Cuando ingresó al Miss Ecuador se robó los corazones de sus  compañeras y del jurado. Esto quedó claro la noche del pasado 8 de marzo, cuando Nathaly Arroba se convirtió en la Miss Ecuador International, en una velada a la que asistió la ex Miss Universo, Stefanía Fernández, de Venezuela.

De eso han pasado dos meses y esta guayaquileña de 23 años ya consiguió otra banda que defenderá y portará con orgullo. Se trata de la cinta que la convierte en la ‘Reina de la alegría’, que le fue otorgada por la Fundación Narices Rojas en la que ya ha trabajado en un sinnúmero de actividades y jornadas solidarias.

Nathaly asegura estar feliz porque poco a poco se van cristalizando los sueños y planes que tenía desde que decidió servir a su comunidad a través de un reinado de belleza. “Desde que me llegó la propuesta de Narices Rojas no lo tuve que pensar mucho porque ya había escuchado de ellos y sabía lo que hacían. Así que acepté y aquí me tienen, tratando de robar sonrisas a las personas que necesitan afecto o un poco de calma y felicidad a pesar de las adversidades”, dijo.

A lo largo de este reinado, la estudiante de Ingeniería Turística y Hotelera trabajará en todas las actividades de esta fundación, cuyos miembros visitan los hospitales públicos de varias ciudades del país con su equipo de ‘clowns’ para entretener con dinámicas lúdicas a los pacientes que padecen diferentes tipos de afecciones como el cáncer.

La reina de belleza comenta que esta actividad va más allá de la alegría y las bromas porque está completamente convencida de que la salud emocional es importante para llenarse de energías positivas. “La gente que me conocía jamás se imaginó que yo estaría en Miss Ecuador porque soy un poco introvertida. No me tenía fe.  Entonces me empoderé de mucho positivismo y decidí que tenía que entregar lo mejor de mí. Ahí están los resultados. Creo que la salud emocional es súper importante porque nos ayuda a conseguir lo que nos propongamos”, señaló.

Nathaly reveló que Raquel Rodríguez, presidenta y mentora de la fundación, es quien le está enseñando técnicas para acercarse “con tino” a las personas que están pasando por momentos difíciles. “Me están capacitando para ayudar a las personas que pasan por un problema o una situación difícil para que puedan ver el lado positivo. Todo depende de la persona que nos recibe porque en ellos está el que tengan o no fe de que las cosas van a cambiar”, enfatiza.

Confiesa que se siente motivada cuando llega a un lugar y ve que existen personas que a pesar de las adversidades se toman su tiempo para reír y olvidarse un poco de sus penas.

Esto le ha enseñado a que debe disfrutar del día a día y sacarle provecho a las cosas sencillas porque al final de cuentas “es lo que nos llevamos y guardamos en nuestro corazón”.

Mientras tanto, esta nueva designación no impide que se siga preparando para representar al país en el Miss International que se realizará en octubre próximo en Japón.

Para eso está tomando clases de cultura general y japonés. “No puedo ir a ese país sin saber nada de su idioma. Es como una falta de respeto”, comentó la soberana, quien habla portugués, inglés, francés e italiano básico.

También tiene dos expertos en moda y belleza que la están preparando en maquillaje y peinado. Y mientras ella se prepara, Raquel Rodríguez está programando una carrera 5K denominada ‘Corre y gana por una nariz’ que se realizará el próximo 26 de mayo a las 07:00, cuyo recorrido se realizará a la altura de Canal Uno (avenida Francisco de Orellana) y los fondos serán destinados a las actividades de la fundación.

“Nosotros tenemos el sueño de tener nuestra propia ‘Casa de las narices rojas’ en la que podamos coordinar nuestras acciones, capacitar y preparar a los payasos porque en estos siete años hemos estado un poco nómadas”, explica.

Mientras tanto el equipo de la fundación continúa visitando los hospitales, algunos pueblos y recintos fronterizos en donde “nunca los niños han visto un payasito”.

Además sigue coordinando la campaña de abrazos gratis que se realiza los primeros domingos de cada mes.
“Nosotros les damos recetas a las personas como el que se abracen por siete minutos y, aunque parezca mentira, crea una sensación de tranquilidad y relajación que lo pueden lograr. También que cada hora se den 2 minutos para reír y no es porque yo lo digo, sino que está comprobado científicamente que la risa ayuda a nuestro bienestar”.

En los últimos siete años, Narices Rojas ha atendido a más de 150 mil personas y lidera el proyecto de payasos humanitarios que visitan semanalmente los hospitales Francisco de Ycaza Bustamante y León Becerra y diferentes lugares vulnerables.