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Ecuador, 25 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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Lorna cepeda, actriz colombiana

“Me identifico más con el drama que con la comedia”

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Llevaba pocas horas de haber llegado a Guayaquil. De hecho, la histrión colombiana Lorna Cepeda estaba hospedada en el hotel Holiday Inn, a pocos metros del aeropuerto José Joaquín de Olmedo.

A las cinco de la tarde del jueves pasado, el ajetreo era intenso con los medios de comunicación que querían dialogar y tenían cita con ella desde temprano.

Nacida el 18 de noviembre de 1970, en Cartagena de Indias, como Lorna María Paz Jiménez, no vino sola a Guayaquil.

‘La Peliteñida’ de la telenovela ‘Yo soy Betty, la fea’ estaba acompañada de las también actrices colombianas Bárbara Perea y Mónica Layton, que de igual manera gozan de una interesante trayectoria en la televisión y teatro colombiano, aunque la más mediática en Ecuador es Lorna, quien luce espléndida a sus 43 años y tiene tres hijos: Daniela (20 años), Nathaniel (18) y Mariano (17).

Juntas vinieron para actuar en la comedia ‘10 reglas para no matar a su marido’, que se pudo apreciar entre el viernes y sábado pasado, en el Teatro Centro de Arte.

En la obra, escrita en 2006 por su compatriota Juan Ricardo Gómez -quien vino con ellas- Lorna, quien en sus inicios se dio a conocer con el apellido Paz (cuando estaba casada con Eduardo Paz), interpreta a Lucy, la hilarante encargada del aseo de un estudio jurídico.

Pese al cansancio, Lorna se muestra como una mujer que habitualmente está de buen humor y sencilla, que le gustan películas como ‘El señor de los anillos’ y que disfruta de una pizza de jamón y de beber una malteada de chocolate.

¿Qué le atrajo de Lucy?

Lucy es una mujer de orígenes humildes que debe trabajar para ayudar en los gastos a su esposo ‘El William’, con quien todavía no tiene hijos. Pese a eso no sabe cómo lidiar con los gastos de la casa. Lucy reconoce que cometió muchos errores y podría ser tan exitosa como su jefa Pilar (interpretada por Bárbara Perea, famosa por dramatizados como ‘Vivir la vida’ y recientemente en ‘La selección’ y quien desde uno de los asientos de la habitación del hotel asiente con la cabeza).

¿Habían coincidido las tres antes en una misma producción?

Las tres juntas no. Con Mónica (Layton) estuvimos en ‘Chepe Fortuna’ y ‘Casa de Reinas’.

-Sí, yo fui Leyla Chamorro, la fea, dice Mónica Layton, la actriz que interpretó a Margarita, la asistente de Kike Peinado en ‘La teacher de inglés’ y Gloria en ‘10 reglas para no matar a su marido’. Mónica es lo contrario, es más bien muy atractiva-

A propósito de ‘Chepe Fortuna’ y ‘Casa de Reinas’, ¿Lorna Cepeda es una mujer celosa como Petra?

Realmente no. El personaje de Petra es el de una mujer que se mete en distintos enredos. Sus celos son por las infidelidades de su esposo, ‘El bellaco’, quien embarazó a otras. Petra es dominante, pero con él no podía en la telenovela y eso la enloquecía. No soportaba lo que él hacía.

Hace casi 15 años se dio a conocer en Ecuador como Patricia Fernández, ‘La Peliteñida’, ¿qué significa ese personaje para usted a estas alturas de su carrera?

Tuve la fortuna de participar en ‘Yo soy Betty, la fea’. Es la novela de mi carrera, pues antes de eso tenía trabajos pequeños en otras producciones. Nunca me imaginé el éxito que tendría ese personaje, ni el rating de la telenovela. Entonces, yo no sabía qué era eso. Yo pensaba que el éxito con Betty era así con todas las telenovelas. Lo de firmar autógrafos y cosas así fue algo que no había vivido antes.

¿Qué tanto se parece a sus personajes?

Hay personajes muy distintos a uno. Por ejemplo, con ‘La Peliteñida’ soy muy diferente. Igual sucede con Petra o con Lola Rocha, de ‘Casados con hijos’. En el caso de ella fue un reto interpretar a un personaje que ya estaba hecho en Estados Unidos y adaptarlo a las costumbres colombianas. Uno le pone sus cosas a cada personaje. Con Santiago Rodríguez, quien encarnó a Paco Rocha, hicimos un buen equipo. Lo importante es disfrutar cada personaje que uno interpreta.

En nuestro medio se la conoce más por sus personajes hilarantes, ¿significa que se identifica más con la comedia?

No, más bien me identifico con el drama. La comedia requiere más. No es fácil hacer reír, es todo lo contrario y ese es un desafío para cualquier actor. He interpretado de todo un poco. De hecho, ‘La Peliteñida’ fue una antagonista (porque no se llevaba bien con ‘el cuartel de las feas’, las amigas de Betty).

¿Qué prefiere, el teatro, la televisión o el cine?

Las tres cosas tienen su magia. El teatro es más directo con el público. La televisión y el cine tienen su encanto.

¿Cuánto le costó dejar la psicología para dedicarse a la actuación?

Siempre me gustó la actuación. Yo tenía una carrera y era un riesgo dejar eso por probar. Yo modelaba al mismo tiempo y me metí a estudiar actuación con Alfonso Ortiz.

¿Aplica la psicología para armar sus personajes?

Eso ayuda mucho para construirlos, saber cómo piensan o que pueden sentir. Es una ventaja. A mí me ha servido mucho eso. Hay que buscar en el interior de uno mismo para construir un personaje, es decir sacar algo de uno mismo para prestárselo al personaje.

¿Y qué más le ayuda a construir los personajes?

Para los actores es clave la ayuda del director. Depende mucho de las  indicaciones de él. Son una guía. En el caso de ‘10 reglas para no matar a su marido’ armamos los personajes con la improvisación.

¿Qué tan frecuente es su contacto con su hermana (la también actriz) Angie (Cepeda)?

Aunque no nos vemos con frecuencia, siempre estamos comunicadas. Ahora con la tecnología hay muchos recursos, ya sea por chat, whatsapp. El 18 de septiembre pasado ella (quien reside en Los Ángeles) estuvo en Bogotá para el estreno de ‘10 razones para no matar a su marido’ y se divirtió muchísimo.

Aunque tienen trayectorias y estilos diferentes en la actuación, ¿qué se han aconsejado mutuamente?

Depende del personaje o la producción. No podría decir algo específico.

En 1999, Angie se desnudó en la película ‘Pantaleón y las visitadoras’, ¿usted lo haría si un personaje lo requiriera?

No. De hecho, mi hijo Mariano, el menor me dice: ‘Lorna, ni se le ocurra’. Dice que sería un ‘oso’ (vergüenza) para él. Yo no lo haría y aun si quisiera tampoco lo haría, por mis hijos.

-Casi a las ocho de la noche, las entrevistas de aquel jueves habían terminado, pero no su jornada. Con Bárbara Perea y Mónica Layton aún les quedaba ensayar para el estreno en Guayaquil de la obra al día siguiente. Pero eso es otra historia.

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