos en su disco ‘Mi canto, mi tierra’ en el que incluyó pasillos de antología (los grabados hasta antes del 60) con los sonidos de instrumentos autóctonos como la quena, rondador, flauta de pan, charango, acompañados de la guitarra y el requinto.

Para la historiadora Jenny Estrada, creadora, directora y maestra de la Escuela del Pasillo, declaró que la falta de producción de este género obedece a la evolución de la sociedad. “La sociedad no se mantiene estática y con esa evolución cambia el lenguaje y la manera de decir las cosas. Ya no se produce poesía como se hacía antes. Ahora la poesía tiene otra connotación, e incluso su métrica es distinta. Pero ahí está el reto y capacidad del autor en agarrar lo actual y adaptar esa letra a su expresión musical como lo hace Álex Alvear, que hace pasillos con el lenguaje cotidiano”.

Estrada enfatiza que cada generación tiene su propio lenguaje y no se puede vivir en el pasado. “Ya nadie habla de exótica leyenda, madrigales y endechas”.

ALGO MÁS

Entre los escritores más representativos de pasillo constan Nicasio Safadi, Enrique ‘Pollo’ Ibáñez, Carlos Rubira Infante, Carlos Amable Ortiz, Francisco Paredes Herrera, entre otros.

EN SANTA ELENA CELEBRARÁN LOS 80 AÑOS DE GRABACIÓN DEL PASILLO ‘SOMBRAS’

La cantante Juanita Córdova celebrará los 80 años de haberse grabado el pasillo ‘Sombras’, escrito por la mexicana Rosario Sansores con música de Carlos Brito. El evento se realizará el próximo sábado 12 de octubre en el Parque Cultural Sindicato de Sales, de Pueblo Nuevo, Salinas.

Este espectáculo contará con la participación de artistas como Liliam Suárez, Darío García, Las hermanas Moncada Álava, Luis Gálvez, Héctor Cruz, entre otros.

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