Diana Zurco se convirtió en la primera periodista transgénero de la televisión argentina, al formar parte del staff de la televisión pública de ese país.

La participación de Zurco se convierte en un hito para una comunidad excluida que a menudo es blanco de violencia y tiene una expectativa de vida de aproximadamente la mitad de la del resto de la población.

“Mi presencia desafía a la sociedad”, dijo con la voz suave de una locutora profesional que utilizó cuando comenzó su trabajo como co-presentadora del programa de noticias vespertinas en horario estelar de la televisión pública.

“Es una invitación a la sociedad que dice: ‘Este soy yo; detrás de mí hay más personas como yo que quieren expresarse. Somos capaces, podemos estudiar, podemos capacitarnos, podemos comunicarle lo que está sucediendo en nuestro país‘”, dijo Zurco a la agencia The Associated Press en una entrevista.

El gobierno estima que Argentina tiene entre 12,000 y 13,000 adultos transgénero de una población que supera los 44 millones.

“Es un grupo pequeño y la gente común no conoce de primera mano a una trans. Esta falta de conexión en la vida cotidiana alimenta los prejuicios y la discriminación”, dijo Esteban Paulón, director ejecutivo del Instituto de Políticas Públicas LGBT+.

La presencia de Zurco como presentador de noticias “permitirá que la sociedad prejuiciosa comience a ver que las personas trans son como todos los demás”, dijo el activista.

Zurco estudió en una escuela católica hasta que a los 17 años dijo: “Soy Diana. No soy un chico gay y afeminado. Soy un chico trans. Los sacerdotes de la escuela obligaron a los niños a cortarse el pelo por encima de los cuellos de sus camisas. Ella se negó, mantuvo su cabello largo y fue expulsada un año antes de graduarse. Completó sus estudios en una escuela pública, pero “no fui a recibir el título porque no quería que me llamaran por mi nombre masculino”, dijo.

La profesional admitió que estuvo cerca de la prostitución, pero tomó un curso de peluquería y comenzó a ganar dinero barriendo el cabello cortado en un salón de belleza. También trabajó en una oficina y luego realizó un examen difícil entre 1.500 solicitantes para estudiar una carrera como locutora.

El curso comenzó en 2012, el mismo año en que el Congreso de Argentina aprobó una ley que permite a las personas elegir el género que registran en los documentos oficiales. Hasta el momento, 9,000 personas transgénero han utilizado la ley, que también garantiza el acceso a cirugías gratuitas de cambio de sexo y tratamientos hormonales.

“No buscamos a Diana porque era una locutora trans. La buscamos porque era una muy buena profesional”, dijo Rosario Lufrano, presidenta de Radio y Televisión Argentina. “La única forma de llegar es abriéndote las puertas. Todos sabemos lo difícil que es para estas mujeres ganar un lugar”, agregó. (I)