Las radios online, un medio que evoluciona a diario
Son las seis de la mañana. El locutor Richard Quel se levanta de su cama y va directo al cuarto trasero de su domicilio ubicado en Ibarra. Enciende las luces y abre un enlace mundial mediante su computadora, desde donde transmite diariamente su radio online Quel.
Él es tan solo uno de cientos de ecuatorianos que emprenden un reto de radiodifusión en el área virtual.
Observa los libretos, recopila las noticias, el ‘playlist’, los links de entrevistas y se alista para receptar los comentarios de su programación mediante su página web (http://quelproduction.com/web/) y sus redes sociales. “Inicié este proyecto hace dos años y medio. No me va mal, pero para ser sincero tampoco vivo de esto. No obstante, me satisface trabajar por un reto que emprendo junto a 6 jóvenes talentosos”, comentó.
Quel, quien se desempeña a la par como locutor de una estación tradicional, manifestó que en su natal Ibarra existen de 4 a 5 medios que ofrecen el mismo servicio, además consideró que las radios online en el país se encuentran en pañales, pero el intentarlo y tal vez perfeccionarlo es un punto a favor.
“Nuestro fuerte es el género rock. Lo que hacemos es crear una vitrina exponiendo al talento nacional, entregándole el mismo espacio que los grandes referentes del género extranjeros. Es un beneficio para ambos, ya que así se pasa la voz de que existimos y obtenemos más adeptos”, expresó.
Dijo que aunque en la Superintendencia de Telecomunicaciones no hay cifras sobre el número de radios online en Ecuador, según un estudio de mercado independiente existen alrededor de 1.200 concesiones para emisoras privadas, públicas y comunitarias en las señales de AM (amplitud modulada) y FM (frecuencia modulada). Pero en ningún medio existe un registro de dominios en Ecuador o de cuántas ciberradios o ciberestaciones existan a nivel nacional.
Marcelo Cordero y Andrés Véliz, locutores y productores cuencanos, son dos jóvenes emprendedores, quienes hace 4 años fundaron Radio Como Tú (http://radiocomotu.jimdo.com/), ambos destacaron que ellos sí conocen el término “en pañales” que usan para referirse a la radiodifusión online. “Como tú es la segunda radio online del Ecuador -la primera nació en Quito-, y el tema de los enlaces online es muy debatido, pues aunque existan miles, son pocas las que cuentan con una estructura correcta y ofrecen un buen servicio”, mencionó Marcelo.
Andrés complementó que todo se debe a la facilidad que actualmente tienen las personas de obtener un enlace de transmisión, pero que señala que pocos invierten en el mismo. Algunos por desconocimiento, otros por la falta de auspiciadores, dado a la cultura que las empresas tradicionales tienen del Internet.
“La razón por la que muchos invierten en un medio online es tal vez los bajos costos -a diferencia con una frecuencia tradicional-, la flexibilidad en las políticas de programación y otros por simplemente novelería. Lo que siempre recalco es que para crear un medio (cuál fuere) todos deberían tener como base servir a la comunidad, cosa que pocos hacen”, añadió Cordero.
Marcelo, quien durante su programación ofrece temas variados, en los que se incluye noticieros, entrevistas con artistas internacionales y hasta temas culturales, enumeró a las radios online de las universidades de Cuenca y Politécnica como ejemplos de cómo puede crearse un espacio que aporte con el desempeño de los estudiantes y los verdaderos beneficios que da la facilidad de la extensión virtualmente ilimitada de una señal. “Pueden hacer su prácticas y hasta podría crearse fuentes de trabajo, siempre y cuando tomen los proyectos con seriedad y responsabilidad”, aseguró.
Para el locutor con 37 años de experiencia, Luis Vintimilla, dueño del portal Radio Espectáculo (http://www.radioespectaculo.com/), que se emite desde Cuenca, el tener su propio espacio en la red es el mayor reto de su vida, ya que tras su fallido intento por obtener una frecuencia tradicional, este lo acerca más a su anhelo. “Yo creé el portal con el objetivo de posteriormente contar con una frecuencia real. A diferencia de muchos, mi financiamiento es fuerte, ya que alquilo un local donde tengo mis equipos y cuento con la última tecnología”, detalló.
Adicionó que esto tiene sus pro y contras, pues aunque le ayuda a ofrecer un producto de alta calidad y así amplia su mercado de consumidores, por otro lado no existen muchas personas que auspicien estos medios.
Aunque destacó que no cuenta con muchos ingresos, su mayor orgullo es que en tan solo un año cuenta con más de 1’500.000 usuarios alrededor del mundo, a los que les emite su programación diaria que cuenta con noticieros, reportajes fusionados con música de la década de los 70, 80, 90.
El tener una ciberradio a lo mejor suena fácil y hasta podría interpretarse que se lo produce a bajo costo, no obstante los entrevistados señalaron que para su creación invirtieron entre 2.000 a 5.000 dólares, en los que se incluye el enlace virtual y el costo de los equipos que utilizan.
Él expresó que el costo del mantenimiento de estas radios es de 800 a 1.000 dólares mensuales, más la inversión que cada semestre realizan en quipos y en la compra de programas que aporten con una mejor calidad de transmisión.
No todas las computadoras poseen la capacidad de permitir la transmisión por Internet. Se necesita una máquina que al menos supere los 512 megabytes de memoria y se disponga de un soporte de 128 kbps de velocidad de banda ancha. A lo que se le complementan sistemas de audio con alto potencial.
Indicó que el amor o la pasión por la profesión es su principal motor, ya que a duras penas cumple mensualmente con los gastos que estos diales generan, mientras tanto trabajan mucho por evolucionar y obtener la aceptación e inversión de los auspiciadores y porque el enlace sea reconocido por las antiguas y nuevas generaciones como un medio eficaz que proporcione entretenimiento e información.
ENTÉRATE
Para transmitir se necesita una computadora con 512 megabytes de memoria de 128 kbps de velocidad de banda ancha.
El costo de mantenimiento del espacio en la red les cuesta entre 800 y 1.000 dólares anuales.