La edición de agosto de Vogue Italia tuvo en sus dos portadas a una inclaudicable Madonna fotografiada a través del sediento lente del dúo Mert Alas y Marcus Piggott.

Luciendo un apretado traje negro sin hombros y con un sombrero de ala ancha que afinaba sus pronunciados pómulos italianos, Madonna aparecía como una efigie mirando dulcemente al cielo.

De esa forma la artista celebraba los 60 años que cumple hoy y su llegada hace un año a Lisboa, ciudad donde reside actualmente en compañía de cuatro de sus seis hijos: David Banda y Mercy James, de 12 años, y las gemelas Stella y Estere, de 5.

La cantante, actriz, cineasta, filántropa y empresaria se mudó oficialmente a Europa por su hijo adoptivo David Banda, quien ha comenzado a entrenar en la escuela juvenil del Fútbol Club Benfica. Este desplazo, que también está motivado por el malestar que le provocaba el gobierno de Donald Trump, se ha convertido en un nuevo impulso para su carrera.

“¡La energía de Portugal es tan inspiradora! ¡Me siento muy creativa y viva aquí, y estoy con ganas de seguir trabajando en mi nuevo filme, Loved, y de crear música nueva! ¡Este será el próximo capítulo de mi libro!”, dijo en cuanto se mudó.

Convertida en un símbolo del exceso pop que no se agota, Madonna no ha dejado de ponerse en situaciones incómodas, de tomar riesgos y, sobre todo, de crear música.

Ha producido discos ininterrumpidamente desde su debut en 1983, con períodos desde descanso entre dos y tres años, siempre acompañados de giras mundiales que funcionan como grandes presentaciones teatrales. Su último trabajo fue Rebel Heart (2015), cuya propuesta ponía al amor en el centro de las relaciones humanas.

Madonna, quien en la portada de Vogue aparece junto al estribillo “Just one day out of life”, anunció que ya prepara su disco número 14 , uno que estará inspirado en su paso por la ciudad lusa. (I)