Martín y su tango sin disfraz
El argentino Martín Alvarado no usa el cabello engominado, ni tampoco trajes elegantes o el sombrero que tanto caracteriza a los intérpretes de tango, más bien su pinta conduce a la de un rockero. Su cabello largo chorrudo y lo descomplicado que es al vestir es solo parte del concepto “Así es mi tango”, que presentará hoy, a las 18:30, en el Centro Cultural Libertador Simón Bolívar, de forma gratuita.
“Esta es una forma muy particular que tengo de encarar el tango, que en general está visto como una cosa del pasado y que yo lo veo como algo de presente y futuro. Mi tango de hoy es honesto, sin disfraz y creativo con ese tinte vanguardista”.
Ese con el que el músico propone un repertorio de temas clásicos como El día que me quieras, famoso de Carlos Gardel; Uno de Enrique Santos Discépolo y El trovador de Astor Piazzolla, pero también otros no muy trillados y sus composiciones: Mujer y amiga, así como el conocido tango finlandés Quédate por siempre, que él castellanizó.
Martín cuenta que aunque escuchaba tango desde los cinco años por sus padres, fue cerca de los 25 años que quedó atrapado con este. “Al principio me costaba cantarlo, pero después descubrí la forma de hacerlo a mi manera y desarrollar un estilo”. Uno que propuso con éxito en Finlandia, Rusia y ahora probará con Ecuador.