Veintiún años dedicados al periodismo, tiempo en el que ha tenido la oportunidad de trabajar en distintos programas de radio y televisión, presentando noticias, espacios taurinos, de variedades, políticos y otros dirigidos a la mujer. Todas estas facetas resumen la vida laboral de la guayaquileña María Mercedes Cuesta, una periodista que comparte sus logros dentro de los medios nacionales junto a sus hijos: María Emilia, de 18 años y Sebastián, de 10.

Actualmente es una de las conductoras del programa ‘Así somos’, de Ecuavisa. Sin embargo, ha desempeñado su carrera por distintos medios de comunicación del país. En 2010 sorprendió a muchos cuando confesó para un medio sobre sus problemas de anorexia y bulimia, enfermedades con las que convivió durante trece años, y por las cuales intentó suicidarse tres veces.

Hoy eso quedó en el olvido. Dice estar feliz y estable, pues comprendió que Dios te ama tal como eres. Sus hijos son su fuerza y ya no le teme a la comida, más bien la disfruta. Vive a plenitud, ya que la televisión y la radio son su pasión.

¿Siempre quiso ser periodista?

Desde chiquita me sentaba en la coqueta de mi mamá y leía las noticias, me gustaba eso. Siempre fui como investigadora, curiosa, arriesgada. Mis amigas que me conocen en mi vida privada me dicen que debí ser animadora, no periodista, que hubiera hecho harta plata porque soy chistosa. Pero lo que a mí me ata es lo otro, que es una pasión muy fuerte y me ha costado mucho dejarla. Ahora estoy en una etapa nueva, muy enriquecedora, a nivel personal sobre todo.

¿Qué es lo que más le gusta de esta carrera?

Me llena mucho el servicio a la gente. Siempre quise ayudar y ser solidaria con quienes necesitan. Esa fue mi vocación, la investigación y poder ayudar a que las cosas se resuelvan. Lo he hecho durante muchos años y creo que lo sigo haciendo. Soy una persona a quien le gusta experimentar las cosas, que no le tiene miedo a los cambios y desde ‘Así somos’ también hacemos denuncias y aportamos con muchas mujeres al resaltar su lucha y valentía.

¿Se identifica con alguna de ellas?

Con muchas. Hemos entrevistado a mujeres tan valiosas, desde prostitutas hasta bomberas, y de cada una se me queda algo. Pienso que si ellas pueden lograr algo yo también puedo.

Cuando se integró a Así somos, lo hizo en una temporada donde anunciaron que se iban a quitar las máscaras, ¿usted lo ha hecho?

Yo no tengo máscaras. Creo que la gente conoce a la María Mercedes de su casa, a la mamá, a la mujer, a la compañera. Lo que las personas ven en la pantalla es a la María Mercedes que se reúne con sus amigas a conversar los fines de semana.

¿Cómo es un día normal en su vida?

Me levanto muy temprano, les hago el desayuno a mis hijos, agarro mi maleta y me voy al aeropuerto para llegar a Quito, y regreso a Guayaquil en el vuelo de las cinco de la tarde, pero hay veces en las que me quedo a dormir. Los días que no viajo voy a dejar a mi hijo al colegio con sus compañeros, y los recojo por la tarde. Hago todos los pagos de mi casa, voy al supermercado, y muchas cosas más.

¿Le alcanza el tiempo para todo eso?

Hay días que no, y pienso que necesito dos horas más, sobre todo en la mañana. Pero es muy rico eso, creo que no pudiera vivir de otra manera. Me llena mucho terminar mi día y hacer una evaluación y saber que hice todo lo que tenía pendiente. Yo me he planteado tener cada día un reto nuevo y hacer cosas distintas.

¿Cree que su hija mayor también se inclinará por el periodismo?

Ella ha crecido en este mundo, pero se ha inclinado por la música y tengo que apoyarla. Al principio no tenía claro eso de que le guste la música, pero siempre he pensado que vinimos a este mundo a ser felices y no a complacer a nuestros padres. Mientras esté a mi alcance la voy a apoyar. Pienso que hace falta de gente que ame lo que hace y creo que mi hija es una de ellas porque ama lo que estudia.

¿Cómo comparte el tiempo que pasa junto a sus hijos?

Todo es para ellos. Tiempo a solas para mí no existe en mi diccionario. Cuando estoy en Guayaquil todo mi día se los dedico a ellos, no es lo que yo quiera hacer, sino lo que ellos deciden. Siempre hay actividades, les hago sus comidas favoritas, salimos o invitamos gente a la casa, porque soy muy casera. Pero cuando salimos nos encanta ir al teatro, al cine, y otros planes divertidos.

¿Y qué tipo de películas son las que prefieren ver?

Desde hace 18 años, cuando nació María Emilia, solo he visto películas infantiles. Siempre escogemos de ese tipo.

Si tuviera que elegir entre radio y televisión, ¿cuál escogería?

Llevo 14 años haciendo radio y me fascina. Pienso que aún me queda mucho tiempo en ese medio porque en la radio no envejeces, no importa si tienes arrugas o canas, si estás gordita o flaquita. En la radio lo que importa es lo que dices. Eso para mí fue un reto desde la primera vez que me animaron a hacer radio, y es como algo mágico porque es un momento de desestrés; aunque debo reconocer que el trabajo que hago en ‘Así somos’ no me estresa, más bien  lo disfruto a plenitud. Pero me encanta hacer radio, además no me tengo que maquillar o peinar para hacerlo.

Pero en televisión si debe cuidar su imagen, ¿hace ejercicios o alguna dieta para mantener su figura?

No. Soy una persona común y corriente que disfruta de lo que come y no hago ejercicios. Aunque sé que tengo problemas de peso, como de todo, y me engordo. Digo que voy a bajar de peso, y que el próximo lunes comienzo con la dieta, pero no me engancho con nada que disfruto. No hago ejercicios desde hace muchos años, pero creo que me voy a ir por la bailoterapia.

Siempre lo aplazo, pero me prometí que este año lo hacía y voy a cumplirlo. Algo que siempre hago es quitarme el maquillaje cuando termina el programa de televisión y viajo a Guayaquil sin maquillaje.